Ja Morant es un jugador especial. Uno de esos que aparece muy de vez en cuando y que encandila a los aficionados por su estilo suicida, vertical y eléctrico. El continuado y frenético ascenso de su carrera desde que fuese elegido en el Draft en 2019 le ha permitido pulir a toda velocidad su estilo de juego. El base de los Memphis Grizzlies no ha cambiado la esencia de su ser como jugador, siendo incisivo a la hora de penetrar y extremadamente plástico en sus finalizaciones. Más bien ha ido incorporando nuevas herramientas a su forma de entender este deporte mientras progresivamente iba puliendo las pequeñas deficiencias que le limitaban.
Si la temporada pasada incorporó definitivamente el triple a su arsenal, elevando su volumen y porcentaje de acierto hasta el 34,4%, en la 2022-2023 ha dado un paso más hacia adelante en dos áreas cruciales para el futuro de los Grizzlies.
Esas dos áreas son el tiro de media distancia y la creación de juego para el resto.
¿Cómo lo ha hecho? Te lo cuento en este vídeo o más en profundidad en el resto del artículo.
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Durante su increíble curso pasado, Ja Morant se convirtió en el primer base en liderar la NBA en puntos en la pintura (16,6) y el mejor registro para alguien por debajo del 1,95 de estatura junto a Russell Westbrook, 15 (2019-2020) y Allen Iverson, 12,1 (2005-2006). Esta determinación para cargar contra el aro tiene sus consecuencias pues requiere un enorme desgaste físico, no solo por la fuerza que se invierte en las finalizaciones, sino por los constantes contactos contra cuerpos mucho más grandes.
Todo respondía a la mezcla entre necesidad y superioridad, pues frenar al jugador de los Grizzlies resultaba casi imposible una vez que iba directo hacia la zona. Además, los de Taylor Jenkins no contaban con muchas más alternativas en ataque para facilitar a Morant mejores opciones. Algo que también tenía cierto traslado a la creación de oportunidades para el resto en forma de asistencias.
La derrota del equipo de Tennessee en los Playoffs a manos de los Warriors llevó a la estrella a plantearse en cierto modo su estilo. Memphis había llegado lejos y se había quedado a las puertas de regresar a unas Finales de Conferencia, pero estaba claro que aquella versión de Ja Morant necesitaba una actualización. Sobre todo si quería llegar a un nivel de absoluta élite.
Y eso hizo.
El jugador de 23 años ha elevado un escalón su nivel en la presente temporada. Basta con echar un vistazo a sus números para comprobar que es alguien más maduro e inteligente, que selecciona mejor qué tipo de lanzamientos desea hacer. De hecho, está reduciendo sus intentos en el aro progresivamente mientras se aleja de él hacia la media distancia, donde está teniendo un porcentaje de acierto interesante:
Temporada | En la zona restringida | En la pintura | Media distancia |
---|---|---|---|
2021-2022 | 5,3 de 7,9 intentos — 66,9% | 3,0 de 7,0 — 42,9% | 0,3 de 1,2 — 26,1% |
2022-2023 | 4,4 de 7,3 — 60,9 | 2,9 de 6,8 — 42,7% | 0,6 de 1,5 — 43,8% |
Es en la media distancia corta, en el umbral entre la pintura y el tiro libre, donde Morant mejor se maneja. Ese espacio concreto de la cancha es su lugar preferido, donde más decisiones toma pues ahí la defensa tiene poco margen de maniobra. Si llega de un bloqueo directo el interior que protege la canasta no podrá reaccionar si lanza o busca un compañero, mientras que si lo hace en un aclarado o en transición la defensa rival estará centrada en evitar que llegue al aro.
El alejamiento progresivo del aro es un proceso natural para alguien como la estrella de los Grizzlies, pero también una necesidad de cara a los Playoffs. Si los rivales le fuerzan y niegan la posibilidad de llegar hasta ahí tendrá un arma más para anotar.
Sin embargo, el modo que está centrando sus esfuerzos en progresar desde la media distancia no sigue el patrón de otros como Devin Booker o DeMar DeRozan. Ja Morant lo está haciendo con floaters o bombas.
Según InStat, Ja Morant está anotando 0,97 puntos por posesión en floaters en acciones de bloqueo directo y 1,12 en aclarados. Unos números que le convierten en uno de los más eficientes en este tipo de situaciones en toda la liga. Además resulta una manera muy práctica de utilizar su gran salto vertical y toque con el balón, evitando de paso el desgaste por contacto que requiere finalizar en el aro.
La otra gran pata que sustenta el cambio que está experimentando el joven base es su implicación como creador de oportunidades para el resto. No solo ha incrementado de 6,7 a 8,3 asistencias de media respecto al curso pasado, un aumento de casi un 25%, sino que esto está teniendo un impacto real para los Grizzlies.
Morant está leyendo mejor cómo le cubren las defensas rivales, tomando decisiones clave en décimas de segundo. El ex de Murray State hace del dividir y doblar todo un arte, elevando el ritmo del grupo, pero también haciendo que más gente en Memphis pueda disponer de oportunidades gracias al movimiento colectivo de la bola:
A Ja Morant le queda mucho camino por delante para acabar aprovechando todo su potencial. Eso va a requerir un mejor rendimiento al triple, especialmente sobre bote, así como enriquecer todavía más sus lecturas y capacidad de dirección. Ahora mismo Memphis Grizzlies depende en exceso de la transición y sus esquemas acaban por ser extremadamente predecibles.
Alcanzada esta barrera la siguiente para Morant pasará por ralentizar el juego y que la paciencia se convierta en su aliado.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.