Año I sin Michael Jordan: ¿Cómo era la NBA en la temporada 1993-1994 luego de su primer retiro?

Sergio Rabinal

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El impacto del primer retiro de Michael Jordan golpeó de lleno en los corazones de los aficionados, así como en las aspiraciones de repetir título de los Chicago Bulls por cuarto año consecutivo. Sin embargo, en el resto de la competición la noticia fue recibida con poco menos que los brazos abiertos, pues se abría de lleno una ventana de oportunidad para designar a un nuevo campeón. El trono de la NBA estaba vacío y no eran pocos aquellos que ansiaban con asaltarlo y consagrarse como los nuevos reyes de la competición.

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Como resultado de esa hegemonía ausente se desarrollaría una batalla sin cuartel entre todos los contendientes, a través de una temporada regular sumamente abierta, con focos dispersos por toda la geografía y que dividiría la década de los 1990s en dos partes.

Premios individuales

MVP Hakeem Olajuwon Rookie del año Chris Webber
Jugador defensivo del año

Hakeem Olajuwon

Jugador más mejorado Don MacLean
Sexto hombre del año Dell Curry Entrenador del año Lenny Wilkens

El nuevo equipo dominador: Houston Rockets

shaq, olajuwon

Años y años de proyectos inacabados, la espina clavada de las Finales de 1986 y la posibilidad de desaprovechar los mejores años de Hakeem Olajuwon llegaron a su fin en el mismo momento en el que Jordan dijo adiós a la liga. Aunque, en cierto modo, la historia de los Rockets cambiaría más bien con la llegada al banco de Rudy Tomjanovich a finales de la temporada 1991-1992. El técnico infundiría en sus pupilos una pasión por el deporte y la competición que despertó la versión más desatada de su principal estrella y catapultó al equipo texano a lo más alto en apenas dos temporadas.

Tras terminar con el mejor balance de su historia hasta el momento (55-27) en la campaña 1992-1993, el equipo se haría con Sam Cassell en el Draft, cuya evolución a lo largo de la temporada resultaría determinante para la consecución del título. Así, con un Olajuwon ejerciendo de alfa y rodeado de un elenco de jugadores secundarios y con un rol muy marcado, el equipo texano rápidamente presentaría su candidatura al anillo. 

Con 15 victorias seguidas darían comienzo el año, pasando por encima de equipos como Phoenix Suns, Chicago Bulls y New York Knicks, demostrando una solvencia en el apartado defensivo en la que dejarían a sus oponentes por debajo de 100 puntos en trece partidos. Aquella solvencia con la que iniciaron el curso se alargaría con el paso de los encuentros de la mano del pivote nigeriano, que estableció su nombre al frente de la NBA con promedios de casi 27 puntos, 12 rebotes y más de 3 tapones mediada la fase regular y con los Rockets al frente de la NBA con un registro de 31-10. 

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En el transcurso de la temporada se irían estableciendo jugadores como Robert Horry, sobre el cual había ciertas dudas y que estuvo a punto de salir traspasado a los Pistons por Sean Elliott, operación que no fue posible por el estado físico de éste. A esto se suma poder disponer de un enforcer como Vernon Maxwell que defendería a Olajuwon por encima de cualquier cosa y sería el pegamento del equipo junto a Kenny Smith y Otis Thorpe.

Houston terminaría como el mejor equipo de la fase regular con un récord de 58-24 y se encaminaría hacia unos Playoffs históricos. Tras deshacerse de los dos últimos finalistas, Blazers y Suns, los de Tomjanovich superaron sin muchos problemas a los incipientes Jazz por 4-1, y llegaba el turno de los Knicks. 

El equipo neoyorkino plantearía una lucha sin cuartel a siete encuentros donde el juego físico y las defensas se impondrían por delante de estilos más vistosos como podría haber ocurrido en años precedentes. El cara a cara entre Olajuwon y Ewing coronaría al mejor pivote de la competición, donde el nigeriano sacaría lo mejor de sí mismo para conducir a Houston a su primer anillo. "Fue una gran serie", dijo Ewing al Houston Chronicle en 2014. "Fueron siete partidos. Tuvimos nuestras oportunidades de ganar. Desafortunadamente, pudieron prevalecer. Hakeem tuvo una excelente actuación en Playoffs".

