Kemba Walker volvió a ver acción en New York Knicks por primera vez desde el 26 de noviembre (había sido borrado de la rotación por una decisión táctica) y en su retorno estuvo cerca de liderar a los de Thibodeau a la victoria en Boston. Sin embargo, su muy buena noche se terminó quedando corta y fueron los Celtics, su ex equipo, quienes acabaron festejando el 114-107 en un duelo de equipos que merodean por la mitad de tabla de la Conferencia Este.
Claro que el regreso de Kemba a la rotación fue exclusivamente por necesidad, teniendo en cuenta que los Knicks no contaron con ninguno de sus otros bases: Derrick Rose, Immanuel Quickley y hasta el novato Miles McBride fueron bajas este sábado. Pero más allá de eso, luego quedaba aprovechar la chance y demostrarle al entrenador que está listo para volver a ganarse un lugar. Y a pesar de la derrota, eso fue exactamente lo que hizo Walker ante Boston.
Kemba terminó con nada menos que 29 puntos (su tope personal con los Knicks), además de 6 rebotes, 3 asistencias y un 5-11 de campo. Números que sirvieron para buenos momentos de su equipo, teniendo en cuenta que acabó también con el mejor +/- de New York: +5 en sus 37:21 minutos. ¿La única deuda? Un último cuarto totalmente apagado (0 puntos, 0-3 de campo) en el que Boston marcó las diferencias (28-19) para quedarse con la victoria.
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Más allá de eso, un retorno ideal para Walker, qué veremos exactamente qué significa una vez que regresen los otros guardias de los Knicks.
Además del gran trabajo defensivo de Boston en ese último período para anular a Kemba y al resto de New York, la clave del encuentro pasó por la tarea de Josh Richardson. El base anotó 27 puntos, por lejos su mejor marca de la 2021-2022 (era 18), pero además lo hizo cuando más importaba: 12 puntos con un perfecto 4-4 de campo y 3-3 en triples en el último cuarto.
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— Boston Celtics (@celtics) December 19, 2021
Richardson no fue el único suplente de los Celtics que se destacó: Payton Pritchard sumó 16 puntos con un 6-10 de campo. De hecho, el duelo de bancos terminó siendo de las batallas decisivas del partido: la segunda unidad local trajo 47 tantos contra solo ¡3 tantos! de la visita. No leyeron mal: los titulares Knicks anotaron 104 de los 107 puntos del equipo. Además de los 29 de Kemba hubo 32 de otro ex Boston como Evan Fournier (13-24 de campo), 20 más 9 rebotes y 7 asistencias de Julius Randle (aunque con un 6-19 de cancha) y 19 para Alec Burks.
En el ganador no solo sobresalió la labor de Richardson, sino también una buena tarea de los Jays: Jayson Tatum finalizó con 25 puntos y 9 rebotes, mientras que Jaylen Brown se fue hasta los 23 puntos. Eso sí, ninguno de los dos lanzó particularmente bien: 17-45 combinado.
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