Durante la Fase Regular y los primeros partidos de la postemporada, Los Angeles Lakers repitieron la misma fórmula en su alineación titular: arrancar los juegos con Anthony Davis como cuatro y JaVale McGee a su lado. Y si bien el transcurso de los encuentros iba ofreciendo algunos pasajes con AD como único interno, la idea primordial de Vogel pasaba siempre por juntarlo con otra torre (McGee o Howard).
Más | NBA Playoffs 2020: previa, análisis, horarios y TV de Los Angeles Lakers vs. Denver Nuggets
Sin embargo, todo empezó a cambiar a partir del Juego 4 ante Houston Rockets. Luego de que McGee no fuera factor en los primeros duelos, los Lakers decidieron darle luz verde a un movimiento que parecía lógico: sacar al ex Warriors de la formación inicial, con su lugar siendo tomado por un cuatro abierto como Markieff Morris. A pesar de que siempre ha manifestado que prefiere ser utilizado como ala pivote, Davis jugó la totalidad de los últimos dos partidos como cinco y no le fue nada mal. Ni a él ni a su equipo, que resolvió ambos compromisos con facilidad.
Más | LeBron James y Giannis Antetokounmpo lideran de manera unánime al primer quinteto All-NBA de la temporada 2019-2020
McGee no solamente salió del quinteto, sino que directamente abandonó la rotación de Vogel, algo que ya había sucedido desde algunos encuentros antes con Dwight Howard. Los Lakers solamente utilizaron a un pivote en esos choques (Davis), acompañándolo siempre con un cuatro tirador (Morris o Kuzma). Y a su vez, sumaron a un nuevo externo: el novato Talen Horton-Tucker.
El éxito de esa movida fue notable. En las 447 posesiones que Davis lleva jugadas en Playoffs como pivote, los Lakers tienen un Net Rating extraordinario de +17, brillando tanto en ataque (rating de 116,6 | percentil 80°) como sobre todo en defensa (rating de 99,6 | percentil 98°).
Los números no son casualidad, pero sí están bastante por encima de lo que había sucedido en la Fase Regular: allí el equipo tuvo un Net Rating de +5,8 con Davis de pivote, con un rating ofensivo de 112,5 y uno defensivo de 106,7. En comparación, las estadísticas en la Fase Regular con AD como cuatro fueron muy similares: Net Rating de +5,2 (112,9 en ataque y 107,8 en defensa).
¿Puede entonces el éxito estar ligado a los rivales que enfrentó Los Angeles en las primeras dos rondas y especialmente a ese matchup contra el micro-ball de Houston? La primera certeza al respecto es que en las Finales del Oeste, tendrán un desafío muy diferente, con Nikola Jokic y los Nuggets. Y no solo pasa por el serbio... Denver es un equipo que suele tener a dos internos naturales en el campo al mismo tiempo: de sus ocho formaciones más usadas en estos Playoffs, siete incluyen a dos de los cuatro ala pivotes o pivotes del plantel (Grant, Millsap, Jokic y Plumlee).
El único small-ball al que han apostado los de Malone pasa por un quinteto con Porter de cuatro y Plumlee de cinco, que no ha funcionado en lo más mínimo: Net Rating de -26,5.
Otra lección que hemos aprendido de estos Playoffs es que Jokic necesita ser defendido por un pivote que al menos pueda competir desde lo físico. Solo hace falta recurrir a lo que sucedió cada vez que los Clippers intentaron frenarlo con Harrell (y ni hablar cuando fueron con una doble-marca), como para darse cuenta que los angelinos deben tener a Davis, McGee o Howard en su marca, y no improvisar con otro tipo de emparejamientos.
¿Qué significa esto? Que probablemente vayamos a ver a McGee y/o Howard nuevamente en la rotación de Vogel, modificando esa segunda unidad en la que el jugador de mayor estatura era Kuzma. La duda es si ese volver a la rotación también implica volver al quinteto titular.
Devolverle su lugar en el cinco a McGee es una opción viable, sobre todo para evitar un desgaste excesivo o una carga de infracciones de parte de Davis. Sin embargo, es difícil descartar algo que ha funcionado tan bien para el equipo.
Los Lakers jugaron su mejor básquet de la postemporada con Morris como inicial y al menos hasta que se demuestre que esa situación no se repetirá ante los Nuggets, lo más lógico probablemente sería darle rodaje en el primer partido. Después de todo, parte del encanto de Davis pasa por su habilidad defensiva y qué mejor reto para el ex New Orleans que marcar a un pivote como Jokic.
Un dato más a favor de ese AD como pivote: el éxito que ha tenido defendiendo a Jokic en la Fase Regular. Se vieron las caras en 36 posesiones (9:24 minutos) y en ellas, el serbio lanzó un 3-10 de cancha y sumó más pérdidas (3) que asistencias (2).
En contraste, los números frente a McGee son excelentes para el Joker: 7-11 de campo y 6 asistencias contra un balón perdido. ¿Y frente a Howard? 5-10, con un 2 vs 1. Claramente Davis ha sido por lejos, su mejor marcador en los enfrentamientos previos. ¿Tiene sentido entonces volver a la formación previa, para generar un matchup con JaVale que no ha sido nada beneficioso para Los Angeles? Parecería que no.
Por otro lado, también hay que tener en cuenta el costado ofensivo. Si hay algo que le cuesta a Jokic es defender en espacios abiertos y en ese sentido, enfrentar a una formación de cinco jugadores con tiro abrirá mucho más la cancha, que una con McGee y Davis al mismo tiempo en el campo.
Pasando en limpio, los Lakers podrían presentar su tercera variante defensiva de los Playoffs: una con Morris como titular, pero a la vez, con McGee y probablemente Howard, volviendo a tener minutos desde el banco. ¿Alcanzará para ponerle un freno a esa bestia llamada Nikola Jokic? Desde este viernes empezaremos a encontrar la respuesta.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.