Tras cuatro episodios de "The Last Dance", la serie documental que narra la última temporada de Michael Jordan en los Chicago Bulls, apenas ha destacado el importantísimo papel que Toni Kukoc tenía dentro del equipo. Un jugador vital dentro del sistema de Phil Jackson por su comprensión del juego y que permitió a la franquicia estar en disposición de ganar tres campeonatos de manera consecutiva. Tras destacar las figuras de Scottie Pippen, Phil Jackson o Dennis Rodman, la participación de "La pantera rosa" todavía es una incógnita.
La insistencia y la obsesión por parte de Jerry Krause para que Kukoc firmase con los Bulls tras su elección en el Draft de 1990 acabó por afectar a su desembarco en el equipo pues esto fue entendido por parte del vestuario como un intento de relegar a Pippen a un segundo plano. Tanto fue así que durante los Juegos Olímpicos de 1992 tanto Jordan como Pippen trataron de dejar en evidencia al croata a base de desplegar un juego de altísimo nivel cuando ambas selecciones se enfrentaron.
"Entendí que tendría que ganarme el respeto", dijo Kukoc en una entrevista con Zach Lowe de ESPN. "Estaba llegando al mejor equipo del mundo. Tienes que dejar de lado todo tu ego y orgullo. No importa si eras bueno en Europa. Estuve bien con eso". El hecho de que Krause fuese su máximo valedor no le ayudó a entrar con buen pie en el equipo, una figura que el propio Kukoc considera fundamental y con la que no se está siendo del todo justo. "Desearía que Jerry estuviera aquí para decir su parte de la historia", dijo el croata sobre el fallecido ejecutivo en 2017.
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No obstante, todo eso es agua pasada y el alero de Split tardó relativamente poco en demostrar su valía, siendo uno de los jugadores clave en la recta final de aquellos Bulls. "Es fácil que te gusten Michael y Scottie y Dennis y Phil, y me gustan todos. Los amo. Scottie fue el mejor jugador de equipo. Michael siempre será, para mí, el mejor jugador de todos los tiempos. Cambió el juego. global. Todos los jugadores de hoy deberían inclinarse ante él. Pero hay que escuchar al otro lado. Jerry construyó los seis veces campeones. Hay que darle crédito".
"Amo a Scottie", dijo Kukoc. "El tipo que más me ayudó en los primeros dos años fue Scottie. Es muy fácil jugar con él. Nunca sentí que [las críticas] fueran malas. Sentí que estaba tratando de señalarme en la dirección correcta". Un Pippen que desde la retirada del croata siempre que ha tenido oportunidad ha hecho campaña para que este ingrese en el Salón de la Fama, un honor del que todavía se ha visto privado por diferentes razones.
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Su figura, tremendamente infravalorada por su pertenencia a aquellos Bulls, ha pasado de inadvertida para el gran público puesto que Kukoc asumió un rol menor a cambio de servir a los intereses generales del grupo en favor del éxito. "Realmente creo que si hubiese ido a un lugar donde tuviera más la pelota, habría promediado fácilmente 20 [puntos], 7 [rebotes] y 7 [asistencias]", dijo el alero. "Pero nunca cambiaría mi tiempo con los Bulls por los All-Star Games o algo así. Si la gente dice que mis números no son suficientes para el Salón de la Fama, estoy de acuerdo con eso. Cada jugador renunciaría a cualquier cosa para ser parte de esos equipos. Fue el mejor momento de mi carrera", asegura.
Ahondando en la temporada 1997-1998 sobre la que versa la serie documental, Kukoc comenta que espera que se centre más en la parte positiva de ese año y en cómo se llegó al anillo. "No había garantía de que se jugara la próxima temporada", dijo. "¿De quién es la culpa de que el equipo se rompiese?", se pregunta Kukoc. "Eso es trivial. Hicimos felices a todos. Esa es la parte que me gusta recordar. Y de vez en cuando, cuando llueve y hace frío, puedo acceder a YouTube, mirar y recordar los viejos tiempos".
"Phil era bueno manteniéndonos en una burbuja", dijo el croata. "Nos enfocamos en lo que estaba frente a nosotros. Al mirar ['The Last Dance'], voy a descubrir cosas que no tenía idea de que sucedieron", afirma.
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