Como se presumía por las características del básquet que se juega en este tipo de eventos y por sus antecedentes en la NCAA, Cam Thomas está dejando una explosión anotadora sensacional en sus primeros pasos como profesional con los Brooklyn Nets. El rookie ex LSU comanda la Summer League de Las Vegas con un promedio de 27 puntos en 28,8 minutos, apoyado sobre todo por su habilidad para llegar a la línea de libres (8,3 conversiones por encuentro).
BIG TIME ⏰
— NBA (@NBA) August 13, 2021
Cam Thomas (@24_camthomas) drops 31 PTS and hits back-to-back clutch triples to give the @BrooklynNets the 2OT #NBASummer win! pic.twitter.com/SEIDgeCxZJ
Los Nets todavía deben jugar un partido más este martes, pero todo apunta a que Thomas terminará con algo que muy pocos otros consiguieron desde que se creó esta liga de verano en el 2004: promediar por encima de los 25 puntos, con al menos cuatro partidos disputados. De hecho, solamente lo han logrado cinco jugadores en estos 17 años, marcando la enorme dificultad de ese hito.
¿Quiénes son esos cinco y qué representó luego para su carrera NBA? Veamos.
El primero en lograrlo fue Lou Williams, quien promedió 25,2 puntos en la Summer League del 2007 a lo largo de cinco partidos. Williams ya traía dos temporadas NBA en sus espaldas, pero con muy pocos minutos en los Sixers. Sin embargo, en Las Vegas ya se vieron los indicios de lo que acabó siendo su primera campaña de real impacto en Philadelphia: pasó de promediar 4,3 tantos en la 2006-2007 a 11,5 en la 2007-2008, beneficiado por la salida de Allen Iverson del plantel.
En el caso de Williams, su producción en Las Vegas no solo fue una previa de lo que sería la evolución en su juego, sino que también dejó los primeros flashes de quien desde entonces ha sido uno de los mejores especialistas anotadores de la competencia. Empezamos con una buena señal para Thomas, teniendo en cuenta que se trata de dos jugadores similares: bases de poco armado pero muchos puntos en las manos, que parecen ideales para el rol de sexto hombre.
El siguiente caso, en cambio, nos trae otra cara de la moneda. Hablamos de la liga de verano del 2008, donde un novato Jerryd Bayless brilló para los Trail Blazers, promediando 29,8 puntos (máxima histórica de Summer League) en cuatro encuentros. Más allá de ese gran nivel, Bayless nunca terminó de explotar en la NBA: apenas promedió 4,3 puntos como novato y jamás tuvo una campaña NBA por encima de los 11 tantos de media. La anotación nunca fue su problema, pero está claro que su rendimiento en la liga estuvo muy lejos de lo que pudo insinuar en esos primeros vistazos en Las Vegas.
En el 2009, por tercer año consecutivo, tuvimos a otro de los casos: Anthony Randolph, quien promedió 26,8 puntos en cuatro partidos con los Warriors. Randolph venía de tener una media de 7,9 tantos por encuentro como novato en Golden State y su gran nivel en Las Vegas vino acompañado de una mejoría clara en su segunda campaña NBA. Pasó de esos 7,9 puntos a una máxima de carrera de 11,6 tantos. De todas maneras, su caso va bastante más relacionado a lo de Bayless que a lo de Williams: su dominio ofensivo en esa Summer League nunca terminó de catapultarlo como una figura en la competencia madre.
Si de casos que deben ilusionar a Thomas, ninguno más positivo que el cuarto de este informe: Damian Lillard. La actual estrella de Portland impresionó en la liga de verano del 2012, promediando 26,5 puntos en cuatro partidos. Y claro está, a diferencia de lo que ocurrió con Bayless, no solo Lillard terminó trasladando ese rendimiento a la NBA, sino que pronto se consolidaría como uno de los mejores bases anotadores que se hayan visto en la historia de la competencia.
El último caso se vio en la Summer League del 2017, con otro guardia tirador: Bryn Forbes, máximo anotador de ese evento con una media de 26 puntos en cinco partidos con los Spurs. El de Forbes es un caso más relacionable al de Bayless: su nivel fue de la mano con su clara habilidad anotadora y tiradora, pero estuvo lejos de significar que se transformaría en una estrella de la competencia. Al punto que como Bayless, nunca ha pasado de los 11 tantos de promedio en la liga.
Como vemos, hay ejemplos diversos: en ciertos casos, las explosiones anotadoras en Las Vegas derivaron luego en una carrera de estrellato y premios individuales en la NBA, mientras que en otros apenas estuvieron vinculados a la capacidad anotadora de jugadores que no acompañaban esas virtudes con un repertorio más completo o trasladable a un nivel de competencia más exigente.
¿En qué casillero terminará cuadrando Cam Thomas? Habrá que esperar un tiempo para tener una respuesta definitiva.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.