Se hace extremadamente complicado recordar cualquiera de las hazañas de Kobe Bryant, sin que nos inunde un enorme dolor. Hoy, todos aquellos momentos gloriosos están ensombrecidos por una tragedia que aún no terminamos de aceptar. Solo con el tiempo, la melancolía irá cediendo lugar y podremos volver a disfrutar de la Mamba con una sonrisa. Como su memoria y trayectoria se lo merece, claro está.
Más | Kobe Bryant, el adios a una leyenda que pasó de aprendiz a ícono mundial
Lo cierto es que solo un puñado de personajes logran perdurar al paso del tiempo y volverse eternos. Kobe es uno de ellos. Y en esa eternidad, los finales se disuelven. Pierden consistencia. Se transforman en un punto y seguido.
Por eso, es difícil hacer mención a lo que ocurrió el 13 de abril del 2016 como el último partido de Kobe Bryant. Porque en el recuerdo de sus contemporaneos, Kobe saldrá a la cancha noche tras noche, listo para dominar a las defensas, recrear sus proezas y seguir agrandando su imagen de leyenda.
Eso no terminó ayer. Ni tampoco en aquel partido contra el Utah Jazz.
Más | Michael Jordan expresó su conmoción por el fallecimiento de Kobe Bryant: "Fue como un hermano pequeño"
Pero de lo que sí podemos hablar, es de una despedida. Si se quiere, de un hasta luego. Y para ser honestos, no nos podría haber regalado una función más espectacular que aquella del 13 de abril.
Haber sumado 60 puntos a los 37 años y con un centenar de lesiones a cuestas, ya es un hito por si mismo. Hacerlo anotando 23 puntos en el último cuarto, con una seguidilla monumental para dar vuelta un partido perdido, solo pudo ser propiedad de una bestia competitiva como Bryant.
60 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias, apenas 2 pérdidas, 22-50 de cancha y 10-12 en libres, durante 42 minutos en cancha, para darle la victoria a los Lakers por 101-96. El último período vio a Bryant superar por si solo a todo el Jazz. Figurativa, pero también literalmente: 23 puntos del escolta, contra 21 de todo Utah.
En aquella noche diseñada a medida por algún poderoso estudio hollywoodense, Kobe nos regaló un resumen de su carrera. La más absoluta brillantez individual y voracidad anotadora, complementada con su identidad ganadora y sangre fría para los momentos más calientes. Fue 8 y fue 24. Y al despedirse de sus fanáticos, con el inolvidable Mamba Out, le puso un cierre ideal a esa película.
Sigue toda la NBA en VIVO con el NBA League Pass
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.