Seguimos poniendo el foco en los mejores proyectos del NBA Draft 2021 y en este le caso le llega el turno a Isaiah Jackson, un pivote de 2,08 metros y 19 años, surgido de la Universidad de Kentucky, donde solo disputó la temporada 2020-2021. ¿Sus promedios? 8,4 puntos, 6,6 rebotes, 2,6 tapones y un 54% de campo en 20,8 minutos por presentación.
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En cuanto al aspecto físico y atlético, Jackson cumple con el perfil de un interior NBA, con correcta estatura, brazos largos y enorme explosión y agilidad. ¿Un defecto? Claramente le falta sumar muchísima potencia física, pesando apenas 93 kilos durante su paso por la NCAA. Necesita fortalecerse para poder ver minutos como cinco, posición en la que se proyecta debido a sus características.
Ofensivamente lo de Jackson es ciertamente limitado. Hablamos de un jugador cuyos puntos llegan mayormente en situaciones de definición, donde pueda aprovechar su velocidad y explosión atlética. Sea reboteando en ataque (algo que hace muy bien), terminando tras una asistencia de un compañero o corriendo la cancha en transición.
Juega sobre el aro y tuvo buenas porcentajes de definición en Kentucky, a pesar de su falta de potencia física: lanzó un sólido 60% de campo dentro del área restringida.
Jackson también puede atacar a pivotes más lentos con algunos dribles básicos y llegar hasta el aro. El problema es que luego no tiene el mejor toque para terminar esas acciones y si no está al lado del aro, no es efectivo. Al punto que encestó un solo disparo en la pintura pero fuera del área restringida (zona de ganchos o flotadoras) en toda la 2020-2021.
El toque es un problema en todo su juego: no anotó ningún triple en 519 minutos (solo tomó dos) y lanzó un 27% (6 de 22) en dobles largos. Una buena en ese sentido pasa por su correcto 70% desde la línea de libres, sobre todo teniendo en cuenta que fue con muchísima frecuencia allí. Igualmente sería importante que desarrolle al menos un tiro a 3 o 4 metros.
El nivel técnico de Jackson es bajo y da muy poco en términos de generación para sus compañeros. Sumó más del doble de pérdidas (38) que de asistencias (18) en Kentucky.
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Más allá de sus virtudes y defectos en ataque, es en defensa donde aparece el mayor potencial de Jackson, con una especialidad absolutamente fuera de serie: las tapas. Hablamos de un jugador que promedió nada menos que 5 tapas por cada 40 minutos en su año de novato en la NCAA.
Lo interesante de Jackson es que no solo puede proteger el aro, sino que también tiene un potencial muy interesante como defensor perimetral, gracias a su combinación de longitud y velocidad. Su producción a la hora de marcar triples ajenos fue sencillamente espectacular: le anotaron solo 15 de 71 (21%) triples defendidos. En la NBA actual siempre se valora al pivote capaz de hacerse sentir en la pintura pero también en la zona exterior.
De todas maneras, no todo es positivo con Jackson en defensa y no es el marcador más confiable ni mucho menos. Su concentración y toma de decisiones están lejos de ser ideales, además de sufrir claramente por su falta de potencia física. Si tenía problemas frente a interiores NCAA más fuertes, qué esperar de lo que pueda pasar en la NBA hasta que no trabaje ese aspecto.
Sus pocos minutos en Kentucky también se vieron influenciados por su incapacidad para defender sin cometer faltas. Fue descalificado varias veces por cinco infracciones, al punto de promediar 5,8 faltas por cada 40 minutos. Es un gran taponador, pero también salta ante cualquier amague y queda fuera de posición o cometiendo infracciones innecesarias. Tiene un techo muy alto en defensa, pero debe mejorar considerablemente (algo lógico a los 19 años, claro).
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
