La NBA es una liga en la que convive un amplio espectro de jugadores de toda índole y cuya relevancia suele ser eclipsada noche tras noche por los principales astros de la competición. Más allá de las estrellas, existe un enorme número de jugadores para los que cada posesión es decisiva, sacando el máximo partido posible de su bajo volumen de uso ofensivo y haciendo de esta relevancia reducida en el ataque su principal baza.
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A menudo se tiende a ver el juego como un todo y reducir las lecturas posibles a victorias o derrotas. Sin embargo, la viabilidad de un sistema y cómo este se ejecuta son variables importantísimas en el devenir de un equipo. En ese sentido, gracias al desarrollo de sistemas mucho más abiertos y que tienden al tiro exterior ha hecho que jugadores como los que presentamos a continuación tengan un rol determinante en el juego del equipo, funcionando como desatascadores y puntos seguros sobre los que confiar una posesión concreta.
Por ello, desde NBA.com Global hemos indagado en las estadísticas avanzadas para encontrar a aquellos tiradores que han conseguido no solo hacerse un hueco sino ser imprescindibles en sus respectivos equipos, con la particularidad de que más del 95% de sus triples han llegado en asistencia y su uso ofensivo no supera el 18%.
Duncan Robinson
- Estadísticas: 13,3 puntos y 44,8% en triples
Probablemente el nombre más destacado de los aquí presentados por su definitiva explosión como jugador en Miami Heat que ha hecho de él uno de los principales anotadores exteriores de toda la liga. A pesar de ello, Robinson ha pasado desapercibido en muchos aspectos en este curso por su relativo peso dentro del sistema de Spoelstra, siendo un ejecutor en última instancia más que un creador.
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Haciendo uso de su fantástica lectura del juego sin balón, de los lanzamientos tras mano a mano y del juego en transición, el nativo de Michigan se encuentra tercero en la lista de máximos triplistas de la NBA en este curso, con 243 conversiones.
Más allá de la evidente facilidad que ha tenido para anotar desde la larga distancia y que le hace ser uno de los 15 jugadores en la historia de la NBA en anotar más de 200 triples en una temporada, Duncan Robinson lo ha conseguido sin hacer apenas ruido, exprimiendo de la mejor manera cada opción que ha tenido para anotar. Esto se ha traducido en que el 84% de sus puntos han venido desde la línea del triple, a lo que hay que añadir que el 94,1% de sus triples han llegado tras asistencia.
Robinson es el último eslabón de la cadena de juego de Miami Heat que se estructura a partir de una sencilla pero eficaz secuencia de manos a manos y de bloqueos indirectos que han encajado a la perfección con las cualidades del escolta de 26 años.
Doug McDermott
- Estadísticas: 10,4 puntos y un 44% en triples
Si bien la carrera de McDermott parecía estar llamada a tener un mayor calado de lo que se comprobó en su desembarco en la NBA, es justo admitir que en esta temporada el jugador formado en Creighton ha experimentado una enorme mejoría gracias a su introducción dentro del sistema de Nate McMillan.
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Y no solo por el hecho de ser el tipo de jugador que Indiana necesitaba, sino porque ha ayudado a complementar a Domantas Sabonis como ningún otro jugador en el plantel, pues ha recibido más asistencias provenientes del lituano que nadie en los Pacers (1,5). A esto cabe añadir que el 93,8% de sus triples han llegado a través de asistencia y que prácticamente la mitad de sus puntos han venido sin tan siquiera picar el balón.
Aunque su uso ha sido el mayor de los nombres incluídos aquí, acumulando el 18,6%, su papel ha estado considerablemente por detrás de otros nombres clave dentro del ecosistema de McMillan como Brogdon, Sabonis, Oladipo, Warren o Lamb. McDermott ha dado un paso adelante en este curso en todos los sentidos y en especial desde el triple, pasando de anotar 1,1 triples por noche a 1,9, y de un muy buen 40,8% a un 44,5% de acierto desde la larga distancia.
Ben McLemore
- Estadísticas: 9,8 puntos y 39% en triples
Caso completamente diferente al de los tres anteriores por la proyección y el tipo de jugador que llegó a la liga en 2013 proveniente de Kansas. Se trataba de un anotador que precisaba de un alto uso del balón para producir puntos y cuya eficiencia estaba lejos de ser la deseada. Tras una larga adaptación y reconversión, Ben McLemore ha encontrado su sitio en el lugar perfecto para los tiradores: Houston Rockets.
Bajo las órdenes de Mike D'Antoni, el escolta ha vivido su mejor temporada en todos los sentidos, con un rol concreto de ejecutor y espaciador del campo, pasando de jugar 19 encuentros el pasado curso en los Kings y de un insatisfactorio rendimiento en los Grizzlies en 2018, a establecerse como el cuarto máximo anotador exterior en el equipo que más triples lanza de toda la NBA.
El escolta de 27 años no solo ha pasado de una media de 1,2 triples por noche a 2,4, lo que supone el doble, sino que ha incrementado considerablemente su acierto, pasando del 35% a rozar el 40%.
Houston le ha dado la oportunidad y la confianza que necesitaba para explotar su potencial de una manera que no había conseguido hasta llegar al Toyota Center, en donde se ha hecho un hueco aprovechando todos y cada uno de los pases que le han llegado, anotando el 93,8% de sus triples en asistencia y acumulando solamente el 15% del uso ofensivo.
Royce O'Neale
- Estadísticas: 6,3 puntos y 39% en triples
Un perfil más propio del stopper defensivo que del tirador, O'Neale se ha asentado en Utah Jazz como un verdadero obrero del juego, encargándose de las tareas más ingratas y aún así siendo imprescindible para Quin Snyder. Su gran minutaje (29,1) impacta con el poco peso que sus números tienen en su perfil, lo que no hace en absoluto justicia al gran trabajo que el jugador formado en Baylor realiza.
O'Neale, que fue undrafted en 2015, sigue una curva de aprendizaje en su juego sumamente interesante, dando verdaderos pasos de gigante desde el triple, pues a su llegada a la NBA no superaba las 0,6 conversiones por noche hasta llegar a 1,3 en esta temporada, lo que en el contexto del Jazz le hace ser el sexto máximo anotador exterior del equipo. No obstante, tiene incluso más mérito si se contrasta con el peso ofensivo del que ha gozado, inferior al 10%.
De continuar esta tendencia en los años venideros, el alero está llamado a ser uno de los jugadores más cotizados en su posición, no ya solo por su defensa (107 de defensive rating) sino por cómo es capaz de exprimir cada posesión en la que interviene para producir puntos.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o sus organizaciones.
