Con apenas 15 partidos restantes en su calendario, las chances de que veamos a Zion Williamson en Playoffs empiezan a lucir muy limitadas. Los Pelicans están a tres partidos del último puesto de Play-In, hoy en manos de los San Antonio Spurs y sumaron en estas horas un par de derrotas demasiado dolorosas en suplementario, ante Washington y New York. Juegos que parecían tener en su poder y que por errores propios, terminaron dejando escapar. ¿Hay chances de remontada? Sí, sobre todo porque aún tienen un partido pendiente contra San Antonio. Pero el margen ya es mínimo.
A menos que tengan un sprint final superlativo, la 2020-2021 de New Orleans recibirá la etiqueta de decepción. El equipo sumó veteranos con la idea de al menos conseguir un lugar en el Play-In y de momento ni siquiera pudieron alcanzar ese objetivo, aún contando con talentos jóvenes como Zion o el propio Brandon Ingram. El roster tiene defectos, está claro, pero a la vez parecían tener suficientes armas a su disposición como para estar algunas posiciones más arriba. O al menos tener un mejor récord que el 25-32 que muestran actualmente.
Más allá de lo que suceda en este final de Fase Regular, los Pelicans todavía tienen un desafío enorme por delante: rodear de la mejor manera posible a Williamson y maximizar el aporte de un jugador que ya empieza a ser absolutamente diferencial desde lo individual, pero cuyo rendimiento no termina de reflejarse en victorias. Y no necesariamente porque sea él quien no contribuye desde lo colectivo, sino por el poco acompañamiento que por momentos se observa a su alrededor.
Algunos pasajes del encuentro ante New York fueron un ejemplo claro de esta situación. En el último cuarto llegamos a ver a New Orleans con un quinteto que rodeaba a Zion con Kira Lewis, Naji Marshall, James Johnson y Jaxson Hayes. Cuatro jugadores que no superan el 34% en triples y en el caso de Hayes, directamente sin lanzamiento. Esto no sería tan grave si la idea del equipo en el último tiempo no pasara por jugar con Williamson como base, creando en situaciones de uno contra uno y dejando a sus cuatro compañeros estacionados como tiradores.
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¿Tiene sentido usar a Zion en un rol a la LeBron James, si a su lado aparecen cuatro jugadores sin amenaza triplera? Daría la sensación de que no: las defensas pueden abandonar a sus hombres y enfocarse en cerrar los caminos de Williamson.
Este minuto ante los Knicks es una muestra fiel del problema.
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La falta de spacing y tripleros alrededor de Zion le facilita enormemente la defensa a New York. Primero con una doble marca de RJ Barrett que Johnson no hace pagar y luego llegando a tener cuatro jugadores en la pintura ante el intento de penetración de Williamson, de nuevo sin pagar las consecuencias.
Claro, hablamos de un momento en particular, que no refleja los quintetos más habituales del equipo. Pero aunque lo lleva a un extremo, marca la realidad de un conjunto absolutamente carente de tiro externo: se ubican 27° en triples convertidos, 25° en intentados y 26° en porcentaje. Tiran poco y meten menos. Algo exacerbado por la salida de JJ Redick y la lesión de Josh Hart. De hecho, en todo el roster aparecen solamente dos jugadores que superan el 34% en triples y ninguno es un especialista: Brandon Ingram con un 38,2% y Lonzo Ball con un 37,3%. Demasiado poco para la NBA actual.
Por supuesto que rodear a Williamson no pasa solamente por ponerle cuatro tiradores a su alrededor. Pero si van a jugar con Point Zion, necesita al menos tener compañeros capaces de representar una amenaza para las defensas y que no puedan soltarlos tan livianamente para ayudar a cerrar las penetraciones del ex Duke. El problema es que como vemos, esa clase de jugadores directamente no están en el plantel. No hay alternativas para inclinarse a ese tipo de alineaciones, lo cual marca los defectos en el armado de este equipo.
Pero más allá de esta temporada cercana al acto fallido, ¿qué tipo de jugadores debería buscar New Orleans en los próximos mercados? Un par de factores a tener en cuenta.
- Necesitan tiradores. No hay ninguna duda al respecto. Le harán la vida más fácil a Zion y él a ellos. Tenemos casi dos décadas de evidencia de cómo se potencian los tripleros jugando junto a LeBron James y si bien son jugadores diferentes, la idea es similar: sin ayudas, te atropellan en su camino al aro; con ayudas, descargan para el compañero abierto.
- La defensa no puede dejarse de lado. Con todo lo bueno que hace adelante, el rendimiento defensivo de Zion sigue siendo bajo y el small-ball con él como cinco hoy no es una alternativa viable: Net Rating de -9,3 en esos quintetos durante la 2020-2021, con un rating defensivo pobrísimo. Necesita un pivote de presencia a su lado.
- Lonzo encaja. Más allá de su irregularidad, New Orleans no debería dejar ir a Ball (agente libre restringido al final de la 2020-2021). Cumple con lo de ser un buen tirador y defensor. Además su química en los pases con Williamson es notable.
Si efectivamente New Orleans renueva a Ball, le quedaría una columna vertebral con Lonzo, Ingram y Williamson, teniendo que ocupar las posiciones de escolta y pivote. Y en ese sentido, hay algo claro: Eric Bledsoe y Steven Adams no son los indicados para esta idea de potenciar el juego de Zion. Todo un inconveniente, teniendo en cuenta que ganarán 35 millones de dólares combinados en la 2021-2022.
En la posición del dos parecen necesitar un corte de 3&D. ¿Algunos agentes libres que encajarían? Danny Green y Tim Hardaway Jr. (más 3 que D), por ejemplo. Conseguir un pivote con defensa y tiro es más complicado, pero tendrán alguna opción interesante en el mercado como Daniel Theis. Sin olvidar que también estarán sumando a un novato vía Draft, posiblemente con un pick de Lotería (hoy sus chances los ponen 11° en el orden). Porque claro, no solo se trata del cinco inicial, sino también de hacer encajar las piezas de la segunda unidad, para evitar quintetos como el repasado previamente.
Más allá de que la carrera de Zion recién comienza, New Orleans no puede cometer los mismos errores que tan caro le costaron en el caso de Anthony Davis, a quien prácticamente nunca supieron rodear de los nombres correctos. Y en un contexto donde vemos cada vez más casos de jugadores que deciden su futuro y fuerzan sus salidas de las franquicias, la alerta para los Pelicans tiene que ser atendida y aprender de los los errores cometidos en esta 2020-2021.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
