Pasan los días y los Mavs siguen sin encontrar su identidad. Después de mover a dos piezas clave en el cierre del mercado de traspasos para hacerse con Kyrie Irving, Dallas no ha hecho más que perder. Las sensaciones del equipo de Jason Kidd han pasado de ser preocupantes a directamente malas, y a estas alturas de la temporada eso es un riesgo demasiado alto a correr. Los Mavericks volvieron a perder, esta vez a manos de los Indiana Pacers de Rick Carlisle por 124 a 122, una caída que significa su 5ª derrota en los últimos 7 partidos, es decir, ese es el balance desde que Kyrie llegó al equipo. De hecho, el panorama es mucho peor si se tiene en cuenta el momento que Luka y la otra estrella unieron fuerzas con un registro de 1 victoria por 6 derrotas.
Hay algo que está fallando en estos nuevos Mavs y no es otra cosa que la defensa de la pintura. Los texanos son el equipo que más puntos en la zona está permitiendo a sus oponentes en el lapso mencionado, concediendo 59,7 tantos a sus oponentes, lo que equivale a 61,8 por cada 100 posesiones (también el peor dato). La pérdida de Dorian Finney-Smith como de Spencer Dinwiddie ha despejado el camino al ataque rival rumbo al aro y la sola presencia de Christian Wood en la pintura no ha sido suficiente.
Suscríbete a NBA League Pass para ver todos los partidos: Estados Unidos | Resto del mundo
Poniendo el foco en la última derrota a manos de los Pacers, los de Rick Carlisle se llevaron la victoria pese a anotar apenas 11 triples (39,3%) gracias a que consiguieron un 25 de 38 en el aro y zona restringida (65,7%). Si los Mavs no son capaces de evitar que sus oponentes estén cómodos en el espacio más vulnerable de la cancha y les dejan llegar ahí con facilidad ninguna estrella que llegue podrá ayudarles.
Y es que el desembarco de Irving ha significado el despertar del ataque de los Mavericks, el cual ha alcanzado cifras de escándalo con un ratio ofensivo de 121,4, el tercero mejor. ¿El problema? En efecto, la defensa pues poseen el sexto peor dato en ese mismo lapso con 119,8 de ratio defensivo.
La rotación interior tiene mucho que ver en esto. Kidd sigue apostando por repartir minutos entre Powell, Wood y el recuperado Kleber, así como darle un gran volumen de tiempo a Reggie Bullock como cuatro. Un hecho que resulta incomprensible si se tiene en cuenta que Wood es el interior que mejor ha defendido la pintura de todo el equipo en comparación a las responsabilidades que ha tenido que asumir, concediendo un 62,9% de acierto. Números similares a nombres como Jarrett Allen (61%), Bobby Portis (62,2%) o Clint Capela (63,3%).
Aficionados en Estados Unidos, pueden ver los mejores partidos de la temporada 2022-2023 de la NBA en Sling TV. Regístrate haciendo click aquí.
La inconsistencia de Dallas está empañanado un trabajo impecable de Luka Doncic como viene siendo habitual, quien en este último duelo frente a Indiana se fue hasta los 39 puntos con un 56% de acierto, 8 rebotes y 6 asistencias.
La cuestión ya no es si alguien puede ayudar al esloveno en ataque, cosa que con Irving parece solucionada, es cuándo Jason Kidd va a justificar su condición de entrenador defensivo con la que llegó a Texas y si va a poner solución a problemas que son de su responsabilidad.
Por lo pronto, los Mavs han caído a la zona de Play-In con 32-31 de balance y pese a haberse medido a rivales por debajo del 50% de victorias en las dos últimas semanas. Con 18 encuentros por delante y uno de los calendarios más asequibles, Dallas necesita reaccionar antes de que sea demasiado tarde.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.