Los Rockets se convertían en campeones, rompían la hegemonía de Chicago y se consagraban como el nuevo equipo dominador de la NBA.

La sorpresa: Atlanta Hawks

Dominique Wilkins

La inconsistencia mostrada por los equipos de Bob Weiss forzaron su salida y la llegada de Lenny Wilkens al banco de Atlanta. Con él, los Hawks pasaron a aprovechar al máximo su potencial físico para convertirse en un equipo eminentemente defensivo en una era de ritmos bajos, juego al poste y de hand checking.

El hecho de contar con Mookie Blaylock y Stacey Augmon facilitó el trabajo para que Dominique Wilkins brillase en ataque durante buena parte de la temporada, antes de ser traspasado por Danny Manning de los Clippers y cambiase todo el planteamiento del equipo. Por el camino, los Hawks se convirtieron en una de las mejores defensas de la liga, permitiendo solamente 96 puntos por encuentro y liderando la Conferencia Este durante buena parte de la temporada.

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Ese intercambio entre Atlanta y Los Angeles, a pesar del rendimiento de un Kevin Willis que mejoró sus promedios hasta 19 tantos por partido, hizo perder consistencia a la línea exterior de los Hawks, especialmente en unos Playoffs donde fueron sorprendidos en segunda ronda por Indiana Pacers, que ganaron por 4-3. El grandísimo año de los de Wilkens con un balance de 57-25, el mejor de toda su historia, quedó en nada por aquella decepción en postemporada que se añadiría a la salida de Danny Manning en la agencia libre.

Nueva camada de jóvenes

Shaquille O'Neal and Penny Hardaway

Sin duda, el primer año sin Michael Jordan fue también la confirmación de que una nueva generación de estrellas estaba a punto de nacer. Las nuevas camadas de novatos, así como una serie de jugadores que apenas llevaban un par de años en la competición, dieron un salto sustancial en la campaña 1993-1994.

Este sería el momento en el que Shaquille O'Neal daría un verdadero salto adelante, pasando de 23 a 29 puntos por encuentro y quedándose a tan solo unas décimas de ser el máximo anotador de la NBA, solo superado por David Robinson. Shaq dejaría atrás el rookie wall con un año sophomore inédito hasta el momento y siendo el líder de los atractivos Orlando Magic, que se habían hecho en el Draft con Penny Hardaway, una sensación universitaria con la que formaría una pareja llamada a hacer historia. 

Los 16 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias de Hardaway se quedaron cortos ante el impacto de la estrella Chris Webber, que en Golden State Warriors iniciaría un complicado periplo en la NBA con una temporada sobresaliente. C-Webb tendría un impacto instantáneo en la NBA y su forma de juego encajaría como anillo al dedo en el equipo de Don Nelson. Anticipando el "4" moderno, Webber desplegaría su privilegiado físico y dominio del balón en un estilo rápido que potenciaba todas sus virtudes, siendo normbrado al término de la temporada Rookie del año con 17 tantos, 9 rebotes y 2 tapones de media. Junto al ala-pivote estaría otro rebelde de esa época como Latrell Sprewell, que en su año sophomore despuntaría con unos sorprendentes 21 puntos por encuentro.

A esto cabe sumar la mejoría de Alonzo Mourning en los Hornets que lo impulsó a convertirse en All-Star por primera vez; Jamal Mashburn en los Mavericks, que sería junto a Shaq el más joven en anotar más de 1.500 puntos aquel curso; y a un Kenny Anderson que conseguiría su mejor temporada en la NBA, siendo parte del All-Star gracias a casi 19 puntos de media.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Sergio Rabinal

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Sergio es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News. Desde 2018 desempeña las funciones de productor senior de contenido NBA. A lo largo de ese tiempo ha cubierto dos All-Stars, Basketball Without Borders y el NBA Paris Game, así como otros eventos. Pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad.