En los últimos años, con más pálidas que sonrisas, la narrativa alrededor de Carmelo Anthony tuvo un denominador común: la sensación de que necesitaba aceptar un rol secundario, lejano al del excelente anotador que supo ser en Denver Nuggets y New York Knicks, para mantenerse productivo en la liga en la etapa final de su carrera. Sus pasos por Oklahoma City Thunder y Houston Rockets, de cierta manera, fallaron por no terminar de comprender esta necesidad de correrse un poco en relación a protagonismo. Después de un tiempo sin encontrar un lugar en la liga, Portland Trail Blazers confió en él y le dio la chance. A lo largo de 2019-2020, con buenas y malas, supo ser productivo acompañando a Damian Lillard y CJ McCollum. Y este reinicio en Disney se está destacando en ese rol que tan bien podría hacer y que, sin dudas, le daría un salto a los de Terry Stotts.
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Por lo menos, lo que le está dando -sin dudas- es ilusión a la búsqueda de los Playoffs. Porque cada encuentro vale oro para los de Oregon, y en las dos victorias en Orlando, la del debut contra Memphis y la de este martes frente a Houston Rockets (110-102), tuvo un sello clutch de Melo que nos lleva a ponderar su experiencia y calidad en estas situaciones, y que permite argumentar sobre cuánto mejor puede ser en este papel de acompañamiento de los principales en Portland.
Los Blazers no necesitan al Anthony de más de 25 puntos que castigaba noche a noche a las defensas rivales en el pasado. Para eso, claro, están Lillard y McCollum. Pero tener a un jugador con la capacidad de Melo en situaciones de descarga, sin duda, es un lujo para los de Stotts, porque está claro que no es lo mismo que un tiro así lo tome cualquier otro de la rotación (sin desmerecer a nadie) o que lo tome el segundo máximo anotador activo de la historia.
Lo de Anthony en los cierres de partidos en Disney está siendo un lujo, tanto como que es el segundo jugador con más puntos totales en situaciones clutch en este reinicio: 13 unidades anotadas, solo superado por los 22 (!) de DeMar DeRozan. Aún mejor es cómo lo está haciendo Melo, con efectividad: 4 de 6 en tiros de campo, con un genial 3-5 en triples (más 2-2 libres). Aunque la muestra es pequeña (15 minutos totales), Melo arroja un rating ofensivo de 138,2 en el clutch en estos tres encuentros (y 97,1 defensivo).
Lo que juega a favor de esta teoría de renacer de Anthony en el rol adecuado es ver cómo consiguió estos puntos: esperando a un costado como tirador, aguardando una descarga (generalmente de Lillard o de McCollum) después de juntar marcas que permiten que se encuentre completamente liberado.
Hasta los dos lanzamientos que falló fueron de la misma manera. Completamente bien tirados, sin forzar.
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Vale repetir y detenerse en la gravedad que genera alguien como Lillard en las defensas, y cómo eso permite tener a alguien como Melo liberado. Por supuesto que hay valor en el veterano a la hora de anotar esos tiros, como así también de Dame para reconocer que en las situaciones límites es bueno confiar en el resto. Tres, cuatro o hasta los cinco rivales pendientes del base en estas posesiones. Dejar a Anthony libre está siendo un pecado.
"Es un futuro miembro del Salón de la Fama. Es decepcionante que la gente esté sorprendida. Es un gran compañero y eso es lo que esperamos de él. Lo ponemos en esas situaciones porque esperamos que meta esos lanzamientos, creemos que los va a meter. Lo sumamos porque sabíamos que iba a hacer una diferencia para nuestro equipo y lo ha estado haciendo. Para mí no es una sorpresa, estoy encantado de ver que sale adelante en esas situaciones", lo elogió Lillard después del encuentro ante Houston, donde Anthony cerró con 15 puntos, 11 rebotes, una asistencia, dos robos y un tapón en 37 minutos.
Un detalle que también es importante: su cierre en los intangibles (defensa, compromiso para la lucha, disputa de los rebotes) también fue para valorar, lo que marca una mayor predisposición para un apartado que generalmente no lo ponía en el buen lado de la moneda. Aunque también hay otro detalle para considerar: su 5-14 de campo, con 3-10 en dobles. Y acá está la llave: más allá de haber bajado el volumen, Melo sigue tomando algunos tiros del pasado que son forzados y atentan contra su efectividad y productividad. De hecho, en Disney y en toda la temporada hubo una diferencia clara en relación a sus lanzamientos tras recibir (catch and shoot) con los creados tras retener el balón.
Situación | Catch and shoot | Pull-up | Con balón 2 segundos o menos | Más de 2 segundos |
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2019-2020 | 57,6% | 41,9% | 58,1% | 41,3% |
En Disney | 82,1% | 40% | 73,8% | 27,9% |
"A comienzos de su carrera, la pelota hubiese estado en sus manos desde el inicio. Ha asimilado muy bien su rol en este equipo. Y realmente ama este juego, ama la camaradería y estar en la NBA. A esta altura de su carrera, está siendo capaz de saborear una parte de la NBA que no necesariamente fue la misma que en el comienzo de su camino", señaló el coach Stotts dando en la tecla. En este renacer de Anthony hay mucho de aceptación propia, de querer asumir un desafío que hasta acá no había podido. Con esta versión, Portland puede confiar en sus chances rumbo a la pelea por los Playoffs.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.