Con 24 años Bam Adebayo ya es toda una referencia entre los jugadores interiores de la NBA. El pivote nacido en New Jersey llevó a Miami Heat hasta las Finales de 2020 y en la campaña pasada no recibió tanta atención de los medios, quedándose fuera del All-Star Game y siendo eliminado en la primera ronda de los Playoffs, pero aspira a volver a pisar muy fuerte en la liga.
Adebayo ya descubrió que tiene solamente un camino hacia el éxito, uno que está bien marcado a fuego en la cultura de Miami Heat: el de trabajar, trabajar y trabajar. La práctica hace al maestro y así Bam ha ido perfeccionándose desde su campaña de novato, en la que actuó como suplente de Hassan Whiteside, hasta su brillante postemporada de hace un año atrás. Pocos jugadores imponen tanto respeto a los atacantes rivales cuando buscan llegar al aro y pocos interiores son tan buenos para pasar el balón como él, que también ha ido mejorando mucho su toque en ataque: de un 51,2% en tiros de campo y un 72,1% en tiros libres como novato a un 57% en tiros de campo y un 79,9% en libres en el último curso.
En su primera temporada Bam intentó el 62% de sus lanzamientos a menos de un metro de distancia del aro: en el último curso apenas el 35% llegó desde allí. El jugador de Miami ha ido evolucionando en cada año con su tiro a pie firme, algo que lo ha ayudado a ser una amenaza aún más grande al combinarse con los bases (quedó en el percentil 85 en acciones de hombre grande del pick and roll en la última campaña). De anotar el 25% de sus lanzamientos en acciones de recibir y tirar como rookie creció al 45% en la 2020-2021.
Como podemos ver en el siguiente gráfico, el tiro de Bam de media distancia frente al aro está en el promedio de acierto de la liga o incluso por encima, dependiendo del área tomada. Un Miami Heat sin un anotador claro (su máximo goleador fue Jimmy Butler con 21,5 puntos por partido, un número que no alcanza para estar ni siquiera entre los 25 máximos anotadores de la liga) necesita que el pivote tome cada vez más responsabilidades para definir jugadas y él ha ido creciendo en ese aspecto, algo que también lo favorece para actuar más cómodo como playmaker: en la última campaña repartió 5,4 asistencias por partido y se pasó a ser uno de los únicos 17 jugadores de al menos 2,06 metros de altura en tener dos temporadas de 5 asistencias por partido o más. Ser un creador de juego no era cosa de hombres grandes.
Erik Spoelstra, su entrenador, disfruta de eso y se entusiasma con la evolución de Bam: "Su tiro de media distancia, sus tiros libres, no tomamos eso por dado. El hecho de que él puede conseguir faltas, jugar siendo físico y luego anotar los tiros libres es realmente importante para nosotros. Su rango de tiro crecerá. Su creación de juego mejorará con la experiencia. No lo podes mirar desde un punto de vista convencional. (...) si ven el juego que tenía cuando llegó a la liga, luego el segundo año, en cada año ha ido incorporando algo. Eso es lo que hacen todos los grandes jugadores. Continuarán viendo eso".
"Es uno de los jugadores jóvenes de esta liga que son únicos. Para él todo se trata sobre ganar. Ahí está su grandeza. Tiene una ética de trabajo increíble", añadió Spoelstra en el media day sobre el jugador del dorsal número 13, quien dijo que dejó en claro que no necesita que nadie lo empuje con la motivación: "el chip en mi hombro nunca se irá, lo llevo puesto. Esa carga puede crear un monstruo. Trato de buscar cosas que me motiven, como el récord de franquicia de rebotes de Udonis Haslem (de momento necesita más de 3.200 rebotes para alcanzarlo), verlo lo que hizo Dwyane Wade en Miami me motiva".
Esos equipos exitosos de Wade en Miami tenían como figura interior a Chris Bosh, un gran anotador que en Miami siguió con su evolución post Toronto Raptors: para él el camino fue ir creciendo como tirador de tres puntos. Así terminó encestando un 36,9% de sus triples en las últimas dos temporadas, promediando cuatro intentos de tres puntos por partido, cuando en la parte anterior de su carrera no llegaba a promediar un intento de tres puntos por partido.
El mismo Bosh es el que hace unas semanas lo incitó a Adebayo a mejorar esa parte de su juego: "debe tirar, tirar, tirar. Todo lo que necesita hacer es tirar. Lo hice por 13 años en la liga y no me hizo mal. Él tiene la capacidad como armador, no es egoísta. Es maravilloso que sea un jugador de equipo. Pero para llegar donde quiere llegar, tiene que tirar. Creo que es más que capaz de hacerlo. Una vez que pruebe que es una amenaza desde ahí, Brook Lopez, DeAndre Jordan y todos esos pivotes no podrán solamente quedarse patrullando la pintura. Bam necesita tirar hasta que salgan a defenderlo. Esa sería mi recomendación", manifestó quien recientemente ingresó al Salón de la Fama.
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En el media day pareció que Adebayo recogió ese consejo, porque afirmó que tirar es "obviamente lo que quiero mejorar". "Tengo que atacar más el aro, tengo que ser más asertivo y elegir desde donde puedo realmente brillar y no aburrirme con anotar así en cada jugada. A veces anotaba mucho desde un lugar y luego no intentaba más desde allí", comentó. Entonces le preguntaron si intentaría más triples y afirmó con énfasis: "si".
Bam, que también dijo que su objetivo es "ganar para poder volver a ser un All-Star" y que puede ayudar al nuevo base del equipo Kyle Lowry con sus cortinas y asistiéndolo para que lance de tres puntos, apenas lleva intentados 44 tiros de tres puntos en 287 partidos de Fase Regular. En la 2020-2021 terminó con un registro de 2-8 desde afuera, lanzando un triple cada 10 partidos dentro de su promedio de 12,5 intentos de tiros de campo por encuentro. Todo esto en un equipo que le da via libre al tiro exterior, en el que de los nueve jugadores que disputaron al menos 800 minutos él fue el único que no lanzó al menos 100 triples. Si mantuvo la apuesta que había armado con Jimmy Butler en diciembre de 2019, en la que debía abonarle a su compañero 500 dólares por cada partido en el que no lanzaba al menos un triple, Bam perdió una buena cantidad de dinero a manos del "barista" del Heat.
¿Veremos a Adebayo convertirse? Nunca parece tarde para ello. Brook Lopez apenas lanzó 32 triples en sus primeras ocho temporadas en la NBA, teniendo buena mano con los tiros libres (79% de acierto) y la media distancia y de pronto en la 2016-2017 se reveló como tirador, intentando 387 lanzamientos desde el perímetro y anotando casi el 35% de ellos. A LaMarcus Aldridge lo hemos visto tomar un camino similar en sus últimos años en San Antonio Spurs.
El ataque del Heat debería crecer con la llegada de Kyle Lowry, pero realmente podría asustar en el Este si Bam destapa esta parte de su juego, no solamente por su mayor producción ofensiva sino por los caminos que le abrirá a jugadores como Butler, o Victor Oladipo cuando se recupere, para llegar al aro a definir sin tantos defensores a su alrededor. Bam ya colabora con el spacing cuando sale de la llave para funcionar como armador principal, pero los rivales deberán ponerle más atención encima cuando tire y tire, como bien dijo Bosh.
Veremos si la pretemporada, que para Miami comenzará el 4 de octubre ante Atlanta Hawks, nos empieza a mostrar un cambio en el juego de alguien que ya no es una promesa del básquet estadounidense sino una realidad con una medalla dorada de los Juegos Olímpicos colgando del cuello.
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