Aunque ya van por su temporada número 31, Minnesota Timberwolves y Orlando Magic están dentro de las cinco franquicias más "jóvenes" de la NBA y hoy, 22 de abril de 2020, se cumple el aniversario número 33 de cuando la liga les garantizó un lugar como franquicias de expansión.
La llegada de Miami Heat y Charlotte Hornets a la liga también se garantizó en ese momento, pero esas dos franquicias del sureste se estrenaron una campaña antes, en la temporada 1988-1989. Miami es la única de este grupo que ya conoce lo que es consagrarse campeón: lo logró en 2006, 2012 y 2013. De las otras tres, la única que estuvo realmente cerca fue Orlando Magic, finalista en 1995 y 2009.
En este caso nos vamos a ocupar de repasar la historia del Magic y de los T-Wolves. Los de Minneapolis debutaron el 3 de noviembre de 1989, cayendo frente a Seattle Supersonics por 106-94, mientras que el Magic hizo su estreno al día siguiente perdiendo con New Jersey Nets por 111-106. Esas derrotas marcaron lógicamente la impronta de lo duro que es la primera temporada para una franquicia en expansión, con un plantel armado con jugadores descartados por los demás equipos: el récord de Minnesota en la 1989-1990 fue de 22-60 y el de Orlando fue de 18-64.
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Los Timberwolves y la vuelta de la NBA a Minneapolis
La primera dinastía de la historia de la NBA tuvo lugar en Minneapolis, Minnesota. Minneapolis Lakers se quedó con el título en cinco de las primeras 8 temporadas de la historia de la NBA: 1949, 1950, 1952, 1953 y 1954, liderados por George Mikan, una de las primeras grandes estrellas del básquetbol.
Tras el retiro de Mikan, la franquicia empezó a tener problemas económicos. Bob Short, un empresario de Minnesota que compró el equipo a fines de la década del 50 para retenerlo en la ciudad y que no sea trasladado a Kansas City, finalmente mudó a los Lakers a Los Angeles en 1960, convirtiéndolos en el primer equipo NBA de la Costa Oeste. Curiosamente retuvieron el nombre de Lakers, correspondiente a la región de los Grandes Lagos del norte estadounidense.
La NBA estuvo alejada de Minnesota durante casi 30 años, hasta que con la expansión planificada a fines de la década del 80 dos empresarios de la ciudad vieron la oportunidad. Harvey Ratner y Marv Wolfenson ya habían intentado comprar a San Antonio Spurs, Utah Jazz y Milwaukee Bucks pero fallaron en su intento. Lo que si lograron fue, con George Mikan como embajador, quedarse con uno de los cuatro equipos que la mejor liga de básquetbol del mundo decidió agregar en 1987.
El nombre de Timberwolves fue pensado por un habitante de la ciudad y se impuso en la votación final sobre Polars. ¿Por qué Timberwolves? Minnesota es, exceptuando al lejano Alaska, el estado de Estados Unidos con mayor población de lobos grises.
On this date 30 years ago, the Minnesota Timberwolves expansion club played their first regular-season NBA game. pic.twitter.com/C5S6KKge2a
— Charles Apple (@charlesapple) November 3, 2019
Orlando, el invitado sorpresa
En un principio, la idea de la NBA era solamente agregar tres equipos. Charlotte Hornets y Minnesota Timberwolves parecían dos fijas y el tercer lugar probablemente iría para crear un equipo en el estado de Florida, del cual Miami es la ciudad principal. Pero dos hombres: Jim Hewitt, un empresario de Orlando, y Pat Williams, general manager de Philadelphia 76ers hasta 1986, llevaban un tiempo peleando por la causa de Orlando.
En 1986 realizaron una conferencia de prensa anunciando su intención de llevar una franquicia NBA a Orlando y lanzaron un concurso en un diario local, el Orlando Sentinel, para elegir el nombre de un equipo sobre el cuál aún no había garantías de su futura existencia. El nombre Magic, derivado de la presencia de los parques de Walt Disney en la ciudad, se impuso sobre Heat, Juice y Tropics. Todavía había un escollo gigante: la NBA veía a Miami, una ciudad con mayor población, un estadio ya listo y mejores comodidades, como un destino mejor que Orlando para su equipo número 26.
