En esta atípica temporada NBA en la que el campeón no ha sido coronado en el mes de junio como marca la tradición y donde todavía el trono sigue vacante, los Portland Trail Blazers han conseguido algo que en condiciones normales habría sido imposible: tiempo. Tiempo para que su juego interior conformado por Jusuf Nurkic y Zach Collins ultimasen sus respectivas rehabilitaciones para llegar en plenas condiciones físicas a una reanudación de la competición en la que se espera que el equipo de Oregon se aproveche para alcanzar el octavo puesto que da acceso a los Playoffs.
La campaña de los hombres de Terry Stotts ha sido de todo menos sencilla. Las lesiones han asolado de manera continua a los Blazers que una y otra vez han tenido que reinventarse para poder sacar adelante cada velada. El reemplazo natural para la baja de larga duración de Nurkic, Hassan Whiteside, no ha acabado por rendir como se esperaba en el costado defensivo lo que, unido a la posterior lesión de Collins y la no incorporación finalmente de Pau Gasol dejó al equipo bajo mínimos en lo que a juego interior se refiere. Las pruebas en esas posiciones fueron muy variadas, incluyendo a Anthony Tolliver, Skal Labissiere y Carmelo Anthony, siendo este último quien más tiempo ha invertido como acompañante de Whiteside.
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Esta desoladora situación a la que cabe añadir la baja de larga duración de Rodney Hood y las intermitentes ausencias de Damian Lillard han hecho que los Blazers hayan pasado de ser finalista del Oeste en el pasado curso a ocupar la novena posición con 29-37 de balance.
A pesar de todo esto, Portland empieza a ver la luz al final del túnel pues gracias a la pausa de cuatro meses debido a la suspensión de la temporada están en disposición de poder contar y alinear tanto al pivote bosnio como al jugador formado en Gonzaga. Esto va a suponer una versión inédita de los Blazers en lo que llevamos de curso con una mayor presencia, versatilidad y capacidad de intimidación pues han pasado de ser la 16ª mejor defensa (109 puntos recibidos por 100 posesiones) a la 27ª (113,6) en apenas una temporada.
"Podremos hacer más cosas en defensa y tener más protección en el aro", dijo Zach Collins a los medios. "Vamos a colapsar la pintura, vamos a obligar a los equipos a hacer jugadas largas, y ahora tenemos el personal para hacerlo", avisó.
Pero no todo va a ser tan sencillo. Tras prácticamente un año alejados de las canchas la vuelta va a requerir un proceso de readaptación, con una comunicación perfecta y un guion a seguir. "Creo que buscarnos es lo más importante", seguía el joven jugador de los Blazers. "Creo que esas acciones de poste alto a poste bajo, ya sea con Nurkic, entre Hassan y Nurkic o entre Hassan y yo, creo que podría ser bastante letal".
"Mientras nos busquemos y nos comuniquemos, creo que hay muchas cosas que podemos hacer mejor ofensivamente en cuanto a jugar con dos grandes. Realmente nos ayudará cuando llegue el momento del partido".
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En el caso de Collins al menos pudo disputar 3 partidos en la presente temporada con 9 puntos y 4 rebotes de media antes de dislocarse el hombro izquierdo contra los Dallas Mavericks en el mes de octubre, mientras que en el caso de Nurkic el problema viene de largo ya que el 25 de marzo de 2019 se lesionó de gravedad su pierna izquierda en una escalofriante caída que le ha impedido tomar parte con el equipo desde entonces. El regreso del bosnio estaba previsto para el mes de marzo de 2020 pero la suspensión de la temporada alargó los plazos, beneficiando una vuelta más segura y en mejores condiciones.
Por lo pronto el equipo de Oregon tendrá tres amistosos antes de que se reinicie la temporada donde probablemente veamos los primeros minutos de ambos interiores en mucho tiempo. Pacers, Raptors y Thunder serán sus primeros rivales en una preparación express antes de reiniciar la competición frente a Memphis Grizzlies el 31 de julio e ir en busca del billete a los Playoffs.
Lillard y su faceta musical
Los largos periodos de tiempo libre que están teniendo los jugadores entre entrenamiento y entrenamiento antes de que la competición vuelva está haciendo que muchos busquen diferentes formas de entretenerse. Mientras algunos apuestan por la pesca, los juegos de mesa o el juego online, otros como Damian Lillard han venido preparados al campus de Orlando para expresarse de un modo muy diferente al que nos tiene acostumbrados.
Es de sobra conocida la faceta musical de la estrella de los Blazers que bajo el apodo de Dame D.O.L.L.A ha publicado diferentes mixtapes y singles. Es por ello que ha decidido tomar ventaja de esos parones para grabar nuevas canciones. La habitación de Lillard está equipada con un micrófono colocado en un soporte, auriculares, ordenador portátil con software de grabación e interfaz de audio para controlar todo. Dijo que la gruesa alfombra de su habitación debería ayudar a la calidad del sonido.
"Vi gente que decía que habría quejas de que grabara música, pero no tengo altavoces. Todo está en los auriculares", dijo. "Estoy hablando en voz alta, pero no gritando a toda velocidad. Nadie me va a escuchar rapear".
El mes pasado, Lillard lanzó "Goat Spirit" con Raphael Saadiq y "Blacklist", una canción que aborda la brutalidad policial. Una canción que se sintió obligado a lanzar después del asesinato de George Floyd.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.