Ofrecer la mejor versión posible en Fase Regular después de haber alcanzado la cima por cuarta vez en ocho años no es algo excesivamente motivante. Golden State Warriors comenzó esta temporada 2022-2023 muy lejos del nivel que mostraron meses atrás en las Finales. Los vigentes campeones parecían seguir de vacaciones mientras el resto se dejaba la piel noche tras noche por ganar. El problema es que con el paso de las jornadas nada parecía funcionar y el crédito se les estaba agotando. Los de Steve Kerr estaban contra las cuerdas.
Aquel mal inicio, que se tradujo en un balance de 3-7, era síntoma de muchas cosas: bajada del nivel del plantel, descenso del rendimiento de nombres importantes, estancamiento de algunos jóvenes... La cuestión es que su principal figura y guía, Stephen Curry, parecía ajeno a esa negativa dinámica. Su nivel era de MVP, todo lo contrario de quienes compartían vestuario con la estrella.
Solo así se explica que un conjunto tan irregular y con tantas carencias pudo mantenerse alrededor del 50% de victorias cuando la realidad es que deberían haber estado bastante por debajo.
En el momento que Curry cayó lesionado contra los Pacers el pasado 14 de diciembre todas las alarmas se encendieron. Los Warriors perdían a su principal activo durante, como mínimo, 3 semanas, y en un tramo crucial del curso. Y vistos los resultados, era impensable esperar que el grupo sobreviviese al reto.
Sin embargo, así ha sido. Y no solo eso, sino que gracias al desplome de sus rivales han pasado de ocupar la zona de Play-In a regresar a los puestos que dan acceso directo a los Playoffs. Con una marca de 20-19 y en sexta posición los Warriors lucen una imagen muy diferente a la de hace un mes, incluso a pesar de que su balance sea muy parecido.
¿Lo importante? Al interno de Golden State se ha producido un cambio que puede salvar su temporada.
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El regreso del mejor Klay Thompson
La vuelta de una lesión nunca es sencilla, más cuando son dos y de larga duración. En perspectiva, la temporada de vuelta de Klay Thompson cumplió con creces con los estándares esperables. Más si se tiene en cuenta lo larga que fue, incluyendo Fase Regular y Playoffs.
Con tan poco tiempo de descanso entre el último encuentro de las Finales y el primero de pretemporada se entiende que el escolta reportara molestias físicas. Con esto en mente, Klay comenzó el actual curso a un ritmo más bajo de lo habitual, con restricción de minutos, gestión de las cargas y un 33% de acierto exterior.
La preparación física en el mundo profesional se planifica para alcanzar el pico de rendimiento en la parte final del curso, nunca al comienzo. Esto se hace más patente cuanto más veteranos son los jugadores.
Klay ha ido de menos a más y no ha sido hasta que el equipo verdaderamente le ha necesitado cuando ha subido dos marchas de golpe.
Desde la lesión de Curry, Thompson ha rendido de un modo magnífico. En estos últimos 12 partidos el escolta se ha convertido en la referencia en ambos extremos de los Warriors con 25,5 puntos de media, consiguiendo un 38,7% en triples en 35,5 minutos de media.
En el periodo anterior sus minutos fueron apenas 30,7.
El veterano se encuentra bien físicamente y eso afecta a su motivación y rendimiento, lo cual explica actuaciones como la que tuvo ante los Hawks, donde se fue a los 56 tantos. Todo ello en una de las mejores rachas de su carrera, encadenando 3 partidos seguidos con 30 o más puntos.
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La aparición de los secundarios
El alma de los Warriors que fueron campeones la pasada temporada residía en sus jugadores de rotación. Nombres poco llamativos para el gran público como podían ser Gary Payton II, Otto Porter Jr o Nemanja Bjelica tuvieron una gran relevancia en sus resultados positivos, tanto en temporada regular como en Playoffs. En el primer tramo de esta campaña los fichajes llamados a reemplazar a estas y otras bajas no funcionaron, como tampoco lo hicieron los jóvenes que debían dar un paso adelante.
No obstante, el cambio de tendencia en Golden State ha venido desde dentro, de figuras de poco nombre. En especial un jugador ha tenido una importancia mayúscula: Donte DiVincenzo.
El ex de Bucks y Kings se ha convertido en el tercer máximo anotador del equipo en ausencia de Curry, logrando 10,8 puntos con un 41,8% de acierto en triples, 6,2 rebotes, 4,3 asistencias y 1,6 robos. El escolta ha ejercido de navaja suiza para Steve Kerr, realizando tanto labores clave en defensa como en la dirección del juego.
Junto a DiVincenzo dos suplentes que llegaron al equipo en el último momento como fueron Ty Jerome y Anthony Lamb. Dos secundarios que tienen grabada la palabra "esfuerzo" a fuego y que en este breve lapso han sido los pilares de los californianos.
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