Continúa el andar errante de los Dallas Mavericks en la temporada 2022-2023. Los de Jason Kidd viajaron a Minnesota y se llevaron otro duro golpe de realidad al caer por 116-106 en un partido que ni siquiera estuvo lo apretado que indica el marcador: los Timberwolves, sin Rudy Gobert ni Karl-Anthony Towns, tuvieron máxima de 21. Tanto Anthony Edwards como Naz Reid sumaron 27 puntos y 13 rebotes para el ganador, mientras que Ant también aportó 9 asistencias.
Todo salió mal para unos Mavs que volvieron a quedar con marca perdedora (15-16) tras caer por quinta vez en sus últimas siete presentaciones. Y como si eso fuera poco, nadie tuvo una peor noche que Luka Doncic, en varios aspectos.
El esloveno estuvo impreciso durante todo el partido y muy bien defendido por los Wolves, quienes lo dejaron en un 5-17 de campo en camino a sus 19 puntos. Aunque claro, la noche de Luka terminó temprano, ya que se fue expulsado en el tercer cuarto (al igual que el entrenador Jason Kidd), por llevar demasiado lejos sus ya clásicas protestas contra el arbitraje.
Lo echaron a Luka 😳pic.twitter.com/3OUKsPH1HR
— 𝐓𝐡𝐞 𝐒𝐩𝐨𝐫𝐭𝐢𝐧𝐠 𝐍𝐞𝐰𝐬 Argentina 🇦🇷 (@sportingnewsar) December 20, 2022
Es lógico que Doncic esté frustrado. Ya no tanto por un mal partido, sino por el rendimiento general de unos Mavericks que tras llegar a las Finales de Conferencia Oeste en la campaña pasada, han dado dos o tres pasos atrás para la 2022-2023.
Extrañan a Jalen Brunson, la apuesta por Christian Wood no ha funcionado, algunos jugadores de rol claves no están en un buen nivel y la dirigencia parece dar manotazos de ahogado sin demasiada lucidez: desde la contratación a horas del comienzo de la temporada de un excompañero de Doncic como Facundo Campazzo (rápidamente cortado, casi sin minutos), al reciente fichaje de un Kemba Walker que normalmente resta más de lo que suma (3 de 9 de campo ante Minnesota), más allá de que venía de un partidazo ante Cleveland.
¿Recuerdan cuando Dallas ganó el título en 2011 e inmediatamente desarmó el equipo? Bueno, algo muy similar parece haber sucedido tras su éxito en la 2021-2022. Volver a pelear por la cima del Oeste parece lejano para estos Mavericks, incluso en una Conferencia que todavía no tiene un dueño claro.
Y si bien aquel desarme post 2011 no les costó la salida del siempre fiel Dirk Nowitzki, quién sabe que puede pasar a futuro con Doncic si Dallas no corrige sus debilidades de fondo. Es otra era y otro jugador, al que cada vez se lo observa más disgustado.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.