Un partido con irregularidades y fallas en dos equipos que parecen un sube y baja terminó quedado para el que más oficio y resto tuvo a la hora de la definición. Con bastante de lógica, Utah Jazz aprovechó la mayor jerarquía y experiencia en su personal para darle otro cachetazo a estos jóvenes y golpeados Memphis Grizzlies, que llegaron a Orlando con confianza por retener el 8° lugar de la Conferencia Oeste, pero que tendrán que mejorar muchísimo para sostener su puesto de Playoffs, incluso para disputar el Play-in. El 124-115 a favor de los de Quin Snyder les permite recuperar el 4° lugar de su región (43-25, medio juego por delante de Houston Rockets con 42-25), mientras que para los de Taylor Jenkins potencia su pesadilla.
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Tras perder a Jaren Jackson Jr. para al resto de la reanudación, los Grizzlies sumaron su cuarta caída en fila en el campus, que los deja aún en el 8° puesto con 32-37, pero con Portland (31-38), San Antonio (29-37, en juego este miércoles frente a Denver), New Orleans y (29-38) y Phoenix (29-39) respirando desde cerca y con muchas mejores sensaciones, colectivas e individuales. Como si fuera poco, el calendario de Memphis marca que los cuatro partidos que le quedan son contra equipos durísimos: Oklahoma City y los tres mejores del Este, Toronto Raptors, Boston Celtics y Milwaukee Bucks.
Una gran señal para Utah
Si una parte de la historia para el Jazz al llegar a Disney pasaba por ver cómo iban a hacer para compensar la ausencia de Bojan Bogdanovic, la actuación de Joe Ingles y Mike Conley frente a Memphis es una excelente señal en busca de una solución a ese problema de anotación complemetaria a Donovan Mitchell.
Lo del australiano fue fantástico, ofreciendo no sólo su habitual visión y creación secundaria, sino siendo una verdadera amenaza a distancia: 6-11 triples en el camino a sus 25 puntos, máximo anotador de su equipo. Además, 4 rebotes y 5 asistencias en 34 minutos. ¿Lo mejor? Cuatro de sus conversiones a distancia fueron en un último cuarto fantástico que terminó siendo la diferencia (35-27 a favor del Jazz). Los últimos dos triples fueron consecutivos, uno de ellos larguísimo, para un 116-105 a 2m51 del cierre que demolió la moral de Memphis.
Conley, por su parte, se hizo cargo de la conducción con criterio, con agresividad para penetrar y usar sus recursos para descargar o definir con su habitual buen toque o recursos (como la flotadora). Además, también encontró el triple: 4-9 para sus 23 puntos, con 5 recobres y 7 asistencias. Entre los dos sumaron 10 de los 18 triples del Jazz. Vitales.
Si Mitchell (18, 7 rebotes y 6 asistencias) y Gobert (21 y 16 rebotes) tienen esta compañía de manera sostenida, Utah podría tener alguna esperanza de avanzar más allá de la primera ronda en Playoffs, un techo que parece establecido desde la baja de Bogdanovic.
Las irregularidades a la orden del día
De los equipos que están peleando por ese último lugar de los Playoffs en el Oeste, Memphis es uno de los de andar más flojo en Orlando, más allá de haber estado de cerca del triunfo en sus dos primeras presentaciones. De los que están en el lote de arriba, Utah -a su vez- ha sido de los de peor rendimiento en el campus. Esas afirmaciones se sostienen a partir de las irregularidades que han mostrado ambos equipos y que, de cierta manera, graficaron a la perfección el primer tiempo.
Los primeros 19 minutos fueron de dominio casi total de los Grizzlies, que comenzaron con absoluta seriedad bajo la agresividad y el comando de una gran versión de Ja Morant (6 puntos y 5 asistencias en el primer cuarto), y contando con el aporte de Dillon Brooks, esta vez con su versión peligrosa, anotadora y productiva (20 puntos en el primer tiempo, con 6-11 campo y 7-8 libres), y no la alocada y de mala selección de tiro que traía hasta este encuentro. Como si fuera poco, los de Jenkins aprovecharon las enormes facilidades de un Utah completamente fuera de poco, incluso en defensa. Con decir que los de Snyder permitieron 20 puntos en la pintura en el primer cuarto, teniendo a Gobert como faro de esa zona, se explican en buena parte los problemas del equipo, que encima entregó 11 puntos desde sus 8 pérdidas en los 12 minutos iniciales.
