Con la temporada de la NCAA finalizada abruptamente, debido a la expansión del Coronavirus, los mejores prospectos del baloncesto universitario empiezan a declararse elegibles para el Draft 2020 de la NBA. Ahora le llegó el turno de nuestro análisis a Cole Anthony, base que viene de la Universidad de North Carolina.
¿Quién es y cómo juega Anthony, uno de los mejores proyectos de cara al Draft 2020? Lo analizamos a continuación.
Perfiles del Draft: Anthony Edwards | Tre Jones | RJ Hampton | Devin Vassell | Kenyon Martin Jr. | Obi Toppin | Patrick Williams | James Wiseman | Xavier Tillman | Killian Tillie | Onyeka Okongwu | Tyrese Haliburton | Daniel Oturu | Jordan Nwora | Ashton Hagans | Tyrese Maxey | Udoka Azubuike | Cassius Winston | LaMelo Ball
Información personal
Cole Anthony es un base de 1,90 de estatura y 86 kilogramos, nacido el 15 de mayo del 2000 en Portland. Hijo del ex NBA Greg Anthony, Cole se transformó desde muy joven en uno de los mejores prospectos del básquet de secundaria, primero brillando en la ciudad de New York y eventualmente en la súper prestigiosa Oak Hill de Virginia. Su nivel lo llevó a ser considerado como el segundo mejor jugador de la Clase 2019 por ESPN, optando finalmente por seguir su carrera en North Carolina.
Anthony jugó 22 partidos en su única temporada con los Tar Heels, promediando 18,5 puntos, 5,7 rebotes, 4 asistencias, 1,3 robos, un 38% de campo y un 75% en tiros libres. Su rendimiento le alcanzó para ser elegido al Tercer Quinteto Ideal de la Conferencia ACC.
Fortalezas
Anthony tiene buena altura para la posición de base y es un jugador eléctrico, con muy buena velocidad y bastante explosión.
Ofensivamente, posee muchísimos recursos y se proyecta como un anotador prolífico. No cualquier jugador promedia 18,5 puntos en su temporada de novato, en una universidad del nivel de North Carolina. De hecho, de 1992 a esta parte, el otro que superó su media fue Tyler Hansbrough, con 18,7. Por atrás quedaron por ejemplo Coby White (16,1), Harrison Barnes (15,6), Antawn Jamison (15,1), Raymond Felton (12,9) y hasta Jerry Stackhouse (12,2).
Cole Anthony's tough shot-making ability is pretty wild pic.twitter.com/R2NGfm00cG
— Jackson Frank (@jackfrank_jjf) April 10, 2020
Anthony tiene buena mano para el tiro de tres puntos y si bien su 35% en la NCAA no fue el mejor, hay que tener en cuenta que lo consiguió tomando 6,4 triples por partido. Considerando el volumen, su porcentaje no es malo y más aún si incluimos su versatilidad como tirador: puede lanzar desde el drible o en catch and shoot, mostrando una muy buena mecánica.
Su disparo en movimiento es extremadamente fluido y lo saca con muchísima facilidad. Esto le agrega una dimensión peligrosa a su juego de pick and roll, siendo capaz de castigar a las defensas desde diferentes sectores del campo.
El nacido en Portland se siente muy cómodo con el balón en las manos y es creativo con él. Aprovecha su velocidad y muy buen manejo para llegar hasta el aro, mostrándose como un jugador vertical y que toma decisiones constantemente.
Tomó 5,8 tiros libres en 35 minutos en UNC, anotando el 75% de ellos. Claramente tiene potencial como para subir ese porcentaje.
Defensivamente es un jugador muy dedicado y con un alto nivel de energía. Tiene la velocidad como para mantenerse con los bases contrarios y tuvo un interesante promedio de robos en su única campaña en UNC. Incluso, es capaz de sorprender con buenas tapas y rotaciones para proteger el aro.
Monster rim protection from Cole Anthony pic.twitter.com/eFXhwqP5wK
— Jackson Frank (@jackfrank_jjf) April 10, 2020
Excelente rebotero para su estatura: 5,7 de media en la 2019-2020.
Debilidades
Más allá de su estatura, el perfil físico de Anthony no es el mejor, especialmente en cuanto a alcance de brazos, teniendo una de las peores relaciones altura/longitud del Draft 2020.
A su vez, es un jugador más veloz que potente, lo cual se ve reflejado en sus malos porcentajes como definidor: según Hoop-Math, anotó apenas un 53% de sus intentos junto al aro, mientras que su 40% en dobles es malo. Al punto que es el más bajo entre los 87 jugadores que anotaron al menos 18 puntos en la 2019-2020 de la NCAA.
Claro que ese mal rendimiento no solo hay que vincularlo a problemas para definir: su selección de tiro no es nada buena, abusa de los dobles largos y fuerza disparos sin demasiado sentido, temprano en las posesiones. Sus 15,7 intentos al aro fueron la tercera cifra más alta entre novatos, apenas por debajo de los 15,8 del potencial uno del Draft, Anthony Edwards.
A su vez, esa floja lectura de juego también impacta su aporte como generador de juego. Anthony está muy lejos de destacarse como pasador y su relación de asistencias (88) vs pérdidas (77) es pobre.
En defensa, su bajo alcance de brazos y falta de potencia le quitan versatilidad: está prácticamente obligado a defender bases y va a ser superado por rivales más fuertes y explosivos. Buen defensor, pero probablemente no uno de impacto.
Posición de Draft proyectada: Pick de Lotería.
Comparación NBA: Kemba Walker, JJ Barea de 1,90.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.