Seguimos conociendo a los mejores proyecto del NBA Draft 2021 y en este caso le llega el turno a Jaden Springer, un 1-2 surgido de la Universidad de Tennessee, donde apenas disputó una campaña. En un equipo con mucho talento en el perímetro (el atlético Keon Johnson y el uruguayo Santiago Vescovi), el oriundo de Charlotte alternó titularidad (15) y suplencia (10), promediando 12,5 puntos, 3,5 rebotes y 2,9 asistencias en 25,9 minutos por presentación.
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Uno de los primeros puntos que destaca de Springer es su capacidad física, especialmente para un jugador de apenas 18 años (cumple 19 recién en septiembre). Hablamos de un guardia de 1,93 de estatura con una más que interesante cuota de potencia, la cual no tiene problemas en usar y aprovechar al máximo. Con el desarrollo corporal lógico, puede terminar transformándose en un tanque, aún cuando sus condiciones atléticas no son las ideales.
No solo no le escapa al contacto, sino que lo propone y crea. Incluso ocasionalmente jugando posteado. Tomó 6,2 tiros libres por cada 40 minutos y anotó por encima del 80% de ellos.
Springer llega hasta la pintura con frecuencia y cuando recibe en el perímetro suele tener como prioridad la penetración por encima del triple a pie firme. Algo que le funcionó con éxito en la NCAA, aunque podría no ser lo ideal de cara a la NBA. Puede crear sus puntos con agresividad y buenos recursos.
El problema de Springer es que realmente no es un gran atleta y le cuesta crear separación en base a su velocidad. En la NCAA podía generar esa separación con el choque físico, pero le costará tener esa ventaja frente a jugadores del calibre NBA. Esa falta de explosión seguramente lo limitará como definidor. Lanzó un aceptable aunque no destacado 50% en el área restringida en situaciones de ataques estacionados (sin contar salidas en transición).
Con respecto a su perfil tirador, hay cuestiones positivas y negativas. Lo mejor pasa por sus porcentajes: ya mencionamos su eficacia desde la línea, mientras que lanzó un 43,5% de tres en su única temporada NCAA.
Sin embargo, ese alto porcentaje de acierto puede ser bastante engañoso. Para empezar, llegó en pocos intentos: solo 2,8 triples por cada 40 minutos, un número muy bajo para un guardia. Segundo, su mecánica de tiro no es buena, tomándose demasiado tiempo para sacar el disparo. Y tercero, en Tennessee estuvo limitado a anotar triples a pie firme, mostrando muy poco en cuanto a disparo en movimiento.
Otro interrogante en relación al juego de Springer es su poca experiencia operando una ofensiva como manejador principal, ya que compartía la bola con otros jugadores en Tennessee. De hecho, los 0,8 intentos que tomó por cada 40 minutos desde el pick and roll son por un campo de diferencia, la marca más baja entre los 27 guardias NCAA que identificamos como proyectos del Draft 2021 (el segundo peor fue Joel Ayayi pero ya con 1,7). ¿Producto de su rol en el equipo o falta de condiciones para destacarse en esa acción? Parecería haber un poco de ambas.
Tuvo algunos flashes interesantes como pasador, pero también debe ser más cuidadoso con el balón: totalizó 73 asistencias contra 60 pérdidas, una relación pobre para alguien que ve minutos como base.
Más allá de sus virtudes y defectos en ataque, es en defensa donde probablemente aparece el mayor potencial de Springer. Y es que aún sin ser un gran atleta, se las arregla para ser un marcador positivo, con su buen físico, concentración, fundamentos y predisposición al contacto. Buen marcador individual y siempre se lo ve enfocado en este costado.
Promedió 5,4 rebotes, 1,9 robos y 0,7 tapones por cada 40 minutos, todas marcas interesantes para alguien de su posición. Puede ganarse su lugar en una rotación NBA con su intensidad en este costado.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.