Nadie va a discutir que los Memphis Grizzlies han tenido mejores equipos que el de la 2019-2020 a lo largo de sus casi dos décadas en la ciudad. Después de todo estamos hablando de una franquicia que supo alcanzar la Final del Oeste en el 2013 y las Semis en el 2011 y 2015. Instancias que en principio, parecen estar lejos del alcance de los de Taylor Jenkins en esta campaña. Sin embargo, lo que sí podemos argumentar es que sus fanáticos nunca han visto un conjunto tan eléctrico, espectacular y atlético como el de esta temporada.
En apenas unos años, Memphis ha pasado de su clásico grit and grind, con una ofensiva de artillería pesada comandada por Zach Randolph y Marc Gasol, a tener uno de los ataques aéreos más peligrosos de la liga.
Claro que ese cambio de estilo no ha llegado de casualidad o por una simple decisión táctica, sino que tiene algunos nombres propios fundamentales. El principal por supuesto que es el de Ja Morant, un base que con apenas 59 partidos en sus espaldas, ya se ha transformado en uno de los favoritos del público por su combinación de talento técnico y atlético. Un verdadero mago con el balón en las manos, que a la vez es capaz de explotar por encima de los pivotes más destacados de la liga.
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Morant no es único en ese sentido. En estos años la liga ya ha visto a bases de sus características como Derrick Rose o Russell Westbrook, entre otros. Pero lo que sí resulta un contraste enorme es la comparación con los otros armadores que ha tenido Memphis a lo largo de su historia.
Antes de Ja, la posición pasó por manos de tres jugadores: Jason Williams entre 2001 y 2005, Damon Stoudamire entre 2005 y 2008 y Mike Conley entre 2008 y 2019. Entre los tres sumaron 1242 partidos con los Grizzlies y en ellos totalizaron 17 volcadas. Morant en solo 59 juegos, ya lleva 44.
Y no solo se queda con la capacidad de salto, también por momentos demuestra una inventiva con sus pases que llenaría de orgullo al propio Chocolate Blanco. No hay dudas: estamos en presencia del combo completo.
WELCOME ONE.
— Memphis Grizzlies (@memgrizz) January 15, 2020
WELCOME ALL TO THE JA MORANT X JAREN JACKSON JR SHOW. @JaMorant x @jarenjacksonjr #GrzNxtGen pic.twitter.com/thnQpxBAwX
Claro que Morant no es el único factor que hace de estos Grizzlies un espectáculo como nunca se ha visto en la ciudad. Porque otro novato, el canadiense Brandon Clarke, también está dejando su huella, con una producción nunca antes vista.
Clarke lidera al equipo con 66 volcadas en esta 2019-2020, realizándolas en apenas 1086 minutos totales. En términos más simples, convierte una volcada cada 16,5 minutos en cancha.
Ese promedio no solo es espectacular: es directamente el mejor de toda la historia de la franquicia. Previamente la marca le pertenecía a Pau Gasol, quien también en su año de rookie había volcado el balón una vez cada 17 minutos en el campo. ¿La mejor marca de otros grandes definidores que pasaron por Memphis? Hakim Warrick la volcó una vez cada 19,3 minutos en la 208-2009 y Rudy Gay una vez cada 22 minutos en la 2011-2012. Todos lejos de Clarke.
¿Más juego sobre el aro? Jonas Valanciunas ya totaliza 55 volcadas en la campaña, Jaren Jackson Jr. 52 y De'Anthony Melton 17, a pesar de medir apenas 1,88 de estatura. Ah, y todavía se espera por el debut de otro alero súper potente como Justise Winslow.
La transformación de los Grizzlies ha sido notoria y gracias a la juventud de sus piezas, promete sostenerse por largos años, ayudados por un Jenkins que le ha dado rienda suelta a sus jugadores (7° ritmo más alto de juego). ¿Seguirá la magia en Disney?
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