Las tres preguntas a responder por Houston Rockets en la reanudación de la 2019-2020

Nos acercamos a la reanudación de la temporada 2019-2020 y es tiempo de enfocar en las diferentes preguntas con las que cada equipo llegará a Orlando. Dudas tanto desde lo individual como desde lo colectivo, que las 22 franquicias irán respondiendo en su regreso a la acción.

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Es el turno de uno de los equipos que más polariza en este curso: Houston Rockets. Un conjunto que en los últimos años siempre se quedó a las puertas de las Finales, que cuenta con uno de los mejores anotadores de la competencia (James Harden) y que sumó otra estrella de peso (Russell Westbrook) en el verano, pero que estuvo lejos de dar el salto que esperaba. De hecho, los texanos marchan en el 6° lugar de la Conferencia Oeste (40-24) y sumaron más dudas que certezas. Aunque claro, el all-in jugado sobre el límite de traspasos, con la partida de Clint Capela y la llegada de Robert Covington para apostar por formaciones súper bajas y llevar a una nueva fase el "Moreyball", nos impulsa a mirar con mucha expectativa un proceso que no parece tener grises. 

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¿James Harden dará el salto que debe en Playoffs?

A algunos podrá gustarles más y a otros un poco menos, pero hay una realidad que no se puede refutar: James Harden es uno de los mejores anotadores de la NBA, probablemente uno de los mejores de la historia. La Barba cuenta con un arsenal de recursos que año a año pule y amplía, encontrando nuevas formas de sacar rédito de sus múltiples virtudes para conseguir caminos claros hacia su especialidad: meter el balón dentro del aro. De hecho, terminará por tercer año consecutivo como el líder anotador de la competición, y una vez más con un promedio superior a los 30 puntos (30,4 en la 2017-2018, 36,1 en la 2018-2019, 34,4 en la actual).

Ahora bien, toda esa excelencia parece tener una kriptonita en los Playoffs. Que quede claro: Harden sigue siendo un excelente jugador cuando llega la postemporada. Pero su producción, al mismo tiempo, cae bastante en comparación a la etapa regular. ¿Cuánto hay de desgaste por el enorme caudal de uso que suele acumular en la primera etapa del torneo? ¿Cuánto de las defensas de los rivales más adaptadas para contenerlo con el transcurso de una serie? Sin dudas que hay un poco de ambas. Y sin dudas que, más allá de la posible respuesta, Harden está en el debe a la hora de dar la prueba definitiva que lo acerque a su gran objetivo de ser campeón.

Veamos un poco de cerca los números en sus últimas temporadas, en Fase Regular y Playoffs (cuatro cursos en el primer caso, tres en el segundo).

Más allá de que el contexto es diferente, porque la postemporada suele ofrecer espacios más reducidos y dificultades que la Fase Regular no presenta, está claro que Harden baja bastante su nivel, sobre todo en cuanto a eficacia. Si bien caen sus números en puntos, rebotes y asistencias, es muy notorio cómo se derrumban sus porcentajes. De hecho, el True Shooting % (combina lanzamientos de campo y tiros libres) cae más de 5 puntos porcentuales.

Hay varios ejemplos de esta caída de Harden en postemporada, y quizás el más significativo es el de la serie más dolorosa que le tocó afrontar a estos Rockets, aquella final del Oeste de 2018 ante los Warriors, en la que desaprovecharon una ventaja de 3-2. Tras un primer partido muy bueno (41 puntos, 14-24 campo, 5-9 triples) y 7 asistencias, Harden pasó a promediar 26,7 tantos (38,6% campo, 20,3% triples en 11,5 intentos) y 5,8 asistencias en el resto de la serie, incluido un 6-36 (16,7%) en triples en los últimos tres encuentros.

Una situación que parece jugar a favor de la Barba en esa narrativa de "llegar sin piernas a los Playoffs" es que él (y todos) llegaron completamente descansados al reinicio de la temporada. Y quizás ahí haya algo concreto, porque miremos a los números de Harden en los últimos cinco partidos antes de la suspensión: 28,2 tantos, 7,8 asistencias, 37,4% campo, 25% triples y un promedio de +/- de -10,3. Por lejos, su peor tramo del curso. El MVP de los Rockets tiene una cita con su propia historia para sacarse de encima esa mochila con la que carga.

