Sorpresas, sorpresas, sorpresas. Mientras que la 2019-2020 ha tenido muchas confirmaciones, tanto positivas y negativas, hay otras historias que no estaban en los papeles de absolutamente nadie. No estamos hablando de progresos lógicos, como puede ser el de Luka Doncic en Dallas o del sensacional inicio de los Lakers. Sino de narrativas que realmente no fueron predichas bajo ningún concepto.
Saltos de calidad impensados, regresos inesperados, jugadores con números impactantes y equipos que han pasado de un extremo de las posiciones al otro.
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¿Cuáles son las cinco historias más sorprendentes hasta el momento? Las repasamos una por una a continuación.
La vuelta de Carmelo... como titular y figura
Hasta hace un par de semanas atrás, todo indicaba que habíamos visto lo último de Carmelo Anthony en una cancha NBA. Luego de sus frustrados pasos por Oklahoma City y especialmente Houston, el ala pivote no recibió ninguna oferta durante el resto de la 2018-2019 ni tampoco fue buscado en el pasado receso. Sin embargo, el muy mal arranque de temporada de Portland (otra sorpresa) y las lesiones en su juego interior, cambiaron la historia.
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Los Blazers no solo apostaron por Melo, sino que lo transformaron inmediatamente en su cuatro titular y en una pieza fundamental de su ataque... ¡desde el primer partido! ¿Cómo ha respondido por ahora Anthony? En cinco partidos promedia 16,6 puntos, 5 rebotes, 1,8 asistencias, 45% de cancha y 38% en triples, con un Net Rating de +11,7. Nada mal, sobre todo si tenemos en cuenta que llevaba más de un año sin jugar oficialmente.
La adaptación de Howard
Otro jugador que hasta hace poco parecía empezar a acercarse al final de su carrera era Dwight Howard. El pivote pasó por seis franquicias entre 2016 y 2019 (Houston, Atlanta, Charlotte, Washington, Brooklyn y Memphis), sin siquiera llegar a debutar en dos de ellas (Nets y Grizzlies). La liga cambió enormemente en estos años y los jugadores de las características de Howard perdieron valor. Además de que el propio Dwight bajó considerablemente su nivel, por supuesto.
Y entonces llegaron Los Angeles Lakers, en lo que muchos veían como su última oportunidad para seguir perteneciendo a la élite del básquet mundial. Su contrato ni siquiera fue garantizado por toda la campaña, dejando en claro que los angelinos querían confirmar si todo lo que Howard había declarado sobre su nueva actitud y predisposición, luego era apoyado en los hechos. Y hay que decir que hasta ahora, eso es exactamente lo que ha sucedido.
Los números no terminan de explicar el cambio de Howard. De hecho, los mismos son muy inferiores a las pasadas temporadas: promedia 6,8 puntos y 7,2 rebotes, contra 15 tantos y 12,4 tableros desde 2016 hasta 2019. Sin embargo, el pivote está haciendo exactamente lo que pide la situación en los Lakers: defender duro (2,6 tapas por cada 36 minutos), aprovechar sus pocas oportunidades en ataque (75% de cancha) y sobre todo, no causar ningún tipo de distracción o problema. En definitiva, un jugador 100% de rol, importante para el 16-2 de los suyos.
La explosión de Wiggins
Cuando el potencial de estrella de Andrew Wiggins empezaba a verse como una causa perdida, el canadiense ha tenido un comienzo de 2019-2020 a la altura de los mejores aleros del torneo. Promedia 25,3 puntos, 5,4 rebotes y 3,3 asistencias, con un 47% de cancha y un 35% en triples. Pero su transformación ha sido mucho más profunda que lo que los números pueden indicar.
Wiggins ha cambiado completamente su toma de decisiones, selección de tiro y agresividad. Se está posteando con mayor frecuencia, está atacando más el aro y por encima de todo, ha dejado de lado el lanzamiento a media distancia: durante la 2018-2019 el 30% de sus intentos llegaron desde esa área. ¿En esta temporada? Solo el 20%. La transformación nos ha dejado a un atacante mucho más eficaz y que está conformando junto a Karl-Anthony Towns una de las mejores duplas ofensivas de la competencia.
Baynes, el rey de las estadísticas avanzadas
Lo de Aron Baynes es tan sorpresivo como curioso, aunque su historia salta menos a la vista que la de los mencionados previamente. Para ello, hay que recurrir a las estadísticas avanzadas: tiene el cuarto mejor True Shooting Percentage del torneo, el quinto mejor eFG% y el cuarto mejor Rating Ofensivo. ¿Su Box Plus-Minus? 6,3 (17°). ¿Su Net Rating? +10,1. ¿Sus números por cada 36 minutos en cancha? 21,7 puntos, 8,4 rebotes y 4,6 asistencias, con un 44% en triples y un 66% en dobles.
Aron Baynes! 🎯🎯🎯🎯
— NBA TV (@NBATV) November 3, 2019
Career-high four 3s for the big man 👌 #RisePHX pic.twitter.com/o3owV6OKju
Si las estadísticas avanzadas no son tu fuerte, no hay problema. Lo resumimos: las mismas indican que el australiano ha sido uno de los jugadores más eficientes de estas primeras semanas de torneo y mientras él estuvo en cancha (se encuentra afuera por una lesión en la cadera), Phoenix tuvo marca de 7-5. ¿Desde que está afuera? Una victoria, cuatro derrotas.
Spurs y Warriors, al fondo del Oeste
Las actuales posiciones del Oeste hubieran sido totalmente impensadas hasta hace muy poco tiempo. ¿Golden State con el peor récord de la competencia (4-15)?, ¿San Antonio con 10 derrotas en sus últimos 11 juegos?, ¿ambos descartados por la mayoría para ingresar a los playoffs, con más del 80% de la Fase Regular aún en disputa? Eso sí que nadie lo imaginaba.
Pero lo cierto es que tanto los de Kerr como los de Popovich, quienes hasta esta 2019-2020 eran sinónimos de excelencia y poderío, han cedido por completo su lugar de privilegio dentro del Oeste. Los motivos son variados: en Golden State están principalmente vinculados a las lesiones (Curry, Thompson y compañía), mientras que San Antonio simplemente no está logrando cuajar como equipo. Inesperado.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
