Los Angeles Lakers dejaron escapar una renta de 17 puntos a favor para terminar perdiendo en la prórroga ante Washington Wizards (127-124), en la que es su tercera derrota consecutiva. Mal momento para los de Frank Vogel, que están extrañando en exceso a Anthony Davis y Dennis Schroder, con un juego carente de ideas y centrado en lo que LeBron James sea capaz de crear, tanto para él como para el resto de sus compañeros.
El partido ante los Wizards volvió a evidenciar los problemas del equipo angelino a media cancha, algo que ni Montrezl Harrell saliendo desde el banco pudo solventar (26 puntos, 9 rebotes).
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El mes de febrero está teniendo un efecto devastador en el rendimiento de los Lakers, que vivieron su cuarto encuentro decidido en una prórroga de las últimas semanas, siendo la primera vez que perdían en tiempo extra.
Lejos de lo que podría entenderse como una derrota que pueda servir como bálsamo, los de Vogel no dieron con la tecla en el momento clave del partido, ni en ataque ni en defensa, permitiendo a los Wizards hacer y deshacer a su antojo. De hecho, Washington anotó el 64% de sus tiros entre los últimos 5 minutos del último cuarto y la prórroga, por apenas el 47,8% de los angelinos.
Esta derrota coloca a los californianos en una situación de compleja solución, con la necesidad de solventar sus problemas en la creación ofensiva sin un reemplazo natural a los dos jugadores que causan baja. Un hecho que tiene reflejo en el ratio ofensivo del equipo en los últimos 5 duelos, ubicándose en 25ª posición con un promedio de 106,6 cuando en enero la marca era de 110,9
"Es la vida. No se trata de ser derribado, sino de intentar volver a levantarse. Lo resolveremos", expresó Kyle Kuzma al terminar el partido. "Es una temporada larga. Nuestro grupo permanece unido y luchando", añadió Frank Vogel.
Los Lakers todavía están adaptándose a tener que jugar sin Davis, en todos los sentidos, pues las rotaciones han sido muy variadas y dispares en este tiempo sin la estrella, sin quedar claro si Vogel apuesta por un mayor peso de Harrell como microondas o bien le entrega las llaves del ataque a Gasol.
"Estamos en un periodo de adaptación", comentó el técnico. "Es complicado poner la vista atrás en estos dos últimos partidos, pero da esa sensación. Pensamos que el trabajo estaba hecho hoy, estamos todavía ajustando, hicimos cosas bien, pero volveremos al trabajo mañana".
"Creo que jugamos lo suficientemente bien para tener una victoria, pero al mismo tiempo no lo suficiente para ganar", aseguró LeBron James, máximo anotador de los angelinos con 31 tantos. "En el tercer cuarto conseguimos una renta y los dejamos volver a meterse en el partido y nos hicieron remontar en el último. Asumo la responsabilidad por haber fallado ese tiro libre, pero no perdimos el partido ahí, aunque asumo la responsabilidad porque tengo que anotar esos tiros fáciles".
Ahora mismo los problemas de los Lakers no son solo una cuestión de efectivos, pues el sistema de juego se ha simplificado en exceso a lo largo de las últimas semanas como una respuesta a la crítica situación que viven, lo que ha aumentado el volumen de pérdidas, siendo el cuarto registro más alto en los últimos 5 encuentros (15,8%).
Esto ha tenido también consecuencias en la defensa, trasladándose ese clima de desacierto a la protección del aro, lo que ha llevado a tener un 110 de ratio defensivo (16º). Sin ir más lejos, la recta final del duelo fue una sucesión de conversiones por parte de un Bradley Beal que supo aprovecharse de las mejorables ayudas de Lakers para llevar a los suyos al triunfo, así como de un Russell Westbrook que disfrutó de una noche fantástica de cara al aro.
"Si esos dos jugadores juegan así, estás viendo una de las mejores duplas exteriores de todo el juego, en todo el básquet, por lo que es extremadamente difícil", dijo Frank Vogel. “Creo que nuestros muchachos realmente compitieron, hicieron cosas bien. Pero esos dos están jugando a un nivel súper alto".
Los Lakers encadenan con esta su tercera derrota consecutiva, la cuarta en los últimos 10 encuentros, justo antes de visitar a Utah Jazz, el mejor equipo hasta el momento y que no se lo pondrá en absoluto fácil a los de Vogel.
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