Wet like i'm Brooks.
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La máxima de Memphis llegó a ser de 13, y a los 19 minutos el marcador indicaba un 54-42. Desde ahí, todo de Utah, que por fin reaccionó son sus armas que hasta ahí estaban ocultas: endureció su defensa, evidenció las dificultades de su rival en el ataque estaciado (el 3-13 en triples de la primera mitad habla por sí solo para marcar cuánto se extrañó a JJJ) y simpleza para resolver en ataque, con Mitchell y Conley involucrando mucho más a Gobert en el juego en parejas (14 puntos para el francés). Con Ingles también mucho más participativo (10 tantos, 4 asistencias), el Jazz clavó un parcial de 22-1 que transformó la desventaja en un sólido 64-55 al llegar al descanso.
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Dos caras que ilustran a ambos equipos. Para suerte de Utah, los fantasmas se espantaron en el último cuarto (35-27), justo a tiempo para resolver el flojo tercer parcial (33-25) y sellar la victoria.
Morant, al límite de sus posibilidades
Sin Jaren Jackson Jr., Ja Morant quedó como la única referencia de unos Grizzlies que, poco a poco, van perdiendo la chispa que los caracterizó a lo largo de esta sorpresiva 2019-2020. JJJ no sólo ayuda por su talento, sino que facilita y complementa el juego de Morant con su espaciado. No es lo mismo encontrar en una esquina a Jaren Jackson (35,7% triples en 9,3 intentos en Orlando) que a Valanciunas o Dieng, está claro. Ni tampoco es lo mismo encontrar a una defensa que se cerrará aún más cuando los tiradores no son una amenaza.
Más allá de eso, el base y principal candidato a Mejor Rookie del año entregó todo, sobre todo en un tercer cuarto donde al fin encontró su tiro (2-2 triples) y sumó 11 puntos para emparejar el desarrollo. Pero claro, su físico sintió el desgaste, sobre todo con un estilo de juego de constante choque al penetrar y buscar cerca del aro. Y la energía y toma decisiones se vio impactada para la definición: apenas dos puntos, tres asistencias y dos pérdidas en el último cuarto, con 1-5 campo y 0-2 libres. Sin su líder, Memphis no tuvo opciones.
Morant cerró con 20 puntos (8-15 cancha), 6 recobres, 9 asistencias, 2 robos y 4 pérdidas en 37 minutos. Valanciunas (21+14) y Brooks (20 de sus 23 puntos en el primer tiempo) lo acompañaron (junto a Allen, de quien ya hablaremos), pero con intermitencias. Pero las señales de cansancio y desgaste que entrega Morant no son para nada alentadoras para las opciones de los Grizzlies.
La ausencia de JJJ, la explosión de Allen
La baja de Jaren Jackson Jr. es un golpe imposible de compensar para Memphis. No sólo por la calidad de uno de los mejores jóvenes talentos de la liga, sino porque no existe un jugador con su molde en el plantel, alguien capaz de ser un interior con movilidad, potencia atlética, importante en defensa y con la virtud de ser una amenaza a distancia. El espaciado que ofrece JJJ es imposible de compensar, y en Orlando se había potenciado: 9,3 intentos en sus tres partidos, anotando el 35,7% de ellos. Con esa capacidad, sin dudas, le hace la vida mucho más facil a Morant, ya que le abre espacios y le permite encontrar una opción confiable para cuando descarga después de penetraciones. Sólo para tener en cuenta el cambio con o sin él antes de este partido:
- Con JJJ: 35,2% en triples, con 31,2 intentos por partido (récord de 28-29)
- Sin JJJ: 31,3% en triples, con 32,8 intentos por partido (récord de 4-7)
Jenkins optó por Brandon Clarke desde el inicio, pero estuvo lejos de impactar como lo hace como sexto hombre (6 puntos y 5 rebotes en 27 minutos). Desde el banco, Dieng ofreció poco y nada (2 puntos, 1-4 campo y sin rebotes en 11 minutos). Y de no haber sido por la explosión de Grayson Allen (un escolta), el impacto en el triple hubiese sido gigante. Allen cerró con 6-8 a distancia (20 puntos), una ratificación de su buen nivel. El resto de sus compañeros se combinaron para 5 de 21 (23,8%). Los dolores de cabeza de Memphis no dejan de acumularse.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.