La vuelta de Malcolm Brogdon, quien se había perdido los últimos cinco partidos debido a sus problemas de espalda, no pudo tener un impacto más positivo para los Indiana Pacers. Aunque arrancó el juego impreciso (3-12 de cancha hasta el último cuarto), el base fue decisivo en el cierre y ayudó a que los Pacers remontaran una diferencia que llegó a ser de doble dígito en su contra. Finalmente fue victoria por 101-95 ante los Philadelphia 76ers, en un choque entre rivales directos de la Conferencia Este.
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Brogdon anotó 8 puntos en los últimos 5 minutos del encuentro, convirtiendo 2-3 de campo y 3-4 tiros libres. Cada uno de sus tantos fue fundamental, en un juego que recién se definió en las últimas posesiones. Junto a Domantas Sabonis (7 puntos y 7 rebotes en el cuarto parcial), fueron los principales responsables de que Indiana termine balanceando un trámite parejo en su favor. Ellos y un cierre de los Sixers para el olvido, sin anotar en los dos minutos finales.
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— Indiana Pacers (@Pacers) January 14, 2020
Brogdon terminó la noche con 21 puntos, 9 asistencias y 7 rebotes. Fue el máximo anotador del ganador, junto a TJ Warren, quien no sólo sumó 21 unidades, sino que además le dio una enorme tapa a Tobias Harris, con su equipo al frente por dos (97-95) y 28 segundos en el reloj. A partir de ahí, los locales sentenciaron la historia desde la línea de libres.
El que no tuvo su mejor producción fue Domantas Sabonis, quien si bien terminó con 10 puntos y 16 rebotes, lo hizo con un bajo 3-12 de cancha. Eso sí: como Brogdon, lo mejor de su parte llegó cuando más importaba.
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Dos mitades, dos figuras
Ben Simmons (24 puntos y 14 rebotes) y Josh Richardson (23 puntos) fueron las claras figuras de Philadelphia este lunes. Sin embargo, lo hicieron alternándose el protagonismo y los 76ers nunca pudieron disfrutar de sus mejores versiones al mismo tiempo.
Simmons sumó 20 puntos y 9 rebotes en la primera mitad, contra solo 4 y 3 en la segunda. Lo de Richardson fue inverso: 4 tantos y 2-7 en la primera, contra 19 unidades y 6-12 en la segunda. Lo del ex Miami fue especialmente bueno en el cuarto parcial (17 puntos), siendo la única razón por la cual la visita llegó al cierre con chances.
El problema para los de Brown fue que sacando a Richardson, ningún otro referente del equipo sacó la cara en el momento más caliente: Tobias Harris, Al Horford y Ben Simmons se combinaron para 2 puntos y 1-4 de cancha en el último período. Horford ni siquiera tomó un lanzamiento en casi 9 minutos. Muy poco, sobre todo teniendo en cuenta la ausencia de Joel Embiid.
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De todas maneras, lo de Simmons es lo más preocupante para Philadelphia. No es la primera vez que el australiano baja su nivel en las definiciones y pierde todo tipo de agresividad, limitándose a cumplir funciones de pivote definidor, estancado cerca de la pintura y sin intervenir. Si bien Richardson tenía la mano caliente, Simmons tiene demasiado talento como para no ser factor en duelos cerrados.
Empuje desde el banco
Los Sixers ganaron la primera mitad por 49-40 y fue recién en el tercer cuarto cuando los Pacers lograron meterse de lleno en el juego. A diferencia de tantas otras noches, la reacción no llegó de la mano de Brogdon o Sabonis, sino de un gran ingreso de la segunda unidad, acompañados por el goleo de TJ Warren y Myles Turner.
Aún si estadísticamente no terminaron con grandes líneas, Indiana no ganaba este partido sin el aporte de TJ McConnell, los hermanos Holiday o Doug McDermott.
En este caso, podemos encontrar una correlación entre lo que muestra el +/- y lo que se vio en la cancha. Aaron Holiday lideró a su equipo con un +17, mientras que su hermano Justin lo siguió con +11. McConnell (+4) y McDermott (+2) también disfrutaron de un balance positivo.
Todo lo contrario para una banca Sixer muy limitada: los cinco que vieron acción tuvieron un +/- negativo, combinándose para un -28, contra el +39 de la banca Pacer.
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