Mayo, junio y julio han recibido históricamente a la Copa del Mundo de la FIFA. Desde 1930 que se ha mantenido esta seguidilla, aunque eso cambiará en 2022. El Mundial de Qatar no se jugará a mitad de año, sino que se llevará a cabo en noviembre y diciembre: largará el 20/11 y la final se disputará el 18/12. Algún equipo recibirá el regalo de Navidad de manera anticipada…
La razón de este cambio se debe a las altas temperaturas que vive Qatar durante esos meses, los que coinciden con su verano. La temporada calurosa va desde mediados de mayo hasta septiembre, con un promedio de 37º. El mes más cálido del año en Qatar es julio, con una temperatura máxima promedio de 41º y mínima de 31º.
Los clubes locales acostumbran a entrenarse de noche por esta razón y la liga de Qatar va a contramano de las principales del mundo: comienza el 11 de septiembre y finaliza a mediados de marzo. En esta oportunidad el campeón local fue Al-Sadd, que defendió con éxito la conquista de la campaña pasada y llegó a 16 coronas (máximo).
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Para la fecha que se disputará la Copa del Mundo, la primera en otoño para el hemisferio norte y primavera en el sur, Qatar tendrá “más frío” aunque no dejan de ser temperaturas elevadas que pueden llegar hasta los 30º. La temperatura promedio oscila entre 15º y 25º grados. Como en toda la zona desértica, la noche es fría.
Para evitar los golpes de calor, los estadios tienen la refrigeración correspondiente. Hay sistemas de aire acondicionado como así también tuberías por las que corre agua fría. Estos conductos suelen ubicarse debajo de los asientos. Se busca mantener una temperatura constante de 26º.
