Russell Westbrook es uno de los jugadores que más opiniones divide alrededor de la NBA. Están los que disfrutan su estilo, su voracidad competitiva y su entrega constante, y están aquellos que van en el camino opuesto, cuestionando una supuesta búsqueda de estadísticas individuales y, sobre todo, su baja eficacia como anotador. La selección de tiro y toma de decisiones del base, sin dudas, ha sido su kriptonita a lo largo de su carrera.
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Ojo, eso no le impidió marcar diferencias y, por ejemplo, lograr un premio MVP con su unipersonal de la 2016-2017 con Oklahoma City Thunder. El tema, claro, está en saber si Russ es capaz de integrarse de manera positiva a una estructura colectiva que busca un campeonato, como lo es (o intenta serlo) Houston Rockets. Y en las últimas semanas, sin duda, los texanos pueden presumir de estar viendo la versión de Russ que fueron a buscar en el verano.
Westbrook está jugando su mejor básquet de la temporada y uno de los mejores de su carrera. La victoria del martes frente a uno de los pesados del Este como es Boston Celtics (116-105) no hace más que ratificar su excelente presente: 36 puntos (13-23 campo, 10-13 libres, 13 tantos en el último cuarto), 10 rebotes, 5 asistencias y 2 robos que, junto al bestial partido de James Harden (42 tantos, 8 recobres y 7 pases gol), llevaron a los de Mike D'Antoni hacia el éxito -luego de dos caídas en fila- que los asienta en el 5° lugar del Oeste (34-20) y les permite seguir cerca del 4°, Utah (35-18) al llegar al parate del All-Star Game.
La 'eliminación' del triple como llave
Ahora bien, detrás de esta versión mejorada de Westbrook hay una pequeña pero sustancial transformación: Russ parece haber eliminado (no en su totalidad, pero sí en una gran parte) sus intentos de triples. Nunca fue un buen tirador, y el 30,4% a distancia que acumula en su carrera habla por sí solo. El problema es que tampoco es tímido, y nunca dejó de tomar ese tipo de tiros: hablamos de 3,7 tomados por encuentro a lo largo de sus 12 temporadas. Si sólo miramos a las últimas seis, la media de intentos es de 5,0 por juego, con 30,3% de acierto. Mucho volumen, poca efectividad, mala combinación.
Si miramos al Westbrook actual, nos encontramos en una clave: la reducción de esos disparos. El click parece haber sido en los últimos 11 partidos, donde intentó un total de 16 triples, poco más de uno por juego. ¿La consecuencia? Una mejora sustancial en su efectividad y producción general: 34,6 puntos (53,9% campo), 8,6 rebotes, 7,3 asistencias y 2,0 robos en 38,0 minutos, muy por encima de las medias que traía hasta ahí: 24,8 tantos, 43,3% campo, 7,8 recobres, 7,2 asistencias y 1,5 robos.
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La ecuación parece simple para Westbrook: cuando se enfoca en sus penetraciones, en aprovechar esa potencia y explosión extrema que le permiten llegar hasta el aro con facilidad, y saca de su arsenal los triples (y hasta los dobles largos), su versión mejora considerablemente. Los datos lo sostienen y son muy claros:
- Westbrook entre noviembre y diciembre: 23% de sus intentos fueron de triple, 39,7% en la zona restringida. Promedió 24,5 puntos, con 44,6% eFG%.
- Westbrook entre enero y febrero: 8,8% de sus intentos fueron de triple, 53,6% en la zona restringida. Promedia 33,1 puntos, con 53,5% eFG%.
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La revolución de Houston a la hora de intentar con su súper 'small-ball', con ese juego particular sin internos naturales, abre varios caminos, y uno de ellos es la aparición de mayores espacios para que Westbrook (y Harden, claro) operen a voluntad y lastimen con sus aclarados. Para Russ, su opción en esas situaciones es bastante clara: penetrar y ganar con su potencia y determinación (que también genera más oportunidades en la línea, claro). Por algo es el líder en penetraciones de la liga, con poco más de 20 por encuentro. Y por supuesto que en esta 'transformación' también se nota un salto ahí. La manera de Daryl Morey tenía un mandato: triples o dobles cortos. Sin pivotes, lo segundo parece una responsabilidad exclusiva del ex OKC.
- Penetraciones de Westbrook entre noviembre y diciembre: 18,5 por juego, que generaron 9,3 puntos.
- Penetraciones de Westbrook entre enero y febrero: 24,4 por juego, que generaron 17,3 puntos.
| Mes | Restringida (%) | % acierto | Resto pintura (%) | % acierto | Media (%) | % acierto | Triples | % acierto |
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Octubre | 34 (51,5%) | 70,6% | 6 (9,1%) | 33,3% | 10 (15,2%) | 10% | 16 (24,2%) | 31,2% |
| Noviembre | 94 (36,4%) | 58,5% | 27 (10,5%) | 33,3% | 63 (24,4%) | 41,3% | 74 (28,7%) | 21,6% |
| Diciembre | 132 (42,4%) | 53,8% | 40 (12,9%) | 45% | 82 (26,4%) | 37,8% | 57 (18,3%) | 22,8% |
| Enero | 148 (53,2%) | 62,2% | 51 (18,3%) | 37,3% | 55 (19,8%) | 50,9% | 24 (8,6%) | 25% |
| Febrero | 59 (54,6%) | 69,5% | 16 (14,8%) | 37,5% | 23 (21,3%) | 30,4% | 10 (9,3%) | 30% |
A los 31 años, Westbrook parece haber encontrado su punto de madurez en relación a sus lanzamientos (ayudado por el contexto de los Rockets, claro). Y este 46,3% de acierto que atesora en la 2019-2020 es el mejor porcentaje de efectividad de su vida, más que valorable si pensamos que sus 22,7 intentos de campo por encuentro son la segunda cifra más alta de su carrera, sólo superados por los 24,0 que tuvo en su campaña de MVP, cuando tiró un 42,5% de campo.
Hay jugadores que, cuando entran en años, van entendiendo que mejorar su lanzamiento exterior es clave para extender su durabilidad e impacto en la competencia. Westbrook parece todo lo contrario, ya que potenció su confianza en su mayor virtud y redujo su debilidad exterior. Si bien en lo colectivo no se aprecia una gran diferencia a la hora de victorias (8 triunfos y 7 derrotas entre enero y febrero), nadie podrá decir que eso se debe a una baja en el aporte de Russ, quien incluso se mostró mejor que Harden (29,9 tantos en este tramo, con un pobre 38,7% de campo).
Su estilo y formas podrán gustar o no. Pero es difícil de negar que Westbrook se está transformando en aquello que siempre se le cuestionó. Ahora, lo importante: sostenerlo en el tiempo y convertirlo en una verdadera clave para llevar a los Rockets a lo más alto.
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Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