Westbrook: ¿su versión 'controlada' o la de Playoffs?

De cierta manera, la misma carga que tiene Harden le cae también a Westbrook, la otra estrella del conjunto de Mike D'Antoni. De hecho, hay una afirmación potente que puedo empezar a graficar la situación: Russ no ganó una serie de Playoffs desde la partida de Kevin Durant de Oklahoma City, allá por 2016. El contexto, sin dudas, puede matizar un poco el tema en la caída en primera ronda del Oeste en 2017 (justamente ante Houston). Aquel Thunder tenía escaso talento, y ni la versión MVP de Westbrook era capaz de frenar a los Rockets (terminó promediando un triple-doble en aquella serie que perdió 4-1). Pero las derrotas frente a Utah en 2018 y Portland en 2019 no juegan en defensa del base.

El Jazz le dio un cachetazo colectivo al proyecto que falló con Paul George y Carmelo Anthony. Y lo de los Trail Blazers en la temporada pasada fue, directamente, una de las peores dagas para el ego de Russ, por la enorme diferencia que impuso Damian Lillard en el duelo personal, coronando la victoria con aquel triple sobre la bocina. Mientras Dame estaba en la cresta de la ola, Brodie cerraba la eliminatoria con promedios de 22,8 puntos y 36% campo.

Haciendo la misma comparación que Harden entre producción en Fase Regular y Playoffs, el bajón vuelve a ser notorio, aunque más que nada en su efectividad en lanzamientos. Los 37,4 tantos de media en el 1-4 ante los Rockets en 2017 ayudan para que los puntos, en este caso, sean superiores.

Lo concreto es que no hay peor versión que la de Westbrook descontrolado, tomando malos lanzamientos y fallando en las decisiones. Mucho de eso es lo que se vio en los últimos dos pasos por la postemporada. Mucho de eso es lo que lo lastró durante gran parte de su carrera. Y también, mucho de eso, fue lo que Russ evitó y corrigió en este curso.

La decisión de traspasar a Capela y apostar por las formaciones bajas le abrió por completo la puerta al mejor Westbrook, a ese que tiene espacios para penetrar hacia el aro con libertad y aprovechar al máximo sus enormes virtudes físicas y atléticas. Además, Russ supo bajar su número de triples (un gris constante de su juego), decantando en una versión más efectiva y peligrosa.

En esta 2019-2020, Westbrook promedia 3,8 intentos de triple por partido (con un pobre 25,4% de acierto), que sería la marca más baja de las últimas siete temporadas. Pese a ello, está tomando la segunda mayor cantidad de tiros de campo de su carrera (22,6), sólo por detrás de los 24 por juego de su año de MVP, donde ya sabemos que su uso en aquel OKC estuvo por las nubes. Y en este contexto, su % de campo subió a 47,4%. ¿Casualidad? No, causalidad.

La diferencia en el mapa de calor de sus lanzamientos entre el curso pasado (izquierda) y el actual (derecha) son claras. Y son esas mejores decisiones en sus lanzamientos las que lo tienen promediando 32,2 puntos, 53,1% campo (apenas 2,4 intentos de triples), 8,2 rebotes, 7,0 asistencias y 1,8 robos en sus últimos 22 partidos. De los mejores tramos de su carrera, borrando algunos fantasmas del pasado. ¿Podrá trasladar esa versión a los Playoffs?

¿Puede imponerse el small-ball ante los candidatos?

La gran incógnita de los Rockets. ¿Qué esperar de esta apuesta extrema, en donde Robert Covington y PJ Tucker son probablemente las principales referencias interiores? Realmente, es una moneda al aire. En los 14 partidos desde la llegada de Ro-Co y la partida de Capela, el récord de los texanos es de 8-6, pero con dos caras bien marcadas entre los primeros 9 partidos y los últimos 5 antes de la suspensión.

Lo curioso es que, en el primer tramo de 9 partidos, hubo victorias ante equipos poderosos como Lakers, Celtics (dos veces) y Utah, y hasta una ante Memphis (también en zona de Playoffs). Pero, al mismo tiempo, en todo este lapso de 14 partidos hubo tres derrotas ante equipos que están fuera de los puestos de postemporada (Knicks, Hornets y Suns).

