Anthony Davis pertenece a un selecto grupo de jugadores cuyas características físicas son siempre enumeradas al mismo tiempo que sus habilidades. Como si por el mero hecho de enunciar una retahíla de parámetros objetivos la estrella de Los Angeles Lakers fuese a convertirse en el mejor de su generación. AD lleva cargando con esa losa, la cual se traduce en unas altas y perpetuas expectativas desde que puso un pie en la NBA.
La realidad es que durante su considerablemente larga trayectoria en la liga tan solo en un puñado de ocasiones ha conseguido juntar capacidad física, técnica y disponibilidad. Pero cuando lo ha logrado, Anthony Davis ha demostrado ser un jugador sin parangón en esta competición.
Y eso es precisamente lo que está haciendo ahora mismo con Los Angeles Lakers.
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En un momento delicado para AD, en el que su nombre había comenzado a aparecer tímidamente en los rumores de traspaso, consecuencia de su pobre nivel de juego y de los negativos resultados del equipo, el jugador ha respondido sobre el parqué. De ser señalado a ensalzado, nada más propio de los Lakers que un cambio como este.
Solo hace falta ver sus últimos tres partidos para comprobar el altísimo rendimiento de la figura de 29 años:
- vs. Nets: 37 puntos con un 60% de acierto, 18 rebotes y 2 asistencias
- vs. Pistons: 38 puntos con un 62,5% de acierto, 16 rebotes y 4 tapones
- vs. Spurs: 30 puntos con un 63,2% de acierto, 18 rebotes y 3 robos
Gracias a este excepcional nivel del interior los Lakers han logrado 3 de sus 5 victorias totales en esta temporada. Y lo más importante, todo ello sin LeBron James, baja por lesión muscular. Anthony Davis ha asumido por el momento el esperado papel de líder, comandando a un equipo muy limitado para renovar las ilusiones de los aficionados de oro y púrpura.
En la amplia y rica historia de los Lakers tan solo Shaquille O'Neal había logrado encadenar al menos 3 partidos con más de 30 tantos, 15 rebotes y lanzando por encima del 60%. Shaq lo hizo en 2001, con la diferencia de que AD lo ha realizado sumando un 100% de victorias.
A pesar de que la entidad de los rivales a los que se han medido los angelinos no ha sido muy considerable, sí que es cierto que no han fallado, cosa que sí había ocurrido en las semanas previas. Así se explica que los californianos hayan sido el segundo mejor conjunto en ese lapso (+16,3 de net rating), impulsados por un ataque tan eficiente como su defensa.
Con todo el peso sobre los hombros de Davis este ha respondido y ha estado a la altura de las circunstancias. Los Lakers necesitaban victorias, del modo que fuese, y la estrella ha cumplido. Una vez más ha probado que no se trata de poder ser o saber, sino de querer hacerlo y en este breve lapso AD ha querido probar su condición de eje vertebral del proyecto.
“Simplemente impongo mi voluntad en ambos lados del campo, tratando de ser el jugador dominante que el equipo necesita que sea”, dijo Davis tras la última victoria. “Por lo general eso nos llevará a ganar partidos o estar en la pelea".
Un rendimiento que, al fin, ha confirmado la apuesta realizada por Darvin Ham a su llegada: hacer de él la primera opción ofensiva.
“AD tiene que ser el punto focal”, comentó Ham. “Él tiene que encabezar la carga. Esa es la forma en que estamos construidos. Él lo ha asumido. Cuando LeBron regrese, si Davis puede mantener este nivel seremos tan buenos como nuestra preparación nos lo permita".
En esta última semana Anthony Davis ha desplegado un fantástico rendimiento alrededor del aro, dominando la zona en cada uno de sus enfrentamientos (79,3%). No así conforme se alejaba del aro, con 0 de 3 en triples y 5 de 10 en la media distancia. Bajo volumen, consecuente precisión.
A pesar de todo lo positivo que puede resultar esto, la clave para el jugador de los Lakers es mantener en cierto modo su producción. Es decir, ser constante. Algo que no siempre ha venido de la mano al hablar de Davis. Los californianos y el jugador lo necesitan como agua de mayo.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.