Se acerca la noche del 18 de noviembre y nosotros seguimos repasando a los mejores proyectos del baloncesto universitario e internacional elegibles para el Draft 2020 de la NBA. Ahora le llegó el turno de nuestro análisis a Nathan Knight, interior surgido de William and Mary.
¿Quién es y cómo juega Knight? Lo analizamos a continuación.
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Información personal
Nathan Knight es un pivote de 2,08 metros y 107 kilogramos, nacido el 20 de septiembre de 1997. Knight jugó sus cuatro temporadas NCAA en William and Mary, de la floja conferencia Colonial Athletic, consolodiándose como uno de los jugadores más productivos de la competencia en estos años: promedió 17,1 puntos, 7,7 rebotes y 1,8 tapas con un 56% de campo a lo largo de su carrera.
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Sus números en la 2019-2020 fueron aún mejores: 20,7 puntos, 10,5 rebotes, 1,8 asistencias, 1,5 tapas y un 52,4% de cancha, siendo elegido como el Mejor Jugador y el Mejor Defensor de la CAA. Un año antes, se había transformado en el primer jugador NCAA desde Tim Duncan en promediar al menos 20 puntos, 8 rebotes, 3 asistencias y 2 tapsa en una misma campaña.
Fortalezas
Knight tiene muy buenas condiciones naturales, sobre todo teniendo en cuenta que puede jugar como cuatro o como cinco. Correcta altura, con brazos largos y buena potencia física. Aún sin las virtudes que ya mencionaremos, esas herramientas le permitiían dominas las pinturas de la CAA: lanzó un 65,9% en situaciones de definición durante la 2019-2020.
De todas maneras, Knight está lejos de ser simplemente un terminador de jugadas, sino que era realmente el iniciador ofensivo de su equipo. La bola estaba en sus manos constantemente (34,7% de uso en la pasada temporada), aprovechando su potencia y buen manejo para atacar el aro. Creativo desde situaciones de uno contra uno y aclarados. Prefiere jugar de frente que de espaldas al aro.
Esta acción para ganar el partido ante Northeastern en el cierre, es una clara muestra de su versatilidad, llevando la bola de aro a aro. Aunque siendo honestos, también marca lo flojo del nivel de competencia.
Vivió en la línea de libres en la NCAA y fue efectivo desde allí: 75% en 9,8 intentos por 40 minutos durante sus últimas dos temporadas.
En la 2019-2020 hizo un claro esfuerzo por lanzar más de tres puntos, tomando 4 triples por 40 minutos (nunca había pasado de 1,7). Su 30,5% de eficacia no fue el mejor, pero es una señal positiva de cara a su evolución.
Promedió 3,2 asistencias por 40 minutos en su carrera, llegando a tener una media excelente de 4,6 por 40 en la 2018-2019.
Fue uno de los reboteros más productivos entre los jugadores disponibles para el Draft: bajó el 29,2% de los tiros fallados por el rival (cualquier marca por encima del 20% es excelente, incluso para un pivote). Sus manos seguras y brazos largos le dan una gran amplitud de espacio corporal.
Integró el Quinteto Ideal Defensivo de la CAA en las últimas dos campañas y fue elegido como el Mejor Defensor de la anterior. Mostró una buena dedicación en este costado, a pesar de su carga ofensiva y se destacó protegiendo el aro: 2,7 tapas por cada 40 minutos en su carrera. Sólido potencial como marcador interno.
Debilidades
Uno de los principales problemas de Knight de cara a su transición al profesionalismo es su falta de capacidad atlética destacada. Buena para el nivel que jugaba, pero pobre en términos NBA. De hecho, en el reciente Draft Combine terminó entre los cinco peores pivotes en tres de las cuatro pruebas atléticas que se realizaron, incluyendo anteúltimo en salto vertical y antepenúltimo en la carrera entre conos.
A su vez, la falta de tiro limita el potencial de Knight: ha dado claras muestras de progreso como triplero, pero aún así registra apenas un 28,3% de tres en su carrera. Y a los 23 años, ya no tiene tanto margen de mejora.
Como dijimos, fue más certero atacando de frente que de espaldas, donde no tiene los movimientos más fluidos y a veces termina tomando algunos disparos poco convencionales o cayendo en pérdidas.
Defensivamente no es tan versátil, faltándole agilidad para salir a marcar fuera de la pintura. Se proyecta como un defensor interior, pero no es un gigante como para brillar en ese rol.
Posición de Draft proyectada: 2° Ronda.
Comparación NBA: En el molde de Zach Randolph.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
