Los Angeles Lakers no quieren que el éxito conseguido en Orlando represente una isla en sus libros de historia y pretenden iniciar lo que podría ser una dinastía. Aprovechando los últimos años al mejor nivel de LeBron James y teniendo, presumiblemente, a Anthony Davis una vez que renueve como la principal referencia ofensiva, los californianos han iniciado esta Agencia Libre con la determinación de reforzarse en todos los aspectos, especialmente en aquellos que les penalizaron considerablemente durante el curso pasado y que ahora están en disposición de mejorar.
Solucionado el puesto de base con la llegada de Dennis Schroder al equipo, viniendo a mejorar una cuestión de dirección, pero especialmente de defensa sobre el armador rival, los Lakers sellaron dos firmas de altísimo valor como Montrezl Harrell y Wesley Matthews con los que dotar al grupo tanto de consistencia en la pintura, como de un perfil de 3&D que tan bien ha funcionado para los Bucks. Sin embargo, el verdadero acuerdo que viene a sacar el máximo potencial del equipo angelino sucedería en la madrugada del lunes, cuando diversos medios reportaron que Marc Gasol se uniría a los Lakers por un contrato de dos años y que supuso la salida de JaVale McGee del conjunto campeón.
A punto de cumplir 36 años, Gasol llega en un momento complicado de su carrera profesional a nivel individual, después de haber firmado sus peores registros individuales de carrera, consecuencia de las continuas lesiones musculares que atormentaron al catalán en su último curso con los Toronto Raptors. No obstante, no son los números lo que han cautivado a los Lakers sino todo lo que Marc es capaz de hacer sobre la cancha y que las estadísticas tradicionales no pueden reflejar. Y es que Gasol representa un perfil de un valor altísimo por su enorme capacidad y comprensión del juego, alguien que con el balón en las manos proyecta el cómo debería jugarse a este deporte, haciendo fluir al equipo a través de la circulación en pase y dando rienda suelta a lecturas que para otros serían impensables.
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El perfil de Gasol representa un territorio hasta ahora desconocido en la carrera de LeBron James pues en sus 17 temporadas en la NBA nunca ha podido jugar junto a un interior de las características del catalán ya que ni Zydrunas Ilgauskas, Chris Bosh, ni Kevin Love y ni siquiera Anthony Davis han abarcado los mismos aspectos de la creación ofensiva desde el pase que sí puede traer Marc. Esto, al mismo tiempo, es un arma de doble filo ya que si por algo se caracterizaron los Lakers en el pasado curso fue por su vocación por el juego en transición y en llegada, aprovechando las ventajas generadas tras una división para incidir en las fallas defensivas creadas, esto precisará de un tiempo de adaptación para Gasol como es lógico, así como de un rol muy concreto en ataque donde pueda sacar lo mejor de sí mismo.
En cierto modo Lakers y Raptors tuvieron una aproximación al juego similar, ambos caracterizados por su rápida ejecución en llegada, sin embargo, lo que los hizo diferentes a los canadienses cuando Gasol estuvo disponible fue su impredicibilidad y diversidad a la media cancha. Bastaba colocar el balón al poste alto o bien en uno de los codos para que el catalán encontrase una línea de pase favorable y desatascase la ofensiva. Este aspecto, entre otros muchos, fue una de las razones del éxito de Toronto en 2019 que se tradujo en un anillo así como un fantástico arranque el curso anterior pese a la salida de Kawhi Leonard.
¿Qué es lo que puede aportar Gasol a estos Lakers? ¿En qué facetas puede destacar? Ponemos la lupa en el posible encaje del catalán en el equipo campeón.
1 - Lectura y ejecución
El talento de Marc Gasol para el baloncesto está fuera de toda duda, su visión de juego le ha permitido en sus más de 10 temporadas en la NBA encontrar un espacio donde destacar y brillar pese a no ser un prolífico anotador. Con el paso del tiempo, su evolución individual ha hecho que haya abandonado el tradicional espacio de la pintura como lugar de creación y ejecución hasta alejarse completamente del aro y encontrar más allá de la línea del triple un sitio desde el que sentirse cómodo.
