La inconsistencia, irregularidad y los altibajos continuan siendo la tónica en la temporada de los Dallas Mavericks. Un equipo abonado a rondar el 50% de victorias salvo que se produzca algún movimiento y donde solo las genialidades de Luka Doncic tapan sus grandes carencias. Los texanos son capaces de lo mejor y de lo peor. Es decir, cuando conectan los tiros exteriores dan la sensación de poder competir con cualquiera y, al contrario, de ser un futuro conjunto de lotería.
No obstante, hay otra categoría dentro de la campaña de los Mavs, una en la que no sucede ni lo uno ni lo otro de manera clara y lo que ocurre es un partido duro, difícil de ver y de resultado apretado.
Eso mismo fue lo que ocurrió en la "vuelta" del encuentro contra Minnesota Timberwolves, en el cual los texanos se impusieron por 104 a 99 después de que sumasen un 33,3% al triple y permitiesen a Rudy Gobert anotar 19 puntos con casi un 82% de precisión. De nuevo, fue la brillante dirección de Doncic la que evitó el descalabro de Dallas a domicilio. El esloveno fue el faro que lideró a los suyos en un duelo donde fueron de menos a más, pudiendo frenar a los Wolves en defensa en los dos últimos minutos.
Doncic fue el líder estadístico en prácticamente todas las áreas, finalizando con 25 puntos, 9 rebotes, 10 asistencias y 50% de acierto en tiros de campo. Una versión mucho más próxima a lo que es habitual en él después de que fuera expulsado por doble técnica en el anterior encuentro ante Minnesota. El esloveno cumplió con su cometido en los últimos dos minutos, no fallando un solo tiro libre en el clutch y sellando la victoria.
Estos fueron sus mejores momentos:
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Junto al ex del Real Madrid un impredecible Tim Hardaway Jr, quien se fue a los 21 tantos en una serie de 6 de 13 en tiros de campo y tuvo una relevancia notable en el último cuarto con dos triples seguidos y una asistencia que cambiaron la dinámica a favor de Dallas.
Pese a todo y al bajo marcador, defensivamente los Mavs no estuvieron muy brillantes. Concedieron 52 puntos en la pintura a Minnesota por 28 de ellos y dejaron que Austin Rivers se fuera a 21 tantos con un 61,5% de acierto.
Los de Jason Kidd regresarán ahora a Texas, aunque deberán viajar a Houston para medirse a los Rockets el día 23 de diciembre.
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