La última vez que Los Angeles Lakers consiguieron terminar como el primer clasificado en la Conferencia Oeste, Steve Nash todavía era el líder en asistencias de la liga, Derrick Rose solo era un sophomore y Vince Carter “apenas” tenía 33 años. Ha pasado mucho tiempo desde aquel momento, más del que cualquier aficionado pueda recordar, y el proceso para llegar de nuevo a este punto no ha sido en absoluto fácil y sencillo para la franquicia californiana, que ha tenido que caer y renovarse en infinidad de veces.
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Tuvo que llegar LeBron James y más tarde Anthony Davis y Frank Vogel para devolver a los Lakers a la posición que históricamente les pertenecía, casi por derecho propio, porque con el triunfo por 116 a 108 sobre Utah Jazz, el equipo de oro y púrpura se aseguró matemáticamente el primer puesto del Oeste por primera vez desde 2010.
No hace falta tener una buena memoria para saber qué ocurrió en aquella temporada. La historia no juega partidos, pero en algunas ocasiones es un tanto irónica y los californianos están de nuevo en disposición de poder alcanzar el campeonato del mismo modo que Kobe Bryant y Pau Gasol lo hicieron contra Boston Celtics en aquella ocasión.
“Desde el 2010, ¿correcto?”, preguntaba a los periodistas LeBron James tras el triunfo. “Dijeron que no lo conseguiría”, espetó la estrella. “Ha sido un largo periodo de espera para los aficionados de los Lakers”, dijo Anthony Davis. “Es una buena sensación, queríamos ir a por ello”.
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Y es que, más allá del primer puesto en el Oeste, es casi más importante el hecho de que estarán en los Playoffs, como es obvio, poniendo fin a 6 temporadas consecutivas de sequía donde se han visto, quizás, los peores momentos en el apartado deportivo en los más de 70 años de historia de los Lakers.
"Voy a disfrutar esta victoria", dijo James. "Puedo decir que se siente muy bien ser el primero del Oeste a decir verdad”.
Pero los angelinos no tuvieron un camino de rosas para asegurarse el primer puesto, pues Utah Jazz, que venía con la imperiosa necesidad de ganar, ofreció una resistencia de altísimo nivel, especialmente en el apartado defensivo, forzando a los de Vogel a 14 pérdidas de balón y apenas un 34% de acierto en triples. Y no solo eso, si no llega a ser por la excepcional actuación de Anthony Davis durante todo el partido y en concreto en el tercer cuarto, quizás los californianos no habrían podido asegurarse la victoria.
El ala pivote volvió a dar buena cuenta de su fantástico estado de forma en esta temporada, firmando 42 puntos, 12 rebotes y 3 robos en un 46% de tiros de campo, dejando atrás el complicado encuentro que tuvo frente a Toronto Raptors gracias a un cambio de mentalidad en su juego. "Intenté ser muy agresivo y liderar el grupo", dijo Davis. "Y el resto de los muchachos hicieron lo mismo".
“Tengo que jugar mejor básquet que lo que hice [contra Toronto] para ayudar al equipo a ganar. Aunque hice las jugadas correctas, todavía tengo que ser más agresivo. No me gustó la forma en que actué", remarcó AD sobre el partido contra los canadienses.
Un cambio de actitud que su compañero LeBron ponderó, dejando claro que fue el motor de la victoria angelina en un encuentro donde el banco volvió a quedarse lejos de su mejor versión. “Fue muy agresivo desde el principio, incluso a pesar de que erró algunos tiros siguió buscando lanzamientos para entrar en partido”, dijo James. “Ha sido agresivo todo el partido. Si tú eres un buen jugador y lo haces mal un día, te ajustas y lo haces diferente al siguiente”, finalizó.
Con 51 victorias y únicamente 15 derrotas, los Lakers mandan en el Oeste a falta de 5 partidos para que concluyan los seeding games, siendo el siguiente frente a Oklahoma City Thunder (miércoles).
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