Saltan las alarmas en Golden State Warriors. En una temporada que ya estaba siendo bastante preocupante debido al rendimiento irregular de los vigentes campeones, ahora van a tener que afrontar un periodo largo e indeterminado sin su principal estrella: Stephen Curry.
El base sufrió una lesión en la jornada del sábado 4 de febrero ante los Mavs, la cual se ha traducido en un desgarro parcial de los ligamentos tibiofibulares superiores y de la membrana interósea de la rodilla izquierda. Una ausencia que, en palabras de Steve Kerr, "no es una lesión que le vaya a dejar fuera el resto de la temporada. Volverá más pronto que tarde". De hecho, Monte Poole de NBC reportó que se perdería 5 partidos.
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La parte positiva para los intereses de Golden State es que resta muy poco para la pausa del All-Star Weekend, por lo que, pasado el último duelo, habrá 9 días sin encuentros en donde el base trabajará en recuperarse físicamente.
Aun con todo, perder a alguien del calibre de Curry tendrá un impacto notable, es momento de analizar cómo pueden salir adelante los Warriors sin su estrella.
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¿Cómo impacta la lesión de Stephen Curry a los Warriors?
El balance de los Golden State Warriors sin Stephen Curry en esta temporada es de 9 victorias y 9 derrotas. Un registro al que hay que poner en contexto. En los primeros 8 compromisos que los californianos afrontaron sin la estrella cayeron en 6 de ellos con 4 de manera consecutiva. Posteriormente llegaron a encadenar 5 triunfos sin Steph hasta igualarse ambos números en el casillero general. ¿Qué significa esto? Que los de Steve Kerr son un equipo absolutamente impredecible cuando Curry no está presente.
La falta de una estrella que resuelve tantos problemas como Steph hace que este sea su termómetro. El base es el máximo anotador, el jugador que más uso ofensivo acumula y el segundo que más asistencias produce, casi empatado con Draymond Green. Reemplazarle no es una cuestión sencilla de resolver, menos en la actual situación del equipo. Más cuando el contraste entre cuando juega y cuando no es tan mayúsculo:
- Cuando Curry está en cancha: +5,05 de net rating
- Cuando Curry no está en cancha: -6,15 de net rating
El modo que los Warriors salieron del paso en otros momentos de esta campaña en los que Curry causó baja fue dando entrada a Jordan Poole en el quinteto inicial. Esta decisión tan sencilla y evidente causa un desajuste automático en las rotaciones. Y es que Golden State tiene un problema de profundidad en su segunda unidad, de tal modo que no hay otro en el banco que ocupe los minutos de Poole. Toda esa responsabilidad recae en Donte DiVincenzo y Jonathan Kuminga, que están lejos de poder impactar notablemente.
Lo que va a marcar la diferencia entre esta ausencia de Steph y las otras de este curso es que ahora Andrew Wiggins sí estará disponible. El canadiense solo ha jugado 33 partidos debido a problemas físicos en un tobillo, entrando y saliendo de la rotación varias veces. Wiggins le da otro empaque a la rotación de Kerr y junto a Thompson puede ayudar a los de la Bahía a mantenerse en la tabla.
No obstante, el calendario que Golden State tiene por delante no invita al optimismo. No tanto por la entidad de sus rivales sino por el momento que atraviesan. En las próximas semanas han de enfrentarse a Thunder, Blazers, Lakers (por partida doble), Clippers (dos partidos también), Rockets y Wolves. De entre estos solamente la visita de Houston al Chase Center será el compromiso más asequible. El resto se encuentran en plena batalla por entrar o evitar el Play-In en la Conferencia Oeste y tras haber superado el trade deadline más de uno se habrá reforzado.
Esos 5 partidos potenciales de baja de Curry son una visión bastante optimista de una lesión que puede acabar alargándose más. El problema es que ahora mismo Golden State está en 8º lugar (27-26) con tan solo 2,5 partidos de distancia respecto del 13er puesto. Un paso en falso y toda la temporada puede peligrar.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.