Para ver en la NFL a Caleb Williams, el ganador del Trofeo Heisman 2022, habrá que esperar como mínimo hasta 2024. Sin embargo, la liga profesional sí contará el próximo año con un jugador con grandes pergaminos: Bryce Young (Alabama), que se adueñó del premio en 2021, estará probablemente dentro de los primeros cinco picks en 2023.
The Sporting News ahonda en los últimos 20 años y presenta cómo les ha ido a los jugadores que fueron premiados como los mejores del fútbol americano universitario en el campo rentado. Hay de todo: promesas que se convirtieron en estrellas, jóvenes que no han rendido como se esperaba y jugadores que quedaron muy en deuda.
¿Cómo les fue a los ganadores del Trofeo Heisman en su paso a la NFL?
Tal como se comentó anteriormente, solamente se tomarán en cuenta los ganadores del Trofeo Heisman de las últimas dos décadas, siendo Carson Palmer, premiado en 2002, el primero de este análisis. Él, elegido en 2003 por Cincinnati Bengals, es justamente el último QB de USC en haber sido tomado en el primer lugar del Draft. ¿Le llegará ese honor a Caleb Williams?
Palmer se mantuvo 14 temporadas en la liga, pero con el triste registro de haber alcanzado solamente tres veces los Playoffs. Terminó su carrera con 184 presentaciones en temporada regular con 294 TD y 187 intercepciones. Pobres números para una primera selección global y con grandes registros en el ámbito colegial.
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Otras decepciones son Sam Bradford (83 PJ), Robert Griffin III (56), Tim Tebow (35), Matt Leinart (33), Troy Smith (20) y Johnny Manziel (14). Jameis Winston, Marcus Mariota, Baker Mayfield y Kyler Murray aún se mantienen en la liga por lo que pueden darle una vuelta a sus carreras. A DeVonta Smith, premiado en 2020, es muy pronto para catalogarlo: el wide receiver tuvo un buen primer año en Philadelphia Eagles y también es pieza importante esta campaña para el equipo con mejor récord de la NFL.
El caso más paradigmático de los que quedaron en deuda es el de Jason White, galardonado en 2003: no fue drafteado por ningún equipo de la NFL por sus antecedentes de lesiones en las rodillas. Hoy opera su propia empresa.
Si bien se comenzó por las malas, no todos los ganadores del Trofeo Heisman han fracasado en su salto al profesionalismo:
- Mark Ingram, elegido en el puesto 28º por New Orleans Saints en 2011, aún se mantiene vigente y lleva 65 TD en la liga.
- Cam Newton, primer pick del 2011, llevó a Carolina Panthers al Super Bowl en 2015, campaña en la que ganó el MVP, el Ofensivo del Año y apareció dentro del primer equipo All Pro.
- Derrick Henry, tomado en el 45º lugar en 2016 por Tennessee Titans, fue elegido en 2020 como Ofensivo del Año y obviamente integró el equipo All Pro.
- Lamar Jackson llegó a la liga en 2018 (32º pick) y en 2019 entró al equipo All Pro habiendo ganado el MVP. Es el quarterback con más yardas por tierra en una temporada (1.206 en 2019)
- Joe Burrow fue tomado por Cincinnati Bengals en 2020 y tras un primer año que terminó pronto por una lesión, el QB guió al equipo al Super Bowl LV en la campaña siguiente.
Vale aclarar que dentro de esta nómina no se incluye a Reggie Bush, ganador del premio en 2005. El ex running back de New Orleans Saints devolvió el galardón en 2010 por haber recibido beneficios indebidos mientras jugaba por la Universidad del Sur de California.
¿Qué jugadores ganaron el Trofeo Heisman y fueron MVP de la temporada regular?
El Trofeo Heisman es el máximo premio individual en el mundo colegial, mientras que el MVP es sinónimo de éxito en el campo profesional: solamente nueve consiguieron llevarse ambos. A los ya mencionados Cam Newton y Lamar Jackson se les suman Frank Sinkwich Paul Hornung, Roger Staubach, OJ Simpson, Earl Campbell, Marcus Allen y Barry Sanders.