Los Milwaukee Bucks probablemente esperaban cierto desplome después de perder a sus dos mejores defensores, Jrue Holiday y Jevon Carter, antes del inicio de esta temporada. Pero el paso atrás experimentado en este curso los ha llevado a pasar de ser el cuarto mejor equipo el pasado año a ocupar el 19º puesto ahora mismo.
Y lo peor, están yendo en la dirección equivocada.
Milwaukee ha perdido cuatro de sus últimos seis partidos, ganando a los Spurs de manera apretada y a los Celtics en la segunda noche de un back-to-back incluyendo una prórroga.
Gran parte de los problemas del equipo se han atribuido a Damian Lillard, como si fuese el responsable de todo. Pero la verdad es que sus deficiencias atrás tienen raíces mucho más profundas y preocupantes.
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Por qué la mala defensa de los Bucks no es culpa de Damian Lillard
Hay que empezar dejando algo claro: Lillard no es un gran defensor. Su tamaño siempre lo convertirá en un lastre. Su defensa en transición genera problemas y lo llega bien a puntear los tiros. Sin embargo, está contribuyendo más de lo que se le atribuye en ese extremo de la cancha.
La mayoría de las veces, Dame hará las rotaciones correctas (y muchas veces siendo difíciles). Lidera a los Bucks en faltas en ataque forzadas y cabe destacar su trabajo atrás para ganar a Portland en noviembre.
Lillard también suele ser sólido a la hora de ejecutar los esquemas del equipo, dejando buenas sensaciones a la hora de evitar bloqueos del rival o en esquemas de cambio.
Las estadísticas avanzadas respaldan esa imagen de la defensa de Lillard. Su +0,4 en defensive Estimated Plus-Minus, que es una de las métricas globales más respetadas que existen, es el mejor que ha tenido en años. Se ubica en el percentil 70 entre todos los defensores de la liga. Esa métrica también muestra a su suplente, Cameron Payne, como un riesgo significativamente mayor y uno de los peores en este costado de la NBA.
Dicho todo esto, la estrella no es tan bueno como los defensores perimetrales de primer nivel que tenían los Bucks el año pasado. Y él mismo lo reconoce.
"No voy a venir aquí y ser Jrue Holiday", le dijo Lillard a Steve Aschburner de NBA.com al comienzo de la temporada. "Pero la gente contra la que juego te dirá que no soy presa fácil".
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El rendimiento de los Bucks en los bloqueos debe mejorar
Giannis Antetokounmpo explicó los problemas defensivos del equipo a Eric Nehm de The Athletic después de la derrota por 112-108 ante los Rockets el sábado 6 de enero. Uno de los puntos principales en los que insistió fue pasar mejor los bloqueos y frentar a la estrella rival.
“No podemos quedarnos en cada pantallas. Morimos en las pantallas, incluyéndome a mí”, dijo Giannis. "Los rivales simplemente estaban diviendo en línea recta, llegando a la pintura", añadió.
Brook Lopez fue incluido en el mejor equipo defensivo la temporada pasada y todavía está rindiendo a un nivel extremadamente alto, pero no hay mucho que pueda hacer si los bases rivales pasan volando al lado suyo y van directos al aro. La defensa de los Bucks ha sido mediocre en todos los ámbitos, tanto en las acciones de bloqueo como en los enfrentamientos uno contra uno.
Parte de esa cuestión de la defensa perimetral es tiene que ver con una cuestión de personal. Malik Beasley ha sido el stopper de facto del equipo y no es el más adecuado para ese papel. Si bien hizo todo lo posible, se está demostrando como un jugador limitado como ya lució en Timberwolves y Lakers. Por otro lado, Khris Middleton también ha dado un paso atrás y actualmente es un defensor por debajo del promedio.
Los problemas se han vuelto tan graves que los Bucks le dieron una oportunidad al novato Andre Jackson Jr en lugar del ausente Lillard contra Utah Jazz. La baja de Dame (debido a razones personales) no ayudó a la defensa: el rival anotó 132 puntos en una gran victoria, alcanzando su máximo desde principios de temporada.
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Los Bucks necesitan mejores planes de partido
Bajo la dirección de Mike Budenholzer, los Bucks siempre supieron lo que iban a hacer en defensa. Su base se basaba en cerrar el aro, incluso si eso significaba permitir muchos triples.
No ha ocurrido lo mismo con Adrian Griffin. Comenzaron el año con una defensa en cambio, subiendo a Lopez en la línea defensiva antes de volver a posicionarlo más cerca de la canasta. Meses después todavía no tienen una identidad defensiva, según Antetokounmpo.
“¿Cuál es nuestra estrategia?”, preguntó retóricamente el griego. “¿Vamos a conceder muchos triples abiertos? ¿Vamos a dejar que se metan en la pintura? Cuando ellos entren en el poste, ¿nos quedaremos con los nuestros y jugaremos el uno contra uno? ¿Cuál es nuestra estrategia? Ahora mismo lo estamos dando todo. Estamos dándolo todo".
Antetokounmpo no dudó en criticar a todo el mundo el pasado sábado.
"Tenemos que ser mejor entrenados", aseguró en una alocución algo cómica donde apeló incluso al encargado del material, diciendo que "tiene que lavar mejor nuestra ropa".
Las camisetas lucen nuevas, pero los problemas de los Bucks persisten. Griffin necesita forjar una identidad como lo hizo su predecesor.
Antetokounmpo tiene razón en que los problemas no pertenecen simplemente a Griffin, Lillard o cualquier otro miembro. Hay un montón de agujeros que tapar y la defensa de Milwaukee continúa hundiéndose.
