Tan solo tres franquicias han logrado sobrevivir al implacable paso del tiempo desde que la NBA echase a andar bajo las siglas de la BAA en 1946: Warriors, Boston Celtics y New York Knicks. De estas tres, la última ha sido quien mejor ha preservado el espíritu original con el que arrancó la liga a mediados de la década de 1940, una organización emplazada en un enclave económico, perceptible de recibir más atención mediática y de apelar a un mayor volumen de gente independientemente de cómo fuese el equipo deportivamente.
Las bases de la NBA se sustentan en la unión de los dueños de los principales estadios de la liga de hockey profesional con el objetivo de mantener en activo estos lugares cuando no había encuentros de la AHL. Con el paso del tiempo y el afianzamiento de la propia NBA a nivel nacional e internacional, esta organización sobrepasaría con creces los límites de su cometido original, estableciéndose como una entidad de renombre mundial y que se ha convertido en un negocio multimillonario que atrae a aficionados venidos de todas partes del globo.
Sin embargo, esto no fue siempre así. Los primeros años de existencia de la liga fueron muy duros en lo económico, pues los gastos eran altos en relación a los beneficios y el interés del público era muy variable. Sin la televisión asentada como un medio de masas las dos únicas formas de seguir a un equipo eran la radio y acudir al estadio de turno.
Durante la primera etapa de la liga Nueva York se convirtió en la capital de facto de la NBA aprovechando la importancia que el baloncesto universitario había tenido en las décadas previas. La liga realizó un gran esfuerzo por mostrar a sus mejores jugadores y equipos en el escenario más proclive a que más aficionados pudiesen vivir in situ el juego. Eso significaba realizar los conocidos como doubleheaders, dos encuentros consecutivos en una misma velada que podían incluir a 4 conjuntos de la propia NBA o bien una exhibición o un partido amateur antes del plato principal.
De ese modo el tercer Madison Square Garden y la 69th Regiment Armory se convirtieron en los epicentros de la liga en Estados Unidos, siendo habitual ver a dos equipos ajenos a la ciudad de Nueva York disputar un encuentro de Fase Regular. En esas ocasiones la promoción variaba notablemente, poniendo el foco en el mejor jugador, siendo el ejemplo más evidente la llegada de los Minneapolis Lakers con el eslogan de George Mikan vs. Knicks en 1949.
Por ello, en la segunda temporada de existencia de esta competición (1947-1948) Eddie Gottlieb, el encargado de realizar los calendarios de la liga durante varias décadas, tuvo claro que los Knicks debían aprovechar las dimensiones de su gran mercado y el hecho de que durante el periodo navideño la población de Nueva York crecía notablemente para sacar rédito, del tipo que fuese. Las alternativas de ocio que existían en aquel entonces a nivel deportivo no eran muy amplias, por lo que la BAA lo tuvo claro y eligió el Madison como campo de pruebas.
Aquel primer duelo enfrentó a los Knicks contra los Providence Steamrollers en un choque que recogió a más de 15.000 personas, un récord para la época, y sirvió como justificación para que en adelante siempre hubiese un partido NBA en la ciudad de Nueva York durante el 25 de diciembre.
Los encuentros en esta fecha fueron convirtiéndose en algo innegociable para la liga y para los propios Knicks, que en los años siguientes se medirían a los Chicago Stags (1948), Philadelphia Warriors (1950) o Fort Wayne Pistons (1951). Entre 1947 y la primera retransmisión nacional por televisión de un encuentro en el día de Navidad (1967, Lakers vs. Rockets), la franquicia neoyorquina solo faltó en dos ocasiones a su cita navideña: 1949 y 1958.
Solo los tramos en los que los Knickerbockers han pasado por apuros en lo competitivo han causado baja durante el 25 de diciembre, siendo un fijo en la composición del calendario, más si cabe conforme se ha ido asentando su presencia como una tradición navideña en la NBA.
De las 74 ocasiones en la que se han disputado partidos oficiales en el día de Navidad (solo en 1998 por el lockout no hubo) los Knicks han sido la franquicia que en más ocasiones ha jugado con un total de 55 y un balance de 23-32. De todos estos compromisos solamente 8 sucedieron lejos del Madison Square Garden, uniendo para siempre la relación entre el estadio neoyorquino y la Navidad NBA.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.