Los Boston Celtics abrieron con derrota su participación en las Finales del Este, cayendo ante el Miami Heat por 117-114 en tiempo suplementario. Con dicha caída, los dirigidos por Brad Stevens llevan tres reveses consecutivos en partidos definidos por tres puntos o menos, sumándose a lo ocurrido en los Juegos 3 y 6 de su cruce ante los Toronto Raptors. Y más allá de que cada historia tiene sus situaciones particulares, hay algunas tendencias que se repiten y deberían preocupar a los verdes de cara a lo que viene.
El juego de Boston en el clutch ha estado muy lejos del ideal. Por momentos, parecen dejar de lado los secretos que los transforman en un equipo tan peligroso y apostar en cambio por situaciones con pocas probabilidades de éxito. El famoso hero ball, en el que un jugador intenta vencer a la defensa contraria por si solo, sin involucrar a sus compañeros.
Más | Miami Heat le ganó un partidazo a Boston Celtics en el comienzo de las Finales del Este
En los 43 minutos de clutch que llevan en los Playoffs, los Celtics registran un eFG% de 44,1%, rankeado 9° entre los 15 equipos que disputaron ese tipo de partidos (Orlando no participó de ninguno). Dentro de ese bajo porcentaje aparece un pobrísimo 18,2% en triples, producto de 4 conversiones en 22 intentos. Entre los 11 conjuntos que han intentado al menos cuatro triples en el clutch en estos Playoffs, nadie lanza peor que Boston.
Y si bien es injusto apuntar con el dedo a un determinado jugador por esa baja producción, hay algunas cuestiones ineludibles. Principalmente en lo que respecta a Jayson Tatum. El alero es el jugador que más utiliza Boston en los cierre apretados: 28,9% de uso, contra un 20,6% de Jaylen Brown y un 19,6% de Kemba Walker. El problema es lo poco eficaz que está siendo en esos escenarios: acumula un 4-19 de campo y un 1-8 en triples, con 5 pérdidas contra 4 asistencias. Entre los 19 jugadores con al menos 10 tiros en el clutch, el perimetral surgido de Duke figura 15°.
Lo curioso es que Tatum había sido un jugador sumamente eficaz en esos cierres durante la Fase Regular, lanzando un 50% de campo y un 36% en triples. Entre los 36 jugadores con al menos 50 tiros, la estrella de Boston aparecía como el octavo mejor porcentaje de cancha. ¿Qué ha cambiado entonces? Simple: la agresividad.
En los 43 minutos de clutch en Playoffs, Tatum tiene apenas 4 puntos dentro de la pintura. Dos de ellos vinieron en una corrida en transición tras un robo, mientras que esta fue la única vez que consiguió anotar cerca del aro en esas instancias.
El contraste con la Fase Regular es enorme. Allí, Tatum anotó 40 puntos en la pintura en 133 minutos clutch. Elevado a 100 posesiones, notamos la diferencia con mayor claridad: 13,3 puntos en la Fase Regular vs 4,8 en los Playoffs. Casi tres veces menos.
Parte de esa falta de agresividad de Tatum en los cierres tiene que ver con los defensores que ha tenido enfrente. Pascal Siakam en la serie ante Toronto y JImmy Butler contra Miami. Sin embargo, es innegable que también hay responsabilidad del alero, quien se está conformando con disparos externos en situaciones límite, sin ponerle presión a la defensa. Y de nuevo, ni siquiera se justifican por un alto nivel de acierto. Todo lo contrario.
Claro que no toda la responsabilidad recae en Tatum. En ese sentido, hay un dato interesante: contando solamente los últimos cuartos, Tatum está tomando en los Playoffs el 19% de sus tiros con siete segundos o menos en el reloj de posesión. Esa misma cifra apenas llegaba al 12% en la Fase Regular, lo cual nos da un mensaje claro: el oriundo de St. Louis muchas veces termina forzando disparos externos, al verse apretado por el reloj de 24.
En ese sentido, hay parte de culpa para el propio Tatum, al no ser lo suficientemente decidido para atacar más temprano en la posesión. Pero a la vez, tampoco podemos perder de vista lo que está sucediendo con Kemba Walker. El base ya era habitualmente un jugador de acaparar mucho el balón, especialmente en los finales de partido, aunque en estos Playoffs está llevando esa situación a extremos poco sanos para los suyos: en promedio, retiene el balón unos 5,8 segundos por toque, superando los 5 de la Fase Regular. Además, suma 5,5 dribles por toque, en contraste con los 4,6 que traía hasta la postemporada.
Entre los 68 jugadores con al menos 200 minutos en estos Playoffs, Walker aparece 4° en segundos de posesión por toque (detrás de Harden, Mitchell y Doncic) y 3° en dribles por toque (atrás de Harden y Mitchell). Claro que en el caso de Houston, Utah y Dallas, hablamos de ofensivas diseñadas especialmente alrededor de esas figuras. Algo muy diferente al contexto de Boston.
En su favor, Kemba está logrando ser muchísimo más eficaz en el clutch que Tatum: lleva anotados 8-13 de campo para un 61,5%. Números excelentes, sin dudas.
Pero en el proceso, su estilo de juego le está quitando algo de sorpresa a la ofensiva de Boston. Sacando algunas buenas descargas para Theis, el ex Charlotte no le ha conseguido tiros cómodos a sus compañeros en los momentos decisivos, llevando a los Celtics a resoluciones individuales de básicamente dos hombres: Tatum y él.
De hecho, 12 de los 15 lanzamientos que han tomado restando menos de un minuto y con el marcador a cinco puntos o menos, han llegado vía Tatum (7) y Walker (5). Nadie más tiene más de uno, incluyendo un 0-1 para Jaylen Brown. Miami, en cambio, reparte bastante mejor la bola en esas situaciones: 4 tiros para Butler, 3 para Dragic, 3 para Herro y 1 para Adebayo.
Lo primero que debe lograr Boston es no forzar tanto en el uno contra uno en los finales apretados e intentar generar lanzamientos abiertos, incluso para algunas de sus terceras o cuartas opciones anotadoras. Pero cuando no quede otra que apostar por los aclarados y la resolución individual, los de Stevens necesitan una mejor toma de decisiones de parte de su jugador más importante. Tatum ya demostró en la Fase Regular que puede romper y pisar la pintura cuando los partidos están por definirse y es hora de que empiece a buscar lo propio en los Playoffs, tal como hizo en la última acción del Juego 1 ante el Heat.
El resultado pudo no ser el esperado debido al taponazo de Adebayo, pero Boston precisa a ese Tatum punzante para poder cambiar la racha en el clutch.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.