Los jugadores de la más absoluta élite individual siempre van a tener impacto positivo. Rara es la ocasión en la que, al juntar a dos figuras de un calibre similar, las sensaciones no son positivas. En definitiva, los buenos tienen que jugar con los buenos. Y esa misma es la lectura que podría hacerse del primer partido que jugaron juntos Luka Doncic y Kyrie Irving en Dallas Mavericks. El inicio de esta estelar pareja no puede resumirse simplemente mirando el resultado, derrota por 133 a 128 en la prórroga contra Sacramento Kings, pues sería injusto quedarse en la superficie de lo que está llamado a ser el comienzo de una nueva era para los Mavs.
El debut de esta dupla cumplió con creces las expectativas que se tenían. Y, en cierto modo, ambos se movieron sobre la cancha como se esperaba. Luka Doncic asumió una mayor carga en la toma de decisiones durante la primera parte del partido, mientras que Kyrie Irving esperaba su momento para decidir desde el uno contra uno.
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No fue hasta el cierre cuando se vio el verdadero potencial y encaje de estos dos. Las estrellas se combinaron en repetidas veces para facilitar opciones el uno para el otro. A través de bloqueos recíprocos y de movimientos sin balón, ambos se dotaron de oportunidades para anotar con mayor o menor acierto. Es precisamente su desempeño en el clutch lo que más esperanzas ha de darles a los aficionados de los Mavs, ya que demostraron que tienen un enorme potencial para castigar a sus rivales cuando el partido esté apretado. La rapidez de pies y la habilidad para moverse sin la bola de Kyrie encaja a la perfección con la visión de juego y el dominio al poste de Luka.
No obstante, mientras a Irving esa manera de encontrar sus tiros o facilitar líneas de pase al resto le sale de manera natural, es a Doncic a quien más probablemente le vaya a costar encajar junto a su nuevo compañero. Prueba de ello fueron dos acciones finales de saque en las que ambos intervinieron. Una finalizó con un tiro forzado del esloveno que no entró. La segunda debería haber sido un triple de Kyrie, pero terminó en una canasta al poste de Luka.
De hecho, al término del duelo el esloveno reconoció su parte de culpa respecto de la primera opción. "Debería habérsela devuelto a Kyrie", dijo Luka. "Para mí es un proceso de aprendizaje. Pero debí haberle devuelto la bola. Estaba genial en el cierre del partido".
El balance de la primera experiencia de los Mavs con su nuevo tándem invita al optimismo. En los 29 minutos que ambos compartieron los texanos acumularon un +/- positivo de 14 puntos con unos porcentajes de lanzamiento interesantes, llegando al 54,7% en tiros de campo, 39,3% en triples y con 10 pérdidas en 95 posesiones. Así, Doncic terminó con 27 puntos (55%), 9 rebotes y 5 asistencias mientras que Irving fue el máximo anotador con 28 tantos, 7 rebotes y 7 asistencias.
Sin caer en sobrerreacciones lo esperado en estas primeras semanas juntos será una suerte de turnismo ofensivo por el cual los dos se irán alternando en la toma de decisiones mientras el otro contempla la jugada. Un ejemplo:
Kyrie drives in for the TOUGH spin and finish 👀
— NBA (@NBA) February 12, 2023
Kings lead by 4 with 1:27 left in OT!
WATCH: https://t.co/1pomQZMAZK pic.twitter.com/xtxz82YKWR
Algo que forma parte de un proceso natural de aclimatación entre los dos y de creación de un ecosistema favorable a Doncic e Irving que el staff técnico de Jason Kidd tiene que liderar.
El potencial de esta pareja es infinito. La conjunción de ambos puede convertirles en la pareja ofensiva más determinante de la NBA. Por delante 24 partidos para conocerse y confeccionar un sistema que aproveche lo mejor de cada uno.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.