Sumándose como uno de los tantos jugadores que han llegado a la NBA en estas semanas debido a las bajas ligadas al COVID-19, Stanley Johnson está dando muy buenos primeros pasos con Los Angeles Lakers. Y mientras que los angelinos ya han decidido no renovar el contrato de 10 días de Isaiah Thomas, el caso de Johnson parece estar yendo por otro camino. Al menos si nos guiamos por sus interesantes primeras presentaciones con el equipo de Frank Vogel.
Johnson debutó nada menos que en la jornada de Navidad frente a los Brooklyn Nets e inmediatamente hizo sentir su impacto, haciendo un excelente trabajo defensivo sobre James Harden. De hecho, el alero fue de los puntos más altos de Los Angeles esa noche, terminando con 7 puntos en 27 minutos, lanzando un 2-4 de campo, anulando a La Barba y registrando un +6 en su tiempo en cancha.
Playing Defense like he’s signed to a 10 day contract. Love the energy & hustle. pic.twitter.com/4uxnzJGvOM
— Audel Del Toro (@CantBeatAudel) December 27, 2021
Tan buena fue la tarea de Johnson ese día, que para el partido de ayer ante los Rockets ya salió en el quinteto inicial, corriendo a Talen Horton-Tucker a la segunda unidad. El ex Raptors volvió a responder con 9 puntos, 5 rebotes, 2 asistencias y sobre todo, mucha energía defensiva.
Con solo observar unos segundos su postura y enfoque, uno descubre rápidamente que Johnson trae algo a la mesa que falta en este plantel de los Lakers: piernas jóvenes y agresividad defensiva en el perímetro. Y es que ninguno de los otros externos de menos de 30 años del equipo (Monk, Nunn, Horton-Tucker, Reaves) está ni cerca de tener las herramientas atléticas y físicas con las que cuenta Johnson. Por no mencionar que con su altura (cerca de los dos metros) y potencia, es ideal para habilitar formaciones de small-ball muy necesarias para estos Lakers.
Hablamos de un jugador que puede quedar emparejado con rivales más altos sin necesariamente pagar el precio, pero que a la vez también puede marcar al base rival. Para unos Lakers que tienen la quinta peor defensa de la liga desde la baja de Anthony Davis, todo eso luce como agua en el desierto.
Ahora bien, está claro que Johnson también tiene sus limitaciones. Después de todo, no es casualidad que los Lakers lo hayan podido sumar en mitad de la temporada. Esas limitaciones están vinculadas al talento ofensivo, donde el nacido en Los Angeles aporta poco y nada: está por debajo del 30% en triples en su carrera y nunca ha anotado más de 8,7 puntos en la competencia, incluso en sus años de titular en Detroit. Y eso, para un equipo que ya de por si se ubica entre los 10 peores ataques y conjuntos tripleros de la 2021-2022, puede tener su lado contraproducente.
Con todo eso en mente, pensar a Johnson como titular y protagonsita en estos Lakers seguramente sería un error (promedia 29,5 minutos tras dos partidos). Sin embargo, como un arma diferente para tener en el plantel y cambiar partidos tal como lo hizo ante Brooklyn, su fichaje no solo parece haber sido un acierto temporal, sino uno que puede mantenerse durante el resto de esta campaña.
Palabras como energía, frescura y dinámica son algunas de las muchas carencias que presentan los Lakers en este certamen. Y en lo que a esas áreas refiere, Johnson está demostrando (en estos partidos y en su carrera), que puede ser útil.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.