Está claro que nunca hay que sobre reaccionar a un partido de preparación, mucho menos cuando se trata del primero después de más de cuatro meses sin pisar una cancha de básquet para un encuentro. Pero la sensación interna en Phoenix Suns después de comenzar sus duelos de fogueo en Disney con una sólida victoria ante Utah Jazz (101-88) en la noche del jueves es muy clara. Es la de un equipo que está completamente enfocado en objetivo para el que muchos ya lo dejan a un costado.
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En los papeles, los de Arizona son los que más complicado tienen el tema de la lucha por el último lugar de Playoffs de la Conferencia Oeste. A saber: comenzarán los seeding games con récord de 26-39, seis partidos por detrás de Memphis Grizzlies (8° con 32-33) y con cuatro equipos en el medio (Portland, New Orleans, Sacramento y San Antonio). Si de llegar a pretemporada se trata, deberían alcanzar el 9° lugar y finalizar a 4 o menos partidos de distancia del 8° para llegar al Play-in. Sin dudas que es una panorama complejo, y al mismo tiempo es el alimento del equipo para encarar esta reanudación.
"The edge and the competitive nature that was evident tonight is something that we have to hold onto."
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Los Suns saben que no tienen margen de error y afrontan el reinicio como tal. Quizás se trata de una manera de generar el mensaje necesario en relación a potenciar una cultura que está obligada a ir por esa dirección para continuar esta reconstrucción encarada con Monty Williams en el banco. Aunque también puede ser el enfoque que, como consecuencia, genera una pelea real para ese milagro de Playoffs. Por eso es que el entrenador quedó encantado con lo mostrado por su equipo ante el Jazz, mucho más allá de resultados o números.
"La verdad es que hemos estado hablando de no tener días libres, de tener un nivel de intensidad que te entusiasma al jugar, que es contagioso y que también pueda quebrar a otros equipos. Sabemos que era un partido de pretemporada, pero les dije a los jugadores en el vestuario que no tenemos el lujo de tomarnos una noche libre. En la posición en la que estamos, sabemos que debemos luchar por todo en cada posesión", destacó Williams tras la victoria ante el Jazz. Si muchas veces la defensa es indicativo de la entrega e intensidad de un equipo, vale decir que Phoenix permitió 102,3 puntos por 100 posesiones contra Utah. Muestra mínima y en un contexto diferente, sí, pero muy debajo del registro de 111,3 de toda la 2019-2020. Alentador, sobre todo considerando que los principales del Jazz (Mitchell, Conley, Ingles y Gobert) jugaron todos entre 25 y 28 minutos.
Devin Booker, la principal referencia de los Suns, fue por la misma línea que el coach. "Fue divertido, disfruté estar ahí afuera después de mucho tiempo. Durante las últimas semanas tuvimos la chance de competir contra nuestros compañeros, pero jugar contra otro equipo ha sido muy divertido. Demostramos lo que hemos estado trabajando, y eso es nuestro espíritu competitivo y cómo vamos a ir por ello. Esta noche fue un ejemplo de eso y debemos seguir de esa manera", remarcó el escolta, quien sumó 13 puntos, 2 rebotes y 3 asistencias en 26 minutos.
"We showed what we've been working on and that's just our competitive spirit."
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En los intangibles parece estar la clave de Phoenix, algo que muchas veces fue una carencia a lo largo de los últimos años. "Esta noche cometimos varios errores, pero cuando jugás así de duro, te das una chance de ser productivo. Así fueron nuestros entrenamientos durante estas semanas. Les hablé a los jugadores sobre el enfoque en los trabajos, en los videos y en todas las cosas que hemos estado haciendo aquí. Ahora tenemos que construir sobre eso. Tuvimos muchos errores esta noche, pero la naturaleza competitiva que demostramos es algo que debemos mantener", señaló Williams.
Los Suns no llegaron a Orlando "de paseo". Posiciones y números al margen, parecen listos para competir de la mejor manera. Su segundo duelo de preparación será el domingo contra Boston Celtics.
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