"Tengo que mirar los videos. No puedo superar lo mal que estuve en defensa" le comentó LaMarcus Aldridge a Kristian Winfield del New York Daily News, luego de la derrota de sus Brooklyn Nets ante Los Angeles Lakers por 126-101, en la noche de este sábado. Razón no le falta al ex Spurs, quien mostró una versión suya realmente pobre en ese costado y sufrió mucho más de lo esperado para contener a un Andre Drummond que lo dominó físicamente y acabó con 20 puntos y 11 rebotes.
¿Cuán malo fue el rendimiento de Aldridge en la marca? Y sobre todo, ¿cuán preocupante es esto para el futuro de Brooklyn, teniendo en cuenta que todo indica que LMA será el pivote titular del equipo de aquí en adelante? Lo revisamos a continuación, repasando diferentes imágenes que nos dejó el duelo ante los angelinos.
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La defensa de LMA
Lo primero a entender es cómo quiere usar Brooklyn a Aldridge en defensa: hundido en la pintura, dando espacio en la media distancia y concentrándose en proteger el aro. La denominada cobertura drop, que el equipo ya utilizaba cuando abría los encuentros con DeAndre Jordan. En la primera posesión del duelo ante los Lakers lo vemos muy claro: Aldridge no sube en la cortina y se queda hundido, regalando el doble de media. En este caso, Schroder se lo hace pagar.
Mientras Aldridge esté en cancha, ese tiro a 4 metros estará disponible para los rivales de Brooklyn. Los números así lo marcan: en los cinco partidos que lleva disputados, los rivales están tomando 9,6 dobles largos (de 16 a 24 pies) por cada 48 minutos y anotando el 58% de ellos. En contraste, la diferencia es enorme cuando ingresa Nicolas Claxton, un defensor mucho más veloz, que puede salir a marcar esos tiros: solo 4,9 intentos por 48 minutos y 14% de eficacia en esos mismos 5 juegos. Una brecha clarísima.
Esa cobertura drop también tiene sus ventajas y ayuda a los Nets a fortalecer la pintura. De hecho, aunque tiene limitaciones claras en otros aspectos, Aldridge es un correcto protector del aro, que si está bien posicionado, posee buen timing y precisión para dar tapas o desviar balones. Siempre ha sido uno de sus fuertes en este campo y lo mostró en diferentes ocasiones ayer, sobre todo en el primer tiempo.
El problema es la falta de versatilidad y lo mal parado que queda LMA en situaciones donde su posicionamiento no es el ideal. Su falta de velocidad y agilidad hace que si no está en el lugar exacto y directo para intentar detener al rival, no tenga chance de recuperación. Y aunque en la siguiente acción hay errores de su compañero en la rotación, sirve como muestra de lo fácil que es para los contrarios explotar su debilidad como marcador de pick and roll.
Algo que a diferencia de Claxton tampoco vamos a ver con Aldridge son cambios en las cortinas. Básicamente a los tiradores los deben defender sus marcadores primarios y si estos los pierden en la persecución, no esperen que el nacido en Dallas vaya a cubrirles las espaldas. Su enfoque casi absoluto está puesto en proteger la pintura, sabiendo que si sale al perímetro puede quedar aún más expuesta su falta de agilidad.
El problema en este contexto es que si bien alternó algunas buenas acciones en el primer tiempo, Aldridge tampoco es un especialista en la marca interior. Algo que quedó a las claras en su emparejamiento con Andre Drummond. La cobertura drop puede funcionar para pivotes sin gran movilidad y buena presencia interior, pero en este momento LaMarcus está más cerca de rendir en esa función como Enes Kanter en Portland que como Rudy Gobert en Utah.
Lo del segundo tiempo de Drummond terminó de inclinar la balanza para lo que fue una actuación preocupante de Aldridge: superado constantemente en el uno contra uno, al punto que Nash tuvo que quitarlo de la cancha al no ser capaz de frenar al ex Cleveland. La facilidad con la que el pivote de los Lakers lo atacó, lo superó en potencia y definió en varias ocasiones, es una señal de alarma importante para Brooklyn. Especialmente teniendo en cuenta que en el horizonte del equipo aparecen potenciales rivales de Playoffs con Joel Embiid, LeBron James, Anthony Davis o Giannis Antetokounmpo, entre otros.
En los cinco partidos que han disputado con Aldridge, los Nets tuvieron un rating defensivo de 110,2. Exactamente cuatro puntos por arriba del que registraron cuando jugó Nicolas Claxton (106,2), quien ha perdido mucho terreno desde la llegada de LaMarcus y Blake Griffin, pasando a promediar solo 13,6 minutos, a pesar de que hace poco fue calificado por Nash como el mejor defensor del plantel.
¿Debe preocupar a los Nets esta producción de Aldridge? La sensación es que pensado en grande, sí. Eventualmente se enfrentarán con equipos muy poderosos en la pintura y si el ex San Antonio se vio tan fácilmente superado por Drummond, la idea de tenerlo como última línea de defensa ante alguna súperestrella no es demasiado alentadora. Claro que Brooklyn tiene suficiente poderío anotador como para compensar ese defecto, pero en series en las que los detalles puedan definir la historia, no dejará de ser un punto débil preocupante para los neoyorquinos.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
