Los Angeles Lakers llegaron a un acuerdo con el entrenador Lionel Hollins para que se uniera al staff técnico de la franquicia como asistente de Frank Vogel, de acuerdo a un reporte de Adrian Wojnarowski de ESPN. De esta manera, Hollins será un fichaje de lujo para acompañar a Jason Kidd en el equipo angelino, un especialista defensivo con más de 20 años en la NBA además de una etapa como jugador.
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Hollins, de 65 años, ha estado alejado de las canchas desde el año 2016 cuando fue relevado de su cargo en los Brooklyn Nets después de comenzar la temporada con un balance de 10 victorias y 27 derrotas. Tras la experiencia en Brooklyn, Hollins desapareció de la escena pública a la que regresa en uno de los mercados y escenarios más importantes de toda la NBA.
Los Ángeles reclutan a uno de los especialistas defensivos más condecorado de los banquillos NBA, un perfil veterano y una personalidad robusta con la que dotar de consistencia a un equipo que ha adolecido de carácter y recursos desde la llegada de LeBron James el pasado verano.
Memphis, un hogar
Cuando los Grizzlies comenzaron a andar, Hollins ya estaba ahí. Cinco temporadas como asistente en el periplo canadiense de los Grizzlies le dieron experiencias verdaderas como emntrenador NBA, teniendo que hacer las mismas de entrenador jefe en el 2000 cuando despidiesen al entrenador principal, Brian Hill. El tener que asumir una responsabilidad semejante durante los momentos de crisis, cuando la organización necesitaba un nuevo inicio se convirtió en la seña de identidad de Hollins.
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Vancouver fue el primer hogar de una franquicia novedosa que trató de conquistar el oeste del mercado canadiense para hacer las maletas rumbo a Tennessee en 2001 sin pena ni gloria. Fue en ese momento en el que Lionel Hollins regresó a la franquicia de los Grizzlies, de nuevo, como asistente de los siete entrenadores que Memphis conocería entre el año 2001 y 2009. Una época de subidas y bajadas, sin asentarse en los puestos de Playoffs y sin caer lo suficiente para empezar de nuevo.
El adiós de Pau Gasol en 2008 abrió una nueva fase en Memphis que, junto a la llegada de jugadores como Mike Conley, Marc Gasol y Zach Randolph, cambiaron el curso de la franquicia. Dada la situación, Chris Wallace confió en Hollins después de 10 años de servicio "desinteresado" a la organización. Y los resultados no pudieron ser mejores.
La personalidad de Hollins dotó de valores y sentido a ese nuevo equipo que estaba a punto de forjarse, un equipo a imagen y semejanza de la ciudad de Memphis: trabajadora, humilde y dedicada.
Marc Gasol y su relación con Hollins
Cuando Marc Gasol llegó a la NBA rápidamente entendió que estaba en un contexto radicalmente opuesto al europeo, las victorias o las derrotas no se sentían igual que en España. El inicio de 11-30 de Marc Iavaroni supuso su final al mando del equipo y el posterior regreso de Hollins. Ambos encontraron el uno en el otro la horma de su zapato.
En una NBA con un calendario frenético de 82 partidos, partidos noche tras noche, vuelos de horas interminables, el entrenamiento se reserva para la simple práctica y ejecución. Hay poco tiempo para las clásicas sesiones técnico-tácticas que en el resto del mundo acostumbramos ver.
Este nunca fue el caso de Hollins, que exprimió al máximo las cargas en sus jugadores, con una forma de ser muy característica. "Estoy cansado de tu vagueza. ¡Vamos!", gritaba Hollins en medio de un entrenamiento a un jugador de los Grizzlies. "Puedes enfadarte todo lo que quieras conmigo, pero no me importa. Enfádate, pero haz lo que se espera de ti". Hollins nunca fue un entrenador que se adaptase a los moldes de un gran mercado como le va a tocar en Los Ángeles, sino un vieja escuela, como John Nash definiera "es un entrenador de hombres, es por eso que los jugadores le quieren".
El sentido de la resposabilidad caló muy profundo en Gasol, que solo había conocido la dureza de las técnicas de Svetislav Pešić y Duško Ivanović en el día a día. Hollins se formó en la escuela del ver y escuchar y comenzó a construir un grupo humano que hasta su adiós en 2013 viviría los años dorados de la franquicia con unas Finales de Conferencia en 2013 y haciendo que un jugador como Marc explotara todo su potencial.
"Una de las razones por las que hemos tenido éxito, ganado partidos de Playoffs y nos hemos acercado a las Finales de la conferencia es la mentalidad de Lionel", argumentaba Gasol para HoopsHype en 2012. "Es un entrenador de primera categoría en la NBA. Obviamente, también está aprendiendo progresivamente, es un entrenador muy razonable, honesto y trabajador".
Durante sus cuatro temporadas en los Grizzlies, Hollins clasificó al equipo en tres ocasiones para los Playoffs con triunfos épicos ante los Spurs en 2011 y ante el Thunder en 2013. Hasta hoy continúa siendo el entrenador con más victorias de la franquicia con 214, el entrenador con más partidos de Playoffs y el artífice del conocido grit&grind que dio nombre a los Memphis Grizzlies de esta década.
"Hollins cambió nuestra forma de pensar", decía Gasol para HoopsHype, y es que esa mentalidad de crecer desde atrás, de hacer colapsar incluso a los ataques más vanguardistas de la Conferencia Oeste. "Nos llevó a nuestros límites para ganar. Al principio pensamos que estaba loco porque nos hacía correr de lado a lado en medio de la temporada, pero con el tiempo empezamos a ganar, acabamos ganando 40 partidos y al final mereció la pena todo ese esfuerzo". Gasol y Hollins congeniaron sobre la pista de baloncesto porque para ambos el baloncesto y la excelencia iban de la mano, abriendo juntos un camino inexplorado antes para los Grizzlies.
Ahora hace las maletas de nuevo, y, dos años después de su última experiencia NBA, pone rumbo a los Lakers para estar con dos entrenadores jefe con el objetivo de devolver el brillo a la franquicia de oro y púrpura. LeBron y su séquito deberán acostumbrarse a algo más que palabras, a rendir en el campo de entrenamiento para poder lucir en el Staples Center.
Las opiniones aquí vertidas no reflejan las opiniones de la NBA ni de sus franquicias.
