Los Golden State Warriors son el único equipo de toda la NBA que todavía no ha tenido una racha de tres partidos con el mismo resultado, sean victorias o derrotas. Y luego de perder ante Dallas y San Antonio en sus últimas dos presentaciones, los dirigidos por Steve Kerr mantuvieron con vida esa condición, venciendo a los propios Spurs por 114-91, detrás de otro partidazo de Steph Curry. Los de San Francisco siguen cambiando de rostro de una noche para la otra, consolidándose como el gran Dr. Jekyll y Mr. Hyde de esta 2020-2021.
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Curry fue indetenible para la marca de San Antonio durante toda la noche y acabó con 32 puntos en 32 minutos, lanzando un 11-20 de cancha y 4-10 de tres. Tan dominante fue su actuación que llevó a Gregg Popovich a sacar la bandera blanca y a doblemarcar al base a mediados del tercer período, en una estrategia defensiva que los Spurs rara vez emplean. Ese es el respeto y el miedo que genera en el rival un jugador como Curry, quien ahora ha superado los 30 tantos en cuatro de sus últimas cinco presentaciones (tres seguidas).
El partido ya estaba prácticamente terminado a principios del último cuarto, lo que hizo que Steph casi no viera acción en el cuarto parcial. Una señal siempre positiva para Golden State, sobre todo teniendo en cuenta el actual calendario.
Hasta esta clase de lujos nos regaló Steph.
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En el ganador volvió a salir como titular Juan Toscano-Anderson, quien celebró su reciente premiación de parte de la G-League por su trabajo con la comunidad, teniendo otra sólida actuación: 11 puntos, 8 rebotes, 3 asistencias, 1 robo y 1 tapa en 26 minutos. Muy buen momento del alero mexicano, quien parece estar ganándose un lugar fijo en el equipo, más allá de su actual contrato doble vía.
that's NICE, @juanonjuan10 👏
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Más allá de la tarea infernal de Steph, otra de las claves del triunfo de Golden State pasó por la eficacia del resto de los tiradores, quienes disfrutaron grandes espacios debido a la concentración defensiva de San Antonio sobre Curry. En ese contexto hubo un 1-2 en triples de Toscano, un 2-5 de Oubre y de Bazemore, un 3-6 de Lee, un 3-3 de Paschall y un 1-2 de Wanamaker. 17-40 en el global para los visitantes.
passing leading to splashing ☔️ pic.twitter.com/iJPljfImWn
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Por otro lado, el que sigue explotando al máximo su capacidad pasadora en este esquema de small-ball es Draymond Green, quien luego de su error garrafal hace 24 horas se recuperó terminando con 6 puntos, 7 rebotes y 11 asistencias. En los cuatro partidos seguidos en los que ha salido como pivote, Green ha superado siempre las 10 asistencias y promedia nada menos que 12,8 de ellas. Ofensivamente ese esquema sigue siendo devastador para los rivales.
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Por el lado de los Spurs no solamente hubo problemas defensivos para frenar a Curry y compañía, sino también una producción para el olvido en ataque. Los texanos terminaron lanzando un 37,2% de cancha, incluyendo un 8-24 de tres. Los cuatro perimetrales que salieron como titulares (Murray, Vassell, DeRozan y Johnson) se combinaron para un 15-44 de campo. Rudy Gay fue de los pocos que estuvo derecho en el local, liderando la anotación con 17 unidades.
Una buena que se lleva San Antonio de este encuentro fue el rendimiento de Trey Lyles. Popovich recurrió al canadiense ante la baja de LaMarcus Aldridge y Lyles respondió con 15 puntos, 6 rebotes y un 5-8 de cancha. Nada mal para un jugador que no había anotado en doble dígito en toda la campaña. Veremos si este rendimiento lo mete de lleno en la rotación de los Spurs, tal como sucedió en una 2019-2020 en la que llegó a titularizar en 53 de 63 encuentros.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