No es solo que entre 2015 y 2016 aumentase casi un 90% sus intentos desde el triple, sino que progresivamente se reconvirtió en un point-center adaptado a la nueva realidad del juego, haciéndolo más rápido y mejor que otros compañeros de posición que se perdieron en el camino y en el proceso de revolución ofensiva en el que nos encontramos a día de hoy. En consecuencia, el internacional español pasó a ocupar un papel central en el esquema de los Grizzlies pero de un modo muy diferente al que había mostrado en años precedentes, haciéndolo incluso más peligroso y determinante pese a que los resultados muchas veces no acompañasen.
De la mano de Nick Nurse en Toronto, Gasol encontró el ecosistema ideal para dar rienda suelta a su manera de entender el baloncesto y que a través de secuencias muy libres como esta, los canadienses pudieron mantenerse como unos candidatos en el Este.
Este es el verdadero valor que los Lakers han apreciado y quieren tener en su equipo, un jugador al que entregarle la bola con la seguridad de que será capaz de mantener la fluidez y que genera para otros antes que para sí mismo. Gasol representa así un perfil único en la NBA por su mentalidad y manera de entender este deporte, primando por encima de todo la consecución de un objetivo colectivo, dejando de lado la producción individual y creyendo en que siempre se puede dar un pase de más, algo que en sus últimos partidos en Raptors le privó de opciones de anotar liberadas.
En ese sentido, los californianos necesitan de un jugador así, alguien que junto a LeBron James pueda llevar el peso de la creación ofensiva del equipo, especialmente tras la marcha de Avery Bradley y Rajon Rondo que habían realizado estas funciones de la mejor manera posible. Los Lakers, al ser un equipo que vive y muere a través de lo que se pueda generar a través de una división, fueron uno de los conjuntos que menos puntos generaron a través de asistencia con 63,5 puntos en 25.4 asistencias, lo que por momentos creaba la necesidad de caer en acciones de aclarado para sus dos estrellas. Con Gasol en pista, los Raptors tuvieron un +10,1 en net rating (diferencia entre ratio ofensivo y defensivo) además de producir 1,82 asistencias por cada pérdida cometida con 1,82 (AST/TO) siendo ambos los mejores registros del equipo entre aquellos jugadores que disputaron más de 1000 minutos con Toronto.
A esto cabe sumar las posibilidades que abriría a Anthony Davis a media cancha y especialmente en el juego sin balón. El ala pivote formado en Kentucky apenas pudo sacar a relucir en el pasado curso sus aptitudes para la salida de bloqueos indirectos y pin-downs por sus acompañantes en pista, pero en las pocas ocasiones que tuvo oportunidad AD dejó claro que puede destacar en este aspecto, produciendo desde la media distancia como en puertas atrás, aspecto donde podría congeniar a la perfección con el de Sant Boi.
Pese al irregular año que experimentó, consecuencia de las lesiones, Gasol fue capaz de destacar como uno de los interiores más efectivos en el pase de toda la liga, promediando 8,4 puntos generados por asistencia para sus compañeros y siendo el 8º que más pases realizó por encuentro con 43.6.
2 - Defensa del bloqueo directo
El segundo aspecto en el que más y mejor podría encajar el pivote catalán es en defensa ya que el éxito de los Lakers en el pasado curso vino a través de su compenetración y diversidad defensiva. El equipo de Frank Vogel demostró poder enfrentarse a todo tipo de rivales y adaptarse a la perfección al planteamiento de los mismos, teniendo éxito frente al micro-ball de los Rockets, a los formatos grandes de Denver Nuggets e incluso al juego rápido y de cortes de los Miami Heat. Esto fue posible principalmente por dos razones: la primera por la responsabilidad en la defensa individual, casi sin ayudas, y la segunda por la solidez en el bloqueo directo.
