San Lorenzo vive momentos únicos y completamente históricos para un club de muchísima tradición en Argentina. Hace unos días se materializó la soñada, deseada y esperada "Vuelta a Boedo", un regreso a las raíces de los comienzos del barrio de esta marca registrada del fútbol del país. Pero el básquet, al mismo tiempo, escribió una página dorada y hasta ahora inédita en la rica historia de la Liga Nacional. Porque el Ciclón, en la noche del jueves, logró lo que nadie había hecho: ganar 4 campeonatos consecutivos del máximo torneo de clubes.
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La sufrida consagración llegó tras una apasionante y disputada serie ante Instituto de Córdoba, un genial rival que puso a temblar esta dinastía del Cuervo como nadie lo había podido hacer en estos años. La Gloria lo llevó hasta el Juego 7, donde la jerarquía individual de los dirigidos por Gonzalo García terminó pesando para el 79-71 final que estampó el 4-3 y desató el delirio del Polideportivo Roberto Pando. Un estadio que, entre festejos, alegría y sonrisas, supo reconocer a ese obrero interminable que le da un toque NBA a este plantel.
¡Felicitaciones, Ciclón! 🏆🏆🏆🏆
— NBA Latam (@NBALatam) July 5, 2019
El tetracampeón argentino será parte del NBA G-League International Challenge que se disputará en Montevideo 🇺🇾 junto a un conjunto de la @nbagleague, @Flamengo, @FCBayernES y la Selección Nacional de Uruguay. https://t.co/rVcMEYTg5e
Hablamos de Joel Anthony, el pivote canadiense de 36 años que completó su segunda campaña en el club y fue -como siempre a lo largo de su carrera- un trabajador silencioso, constante y necesario para un equipo con aspiraciones. El dos veces campeón de la NBA con aquel Miami Heat de LeBron James hizo lo suyo como siempre: en el J7, fue valioso en defensa y terminó con 6 puntos (3-4 dobles) y 4 rebotes (todos en ataque) en 19 minutos.
Su intensidad y entrega estuvieron en cada momento, y eso es lo que lleva al reconocimiento del público, que supo entonar un "olé, olé olé, Joel, Joel" en plenos festejos. Ahí, ya con el triunfo consumado, el pivote rompió su habitual expresión seria y se entregó a las sonrisas ante cada persona que lo frenó y le pidió una foto o un saludo. Sí, lejos de casa, después de una carrera larga y de pergaminos (566 partidos NBA), Anthony recibe el amor de un público que, seguramente, nunca imaginó.
"Le doy las gracias a los fans. Han sido pasionales y nos hay apoyado durante todo el año. Ha sido una gran experiencia para mí. Venir al extranjero y tener este tipo de contacto con los hinchas, poder interactuar y demás, ha sido genial. Será una experiencia que recordaré siempre", describió para NBA.com.
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Anthony ha sido vital en este campeonato, con promedios de 8,0 puntos (60% campo), 6,3 recobres y 1,2 tapones en 21,5 minutos durante la campaña de la Liga Nacional. Siempre presente en un plantel repleto de talento y jerarquía individual que marca el pulso de la Liga. "Es increíble ser parte de la historia con este equipo. Hemos construido un gran grupo, unido, en donde todos trabajamos y nos esforzamos para conseguir victorias. Tener la chance de competir por campeonatos a esta altura de mi carrera es genial. No doy nada por sentado, así que estoy muy agradecido por esta oportunidad", agregó.
La explosión de Canadá con los Raptors
Joel tuvo su tiempo para comentar sobre la consagración de Toronto en las recientes Finales ante Golden State Warriors, un momento completamente histórico para el país. "El momento es realmente increíble. Ver lo que ha significado el campeonato para Toronto y para el país ha sido asombroso, porque dejaron un impacto tremendo en la gente a partir del logro. Siempre seguí lo que pasaba en la franquicia desde que llegó a la NBA, y ha ido creciendo de manera sostenida a lo largo de los años. Es una orgnización seria, que construyó un gran equipo y pudo sumar un jugador como Kawhi Leonard que lo llevó al siguiente nivel", analizó.
Y claro, como buen canadiense, desea que el próximo paso sea una gran actuación con el seleccionado en el Mundial de China, algo que -pese al talento individual- se viene postergando con el paso de los años. "Tenemos un grupo de jóvenes talentosos y trabajadores que están listos para afrontar una competencia de exigencia y tienen las herramientas para tener éxito. Yo ya estuve en su lugar siendo más chico, y ahora es su momento, porque además de ser jóvenes también tienen experiencia. Será una gran oportunidad", remarcó un Joel que empieza a mirar el final de su carrera.
"Tengo 36 años y debo analizar lo que sigue para mí. Puedo continuar jugando o puedo tomar el camino del retiro. Tengo una hija pequeña además, y la familia es parte de la situación a analizar. Me tomaré un tiempo para pensar y veré cómo sigue esto para mí", cerró.
San Lorenzo, el club que en 2016 se convirtió en el primer argentino en jugar contra un equipo NBA (ante los Raptors en la pretemporada). Ese que viene creciendo como institución y se transformó en una marca atractiva a nivel internacional, el mismo que venció a Real Madrid y Barcelona en otra pretemporada en 2017, el que ganó las últimas dos Liga de las Américas y que en septiembre irá a Uruguay para el NBA G-League International Challenge, continúa un camino maravilloso. Un camino con un toque canadiense y de NBA.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
