Está claro que cualquier equipo que pierda a su principal referencia por cualquier motivo lo sentirá en su juego. Al cabo, por algo ese jugador es su estrella o figura central. Pero hay casos y casos. Están los que pueden ser maquillados en mayor medida por el buen funcionamiento del equipo o por una mayor riqueza individual a su alrededor (caso Brooklyn con Kevin Durant), y están aquellos que al perder a su motor se encuentran en graves problemas. En este último grupo se encuentra, sin dudas, Golden State Warriors, porque la lesión de Stephen Curry ha desnudado por completo las carencias de los de San Francisco y los ha metido en un momento crítico.
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El dos veces MVP se perdió los últimos cinco partidos tras sufrir una caída que le generó una inflamación en el coxis en su última presentación frente a Houston Rockets. La primera respuesta fue una gran victoria ante Memphis Grizzlies, el pasado 19 de marzo. Pero desde allí el equipo se vino a pique: cuatro caídas en fila, la última de ellas en la noche del viernes frente a Atlanta Hawks (124-108), en un desarrollo que se pareció bastante a los duelos previos, donde los de Kerr dieron la sensación de estar bastante por detrás a la hora de competir frente a sus rivales de turno, sin importar la jerarquía (Grizzlies, 76ers sin Embiid, Kings).
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De cierta manera, estos pasajes de juego fueron un viaje en la memoria al mal recuerdo de la 2019-2020, donde Golden State penó ante la baja de Curry, al punto de terminar con el peor récord de la liga producto de un equipo con escasos recursos. Aquella versión de los de San Francisco era una que, de cierta manera, daba la sensación de que tarde o temprano se iba a encontrar con una gran diferencia ante los rivales. En este tramo sin Steph, la sensación se repite.
Y es que los Warriors casi que no han podido competir en esta racha de cuatro derrotas en fila, tres de ellas por doble dígito de diferencia. Y los problemas son aún más llamativos de lo esperado. Porque se podía pensar que, sin Steph, Golden State sufriera en ataque por su plantel con escaso talento anotador. Pero lo que sorprende es la caída defensiva. Antes de estos últimos cuatro encuentros, los de Kerr tenían la sexta mejor defensa de la NBA en eficiencia, permitiendo 108,9 puntos cada 100 posesiones. Claro que en este tramo de cuatro caídas en fila registran la segunda peor defensa de toda la NBA, cayendo el registro hasta los 121,3 puntos permitidos cada 100 posesiones. ¿Su rating neto en este lapso? -13,8, el peor de la liga.
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"Hicieron todo lo que quisieron. Anotaron triples, en la pintura, tomaron rebotes ofensivos. En ningún momento tuvimos cierta tracción defensiva, y ya son dos noches seguidas de la misma manera. Es decepcionante ver algo así para un equipo que lo ha hecho muy bien en defensa durante todo el año. Pero ahora mismo estamos en un pozo en ese costado del campo", analizó un sincero Kerr tras el choque ante los Hawks.
Está claro que Curry no es un dotado defensivamente como para responder a los motivos sobre este bajón del equipo, tan claro como que su ausencia impacta de igual manera por otros factores. "Sin Steph hemos perdido parte de nuestro liderazgo y estilo como equipo", señaló Kerr, quien también marcó otro factor: la baja en la noche previa (ante Sacramento) de Draymond Green, el ancla defensiva del equipo. "Estuvimos estáticos en ese partido y se trasladó al de esta noche", remarcó.
Pero claro, el coach volvió a un punto central. "Honestamente, extrañamos a Steph y a la confianza que él le da al grupo. El ataque y la defensa están conectados. Más allá de estar enfocados en lo defensivo y de que los números en ataque están bien, no hemos estado en ningún momento en partido recientemente. Es un momento duro, estamos en un pozo. Y eso pasa en la NBA. Tienes que buscar la manera de atravesar los momentos complicados", describió.
Las palabras del coach y lo visto en la cancha dejan en claro que la baja de Curry es mucho más profunda para Golden State que el impacto ofensivo que él pueda llegar a tener. Es el alma de un plantel que necesita de su referente para alcanzar unos objetivos que se empiezan a complicar. Y es que los de San Francisco han quedado con récord de 22-24, aguantando en el 10° y último lugar para el Play-in del Oeste, pero con la competencia apretando desde atrás: Sacramento (20-25) y New Orleans (19-25) están a 1,5 y 2 juegos, respectivamente.
Golden State recién volverá a jugar el lunes frente a Chicago, tres días después de este partido ante los Hawks, tiempo quizás suficiente para recuperar a Curry. Sin él, su equipo perdió seis de los siete partidos disputados en esta 2020-2021, y las derrotas fueron contundentes, por una diferencia media de 13,3 tantos. "Vamos a tener que salir como sea de este pozo, y la única manera de hacerlo es luchando. Tendremos que tener un poco más de confianza como grupo y luchar el uno por el otro. Tengo confianza de que lo haremos", se esperanzó Kerr. Sin dudas, parte de esa confianza volverá con un Curry que parece dejar sin corazón a su equipo cuando tiene que mirarlo desde afuera.
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