Durante la pasada temporada los Lakers fueron la cuarta mejor defensa en el bloqueo directo, permitiendo apenas 0,83 puntos por posesión a sus rivales, lo que se tradujo en apenas un 42% de acierto rival en tiros de campo. Este segundo aspecto tiene mucho que ver con el primero, de hecho, emana de la responsabilidad individual de los defensores perimetrales que mantuvieron siempre una firme presión sobre el balón. Sin embargo, este fantástico ambiente defensivo no encontró réplica en los defensores interiores que hicieron de los californianos uno de los equipos menos eficientes en las continuaciones al bloqueador, permitiendo 1,21 puntos por posesión y un 57% de acierto, siendo la quinta peor marca en ese sentido de toda la NBA.
De entre todos los jugadores que disputaron más de 40 partidos y defendieron más de 2 posesiones por noche en acciones de pick&roll, Gasol fue el más eficiente de toda la NBA, permitiendo 0,90 puntos por posesión, dejando a sus emparejamientos en un increíble 39% en tiros de campo y rindiendo mejor que otros como Joel Embiid (0,95) o Rudy Gobert (1,22). Algo que fue posible por acciones como estas:
La clave del éxito de Gasol en el bloqueo directo reside fundamentalmente en su anticipación y reacción ante la ventaja que el rival pueda generar desde la pantalla, esto unido a su gran presencia física hace que la típica defensa en flat (interior hundido y en línea con el manejador) sea una de las que mejor se adaptan a su juego. Por otro lado, los Raptors por muchos momentos apostaron por defensas mucho más agresivas en el bloqueo directo, llegando a saltar al trap o flash, donde Gasol tenía la opción de robar o interceptar el pase o bien darse la situación de cambio donde pese a las diferencias físicas hizo un trabajo notable.
El potencial defensivo de los Lakers con la llegada de Marc se dispara enormemente y en caso de estar en plenas facultades físicas, pocos equipos podrían hacer frente a una estructura tan bien armada y tan diversa como la que los californianos pueden llegar a desarrollar con el catalán y Anthony Davis como ejes.
3 - Calidad y diversidad en los bloqueos
En este momento de la carrera de Marc Gasol no se le va a demandar que adquiera un papel protagonista en la aportación anotadora, sino más bien que sea un facilitador para otros y en unos Lakers que han brillado gracias a la sinergia entre Davis y LeBron el perfil del catalán encaja a la perfección. Como se venía apuntando, lo que más valoran los angelinos de Gasol son sus intangibles, aquellos parámetros o aspectos donde los números tradicionales no llegan pero sí las estadísticas avanzadas así como el análisis en vídeo.
El baloncesto avanza hacia una diversidad y mutabilidad defensiva en la que solo aquellos que sean capaces de comprender y reaccionar rápido al planteamiento del rival serán capaces de encontrar el camino al éxito. En ese sentido, el bloqueo directo se ha establecido como la respuesta adecuada al momento histórico concreto como un generador inicial de toda la ventaja a través de ese 2 contra 2. Por ello no solo se trata de llegar a esa situación de creación, sino responder a la defensa rival y, en consecuencia, modificar los pequeños detalles como son los ángulos de bloqueo y la longitud y timing en la continuación. La mezcla de ambas cuestiones abre un universo de posibilidades para el manejador que puede encontrar un camino liberado al aro o bien un hilo conductor a través de su acompañante en el bloqueo para que sea este quien distribuya el juego.
En ese sentido, Marc Gasol es uno de los mejores y más inteligentes de toda la NBA. Anticipa cúal va a ser el posicionamiento del defensor del manejador, primero por una cuestión de estudio del scouting y segundo por aptitudes para el juego, cambiando ángulos o proyección de la caída. De esta cuestión surge un punto que será clave en su trabajo en Lakers como son las screen assist, aquellas canastas que nacen de una pantalla donde en los últimos Playoffs destacó especialmente por su trabajo en ese sentido:
En definitiva, Marc Gasol abre un universo de posibilidades para Los Angeles Lakers que dispondrán de un jugador único en su especie y alguien cuyo dominio del juego le permite incidir de tantas formas como Frank Vogel quiera poner en práctica. Junto a las adiciones de Harrell, Schroder y Matthews, los californianos parten como uno de los favoritos al anillo con la posibilidad de iniciar una dinastía si realizan las cosas de la manera adecuada.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
