Polémicas del Mundial que habrían cambiado la historia con el VAR: Parte 4

Ernesto Guevara

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El VAR ha sido la incursión tecnológica más controversial en el deporte. El Video Assistant Referee surgió en el año 2016 como una propuesta de la FIFA para surtir de más herramientas a los jueces durante los partidos, para que estos pudieran revisar jugadas en las que tuvieran duda sobre alguna decisión tomada; desde una infracción que pueda significar una tarjeta roja hasta un gol ilícito.

Su incursión se fue dando paulatinamente desde 2016 (debutó en el Mundial de Clubes de aquel año) hasta llegar a Rusia 2018, primera cita mundial en el que tuvo activa participación. En total fue utilizado en 440 jugadas y 16 de 19 decisiones arbitrales tomadas a partir del VAR "cambiaron" de un posible fallo "incorrecto" a "correcto", por lo que el presidente Gianni Infantino, la catalogó como "progreso". 

Ahora bien; ¿qué hubiera pasado en el fútbol y su historia si el VAR hubiera incursionado desde la primera cita en 1930? Difícil determinarlo por los avances tecnológicos de la época, claro está; pero en este juego de imaginar... ¿Cuáles serían esas jugadas que hubieran cambiado? The Sporting News ha repasado las más significativas en tres ediciones y esta, la cuarta, es la conclusión de la serie. 

Los infortunios de Corea-Japón

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La primera cita mundial asiática estuvo envuelta en múltiples polémicas como se han repasado en las ediciones anteriores, como penales que no eran, goles legales anulados, tarjetas de color que no correspondían... y Byron Moreno. El ecuatoriano fue aquel árbitro protagonista del escándalo en los octavos de final entre Corea del Sur e Italia. Sin embargo, no fue el único árbitro que se llevó los reflectores. En los cuartos de final fue el turno de su colega egipcio Gamal Al Ghandour, con los locales nuevamente favorecidos.

Los Tigres del Oriente debían enfrentar a la Roja, quienes habían sorteado a Irlanda en la ronda de octavos de final por penales. En el estadio Gwangju, se citaron ambos equipos. El partido transcurrió con el juego brusco de los asiáticos que ya habían demostrado en la ronda anterior, pero el principal empezaba a inclinar la balanza, sin cobrar faltas evidentes sobre los españoles.

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La primera jugada de poner la lupa fue cuando el defensor Iván Helguera anotó un gol de cabeza tras un centro al área, pero que el egipcio anuló por supuesta infracción. "Fue falta clara y hubo incluso otra falta española en esa jugada. Estuvo bien anulado", dijo el propio Al Ghandour en una entrevista al diario Marca a mediados de este año. 

El juego transcurrió y a los ibéricos se les hizo más difícil de lo normal abrir el cerrojo. En tiempo suplementario, dos jugadas más empañaron el partido: desborde por la banda hasta la raya final de Joaquín, quien se adentra al área y levanta el esférico para que Fernando Morientes batiera las redes de cabeza. Era el gol de oro de la clasificación que no fue validado, porque el línea levantó el banderín. Para él, el balón había salido de la cancha. La siguiente, en el segundo tiempo extra, el Moro tuvo un mano a mano frente al portero Lee Woon-jae, pero el otro ayudante de banda, también levantó el banderín por supuesto offside. 

La Furia de la Roja estaba en lo más alto. Todos los jugadores se cansaron de reclamarle a Al Ghandour... pero no hubo más por hacer. Ya en los tiros penales, Corea del Sur fue más efectivo y consiguieron la heroica. 

En esa misma instancia de cuartos de final, la sorprendente Estados Unidos se enfrentó a Alemania, quien sólo había recibido un gol (Irlanda) en toda la Copa y que tenía en el arco a un gran inspirado como lo fue el recordado guardameta Oliver Kahn. Aún así, el país de las Barras y las Estrellas no se amilanó y buscaría las semifinales. Los europeos sufrieron más de la cuenta, pero pudieron batir las redes con un cabezazo de Michael Ballack al minuto 39 para ponerse arriba en la pizarra. 