Es difícil predecir algo en base a una muestra pequeña. La falta de rodado de la idea (incluso de entrenamientos) probablemente también atente contra el éxito de la misma. Y sin dudas que rebota el hecho de ver a los principales equipos del Oeste con una clara referencia interior: Anthony Davis en los Lakers, Montrezl Harrell en Clippers, Nikola Jokic en Denver, Rudy Gobert en Utah, Kristaps Porzingis en Dallas... ¿Cómo soportarán la diferencia de kilos y tamaño durante una serie de siete partidos?

Está claro que la apuesta tiene sus pro y contras a la hora de la falta de tamaño o presencia interior. Veremos hacia qué lado cae la moneda de los Rockets.

Sus respuestas a las preguntas de la pretemporada

Antes del inicio de la 2019-2020 publicamos una serie de artículos en los que repasábamos las preguntas más importantes que debían responder los diferentes equipos durante la campaña. Hoy, con buena parte de la Fase Regular siendo historia, es tiempo de visitar y responder esos interrogantes de los Rockets.

• James Harden: ¿dosificará sus energías? No. La Barba tiene casi el mismo promedio de minutos (36,7) que en la temporada pasada (36,8). De hecho, es el segundo jugador con más minutos totales en la 2019-2020 (2.241). Lo que sí bajó un poco (aunque sigue siendo alto) es su porcentaje de uso: del 39,6 de la 2018-2019 al 35,8 de la actual, el segundo más alto (detrás de Giannis Antetokounmpo).
• Russell Westbrook: ¿cómo encajará en Houston? Muy bien. Como hablamos previamente, Russ potenció sus virtudes en un contexto de equipo más favorable para explotarlas y encontró una de sus mejores versiones personales.
• Eric Gordon: ¿podrá mantener su gran año? Definitivamente no. Las lesiones, una vez más, fueron un dolor de cabeza. Apenas pudo jugar 34 partidos, donde promedió 14,5 puntos (marca más baja desde su llegada a los Rockets) y 37% campo, la peor cifra de su carrera (con 31,9% triples).
• PJ Tucker: ¿vale la pena renovarle? La 2020-2021 será su última campaña con contrato, que será por casi 8 millones de dólares. Para cuando termine, tendrá 36 años. Si vale la pena o no se verá llegado el momento, sobre todo por el monto a darle. Pero no hay dudas que, para la búsqueda actual de los Rockets, PJ es indispensable por su entrega, sacrificio y triple (37% en la 2019-2020).
• Clint Capela: ¿puede dar un paso al frente? Si lo hace, no será en los Rockets. Limitado por lesiones, jugó apenas 39 partidos (13,9 puntos y 13,8 rebotes en 32,8 minutos) antes de ser traspasado a Atlanta Hawks, con Houston tomando la decisión de borrar todo rastro de hombre grande de su plantel.
• Austin Rivers, ¿sostendrá su nivel? Sí, fue la misma pieza de recambio útil que buscan los texanos de él. Promedia 8,5 puntos (35,8% triples), 2,4 rebotes y 1,6 asistencias en 23,4 minutos en la temporada.
• Gerald Green: ¿cuál es su versión? Ninguna, ya que se perdió toda la temporada por lesión.
• Danuel House: ¿hasta dónde puede crecer? Hasta lo que Houston necesitaba de él, una sólida opción de 3&D. Muy buenos números de 10,2 puntos (36,3% triples), 4,2 rebotes, 1,3 asistencias y 1,1 robos en 30,0 minutos.
• Gary Clark: ¿hasta dónde puede crecer? En Houston no lo hará. Fue cortado en enero, tras promediar 3,9 puntos en 11,8 minutos (18 partidos)
• Tyson Chandler: ¿cuánto le queda en el tanque? Apenas tuvo acción en esta búsqueda de Houston (8,4 minutos en 26 partidos). Pero bueno, será el único pivote natural del plantel en la reanudación. Nada mal para lo que quieren los Rockets, ¿no?

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.