Un 9 de mayo de 2001, en medio de las Semifinales de conferencia, Philadelphia 76ers recibía Toronto Raptors en el segundo encuentro de la serie. Un partido que será recordado por su principal protagonista, Allen Iverson, quien brindó uno de los mejores shows que se recuerden en la postemporada, anotando lo que por entonces fue su mejor marca en esta instancia: 54 puntos frente a Toronto Raptors, para la victoria por 97-92.
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Toronto venía de ganar la primera serie de Playoffs de su historia en la ronda inicial contra New York, y en las Semifinales se encontraba ante un equipo como Philadelphia 76ers que contaba con un jugador que estaba dominando la competencia: Allen Iverson. Los de Canadá, incluso, sorprendieron con una victoria ajustada en el primer choque (96-93), y la ilusión crecía. Pero claro, el escolta de los Sixers tuvo, como lo dice su apodo, "la respuesta".
Iverson fue el líder de un trabajado 97-92 para igualar la serie, en donde anotó lo que por entonces sería la máxima anotación en postemporada: 54 puntos (sí, mucho más de la mitad de su equipo), con 18-34 dobles, 3-5 triples y 9-9 libres, más 5 rebotes, 4 asistencias y un robo en 47 minutos de acción.
Fue una actuación que empezó a agigantar un duelo monumental que tendría contra Vince Carter, la estrella de los Raptors. Los dos dieron un espectáculo en una serie para el recuerdo, que quedó en 7 encuentros para unos 76ers que, en definitiva, llegarían hasta las Finales (derrota ante los Lakers de Shaquille O'Neal y Kobe Bryant).
Iverson promedió 33,7 puntos, 4,4 rebotes, 6,9 asistencias y 3,1 robos en la eliminatoria; mientras que Vince se fue con 30,4 tantos, 6 recobres, 5,6 pases gol, 1,9 robos y 2 tapones. Un espectáculo único y memorable.
El protagonista
Allen Iverson ha sido uno de los indispensables del nuevo milenio de la NBA, un jugador que marcó una época con un estilo y personalidad particular (por momentos polémica), y con una capacidad anotadora como pocas veces se encontró en la liga.
En aquellos Playoffs del 2001 y luego de coronarse como el MVP de la temporada, llevaría a los 76ers hasta las Finales, promediando 32,9 tantos, 4,7 rebotes, 6,1 asistencias y 2,4 rebotes en 46,2 minutos. Una producción descomunal dentro de un equipo con escaso talento pero que, gracias a él, llegó hasta el límite de sus posibilidades.
Otras cosas que sucedieron hoy
- 1983: George y Gordon Gund, copropietarios de The Coliseum, asumieron la propiedad de los Cleveland Cavaliers.
- 1988: Las antiguas leyendas de la NBA Lenny Wilkens y K. C. Jones fueron incluidos en el Salón de la Fama del básquet. Wilkens volvería a recibir la llamada del Salón 10 años después, cuando fue incluido como entrenador.
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Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.