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En la segunda mitad, Bruce Arena ajustaría a su equipo y en un jugada más que controversial, tuvo el empate; negado por una clara mano que el VAR hubiera detectado al momento: córner para los norteamericanos y Claudio Reyna al cobro. La pelota fue peinada por Tony Sanneh y rematada posteriormente por Gregg Berhalter (actual entrenador de Estados Unidos). En su disparo, el balón da en la mano izquierda de Torsten Frings quien resguardaba el palo derecho de Kahn, quien se avivó y tomó el rebote. Medio equipo americano reclamó, pero el árbitro Hugh Dallas de Escocia no cantó la falta. Un penal que pudo haber cambiado el curso y truncar al finalista alemán, quien perdió en la final ante Brasil. 

Una jugada también polémica ocurrió una instancia antes, en los octavos de final, con un gran juego de Bélgica ante los futuros campeones en el estadio Parque Misaki de Japón. Los Diablos Rojos hicieron lo que pudieron con Marc Wilmots al frente, anotando un gol que les daba el liderato transitorio en la primera parte, pero que el central jamaiquino Peter Prendergast anuló por una supuesta falta sobre el central Roque Júnior. Las repeticiones televisivas no mostraron algún contacto irregular entre ambos jugadores, por lo que se considera que el gol era válido y que hubiera cambiado, posiblemente, el curso del encuentro y el destino final de la Copa del Mundo. 

La Mano de D10S

22 de junio de 1986. Cuartos de Final. Ciudad de México. Estadio Azteca. 90 minutos de dura batalla a cuatro años de los hechos de las Malvinas, con un ganador histórico sobre la cancha: Argentina, liderada por su capitán Diego Armando Maradona, ídolo de un país y una generación, y autor de los dos goles más lamentados por los ingleses en su historia: el barrilete cósmico y la mano de Dios. 

El primer gol mencionado fue proclamado como el mejor Gol del Siglo XX. La danza de los británicos cayendo a los pies del dorsal 10 a medida que iba corriendo con el balón en sus pies es de los más sublime que ha visto la Copa del Mundo desde 1930 hasta ahora. Sin embargo, cuatro minutos antes, ya el Pelusa había celebrado, aunque con algo de fortuna y viveza. 

En el segundo tiempo, con la pizarra 0-0, Maradona lideró un ataque en la que desde la frontal del área cedió a un compañero, quien no controló bien el esférico y ante la presión de un central, es el inglés quien termina dejándolo en el aire. En ese momento, Diego nunca dejó de correr y seguir la jugada. Peter Shilton salió en su búsqueda, pero el argentino lo anticipó, desviando el balón al fondo de las redes. Toda Inglaterra reclamó, pero el árbitro tunecino Ali Bennaceur no se inmutó. Maradona se fue a la banda y celebró con los suyos. Era una estocada más que dolorosa para los europeos. 

"¿El primer gol? Te lo juro por lo que más quieras: salté junto a Shilton pero le di con la cabeza. Lo que pasa es que se vio el puño del arquero y por eso la confusión. Pero fue con la cabeza, no tengan ninguna duda. Si hasta me quedó un chichón en la frente. Lo hice con la cabeza de Maradona pero con la Mano de Dios"declaró aquella tarde que es de las más recordadas por sus compatriotas y fanáticos. 

Quizás fue eso, un poco de suerte y el toque mágico de Dios, que minutos más tarde lo hizo más que un mortal para culminar aquel gol legendario por el que hoy es recordado. La pizarra fue 2-1 (Gary Lineker descontó al 81). Una historia que hubiera sido borrada de la historia y que no tendría lugar si el VAR hubiera existido para la época.

Por suerte para Maradona y para tantos otros, la tecnología llegó algo tardía. Pero al final, hasta los errores forman parte de la historia y eso nadie lo puede borrar.

Ernesto Guevara

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Ernesto es productor de contenido para The Sporting News en sus ediciones en español. Venezolano. Generación 1991. Periodista desde 2013. Desde 2022 en The Sporting News. Comunicador innato. Fútbol y vida. Partidario de que cada quien tiene su verdad, pero existe una sola realidad.