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Finalmente, los dueños de las 23 franquicias por entonces existentes votaron de forma unánime que sean cuatro los equipos que se sumen y Florida pasó de no tener ningún representante en la NBA a ser junto a California y Texas uno de los tres estados con al menos dos equipos. "Llevar la NBA tanto a Miami como a Orlando es la decisión correcta", dijo entonces el comisionado David Stern, que agregó "no hubiese sido justo elegir solamente a una ciudad, las dos hicieron un enorme esfuerzo y tienen apoyo de los fanáticos y del gobierno local".
30 years have come and gone, and the @OrlandoMagic have rooted themselves into the City Beautiful. Funny to think only one player currently on the team was born before that first game of play in 1989. And that got us thinking. https://t.co/4rkTGDCCSg pic.twitter.com/rfF4WXKT80
— Sentinel Sports (@orlandosports) October 23, 2019
Así fue como Orlando, uno de los principales destinos turísticos del mundo por la presencia de Disney, empresa que actualmente es sponsor del equipo, obtuvo su primer equipo deportivo profesional.
Un duro comienzo
Miami y Charlotte se sumaron a la NBA en la temporada 1988-1989 y el turno de Orlando y Minnesota fue en la 1989-1990. ¿Cómo armaron su primer plantel? Pues como todo equipo que se crea en la NBA: mediante un Draft de Expansión. Así, Magic y Timberwolves se turnaron para ir eligiendo a los "descartes" de las otras 23 franquicias, que anteriormente habían protegido a ocho jugadores declarándolos no disponibles para este Draft. Además, no podían tomar a nadie de Miami o Charlotte.
Cada equipo se llevó a un veterano ex All-Star: MInnesota escogió a Steve Johnson y Orlando incorporó a Reggie Theus. El primer pick fue del Magic, que eligió a Sidney Green, un ala pivote de New York Knicks que apenas disputó una temporada en Orlando, mientras que con su primera elección Minnesota se llevó a Rick Mahorn del equipo campeón de la NBA, Detroit Pistons. Mahorn nunca jugó en Minnesota, ya que fue rápidamente traspasado a Philadelphia 76ers.
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De los jugadores de ese Draft, apenas dos elegidos por Orlando tuvieron una historia relevante en la franquicia: Scott Skiles fue el base del Magic desde 1989 hasta 1994, ganando en 1991 el premio al jugador de mayor progreso de la NBA (en esa temporada tuvo un partido de 30 asistencias frente a Denver Nuggets que todavía es récord de la NBA), mientras que Terry Catledge jugó cuatro temporadas en el Magic y fue el máximo goleador de su primera campaña, anotando 19,4 puntos por partido. Catledge se retiró del básquetbol profesional jugando en Argentina, donde vistió la camiseta de Atenas de Córdoba en cinco encuentros de 1997.
Con esos jugadores, más algunos agentes libres y unos novatos, tanto Orlando como Minnesota terminaron penúltimos en su respectiva conferencia. El Magic había comenzado siendo una sensación en la ciudad, con récord de 7-7 en el mes de noviembre, pero apenas triunfó en 11 de los 68 partidos restantes para terminar con 18 victorias y 64 derrotas, todavía la peor campaña de su historia, mientras que Minnesota sólo tuvo cuatro triunfos más: 22-60.
La conexión latina
Varias figuras del básquetbol latinoamericano pasaron por Orlando Magic y Minnesota Timberwolves en sus 30 años de historia. El principal es el pivote dominicano Karl-Anthony Towns, la cara de los Timberwolves hace varios años y ya uno de los mejores jugadores de la historia de la franquicia, a la que defiende desde 2015.
Otro dominicano como Felipe López tambien vistió la camiseta de Minnesota en las campañas 2000-2001 y 2001-2002 y lo mismo hicieron otras dos grandes estrellas del básquet del Caribe: el cubano Andrés Guibert jugó 22 partidos para los Timberwolves entre 1994 y 1995 y el puertorriqueño JJ Barea actuó allí entre 2011 y 2014.
En cuanto a Orlando Magic, una franquicia cercana al mercado latino, fue otro base boricua el latinoamericano que más vistió su camiseta: Carlos Arroyo jugó allí desde febrero de 2006 hasta el final de la temporada 2007-2008, disputando 168, siete de ellos en postemporada.
Más corto fue el paso de dos actuales figuras de las selecciones de México y Argentina: Gustavo Ayón y Patricio Garino. El mexicano jugó 43 partidos en Orlando en la 2012-2013 hasta ser traspasado a Milwaukee Bucks a mitad de temporada, mientras que el argentino jugó allí sus cinco partidos NBA en la temporada 2016-2017.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.