Rookies brillantes ha habido muchos y de sobra conocidos. Novatos que por sus logros antes de llegar a la NBA o simplemente por las expectativas que se tenían de ellos era de esperar que alcanzasen un nivel por encima de la media. Por otro lado, los hay que debido a que su clase del Draft no era muy potente y la rivalidad apenas existía se dio por hecho que ganarían el galardón al debutante del año. Una circunstancia que, en cierta medida, resta algo de emoción a la siempre interesante batalla por el premio y desvía la atención de lo que debería ser una de las historias de la temporada. En esta 2022-2023 ese es el caso de Paolo Banchero.
En todo el siglo XXI únicamente Carmelo Anthony y Luka Doncic habían conseguido promediar más de 20 puntos, 6 rebotes y 1 robo en su año de novato, ahora se les ha unido el último #1 del Draft como es la figura de Orlando Magic. Banchero está pasando por debajo del radar en una campaña de récords anotadores, de una intensa batalla por el MVP y donde cada noche hay un gran partido que seguir. Sin embargo no debería ser así.
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El joven formado en Duke se esperaba que estuviese listo para impactar a su llegada a la NBA. Un físico privilegiado, un gran talento para anotar y un estilo muy marcado eran aspectos que jugaban a su favor, pero al trasladar eso del papel a la realidad muchos se quedan por el camino. Banchero no solo está soportando la carga de ser el #1 del Draft y el máximo favorito al Rookie del año, sino que está demostrando que puede superar la etiqueta de jugador unidimensional que le acompañaba.
Y, contra todo pronóstico, Orlando Magic ha sido más competitivo, en parte gracias al impacto de Banchero.
El novato está liderando en anotación (20,3), tiros por partido (15,5), es cuarto en rebotes (6,5), tercero en asistencias (3,7) y tercero en robos (1,0). Son palabras mayores si se tiene en cuenta que, además, viene lanzando al 36% en triples (2 tiros de media) cuando en la universidad tiraba al 33% y en instituto al 19%. La progresión del nativo de Seattle está superando con creces las previsiones.
“He estado trabajando mucho”, dijo Banchero a The Athletic recientemente. “Hago lo que sea para obtener sesiones de tiro extra, trabajo extra, trabajar en mis piernas, equilibrio y tiro… Cada tiro que hago tengo mucha confianza y simplemente dejo que el juego venga a mí. No intentar forzarlo, presionarme o alcanzar un determinado hito estadístico. Solo estoy tratando de salir y ganar, y creo que está valiendo la pena”.
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Una ética de trabajo no muy común en los rookies y que no está pasando por alto para los más veteranos en esta liga
“No es un novato normal. No lo es en absoluto. Tiene hambre. Quiere ser grande. Está dispuesto a aprender. Quiere ser entrenado", explicó hace poco Gary Harris en The Rookie Wire. "Lo está asimilando todo sobre la marcha y tiene 20 años, así que esto es mucho para él. Llegados a mitad de temporada nunca he visto a nadie entrar a la liga como él llegó con su foco, concentración y lo maduro que es. Ya es especial".
Su talento individual le permite conseguir casi cualquier acción que se proponga, atreviéndose poco a poco con tiros en suspensión, stepbacks y aclarados de alto uso de bote. Sin ir más lejos, Banchero es más eficiente en isolations (0,89 puntos por posesión) que otros como LeBron James (0,85) o Ja Morant (0,85).
Todo ello mientras progresa como creador de juego en acciones como estas donde solo falta un poco de acierto de sus compañeros:
Más allá de sus 3,7 asistencias, el rookie es el tercero entre los debutantes que más puntos produce a través de asistencia, dando 9,3 tantos a sus compañeros gracias a sus pases. Sorprendentemente, esta cifra podría ser incluso superior ya que se trata del novato que más pasa el balón de media por noche (40,6), con una notable diferencia respecto de Jaden Ivey que es segundo (34).
De convertir todos los pases terminales en canastas sus compañeros podría estar promediando 7 asistencias por encuentro. Una salvajada estadística que sirve para poner en perspectiva el potencial de Banchero más allá de su condición de anotador.
Si a esto se le añade que Orlando ha dado un enorme paso adelante tras comenzar de un modo negativo el curso (5-20), consiguiendo una marca de 15-11 (48,2%) que les da el 9º mejor balance desde entonces de toda la liga. Los de Florida están comenzando a emerger, la segunda mitad del curso puede elevarles al Play-In y Banchero es el gran responsable de ello.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.