Multicampeón como técnico y con pasos por selecciones y clubes top. Ganador en Paraguay, Argentina, Estados Unidos, cuartofinalista de Mundial, con una temporada en el poderosísimo Barcelona de Lionel Messi... Pergaminos no le faltan. Se trata de Gerardo el Tata Martino, quien en las últimas horas surgió como máximo candidato a ser el próximo técnico de Boca Juniors tras la salida de Hugo Ibarra.
La información la reveló en primera instancia el periodista Augusto César, de Radio Continental y ESPN, quien ya antes del partido ante Olimpo por la Copa Argentina había mencionado a Martino como "firme candidato" a reemplazar a Ibarra si se confirmaba la salida de este.
Ibarra sobrevivió al fin de semana con el triunfo de Boca en ese encuentro, pero el Xeneize no logró una buena actuación y su continuidad en el puesto siguió en duda más allá de que dirigió los entrenamientos del lunes y martes. En este contexto el nombre de Martino como un candidato para Boca volvió a ser mencionado, ahora por Leandro Tato Aguilera, de TyC Sports.
El último que habló fue el propio DT, quien atendió al programa partidario Puro Boca y contestó: "No es algo que me haya planteado, llegado el momento si es necesario me lo voy a plantear. Vamos a ver si ocurre". Entre líneas se puede leer que está dispuesto a agarrar el timón del equipo luego de lo que fue su paso en falso con México en Qatar 2022.
Sin embargo, ese sí aún no llegó y, tal como informaron distintos periodistas, entre ellos Gastón Edul de TyC Sports, el DT rechazó la primera oferta de Boca. Entre las razones comunicadas estaría su intención de seguir descansando luego de lo que fue su paso por el Tri. La dirigencia hará un nuevo intento.
El Tata Martino como técnico
Sus inicios y el despegue en Paraguay
La carrera de Gerardo Martino en el banco de suplentes comenzó hace más de 20 años, dos temporadas después de su retiro como futbolista. Tras dos años en la Primera B Nacional (en el segundo de ellos se quedó a las puertas del ascenso con Instituto de Córdoba) y uno en Primera, en 2002 se mudó a Paraguay, donde haría gran parte de sus primeras campañas y donde se ganaría muchísimo reconocimiento.
Fue múltiple campeón con Libertad y Cerro Porteño (cuatro torneos paraguayos en total) y entre esos clubes tuvo un fugaz paso por Colón de Santa Fe, donde no pudo replicar el éxito entre 2004 y 2005.
Con Libertad logró una de las mejores actuaciones de clubes de Paraguay en la Libertadores después del título de Olimpia en 2002: fue semifinalista en 2006 tras eliminar a Tigres de México y River y perder con el futuro campeón, Inter de Porto Alegre.
El gran Mundial Sudáfrica 2010 y el subcampeonato de Copa América
Sus éxitos en el fútbol guaraní lo catapultaron a la Selección de aquel país a partir de 2007. Y si bien sufrió un duro golpe en su primera Copa América (eliminación a manos de México por un histórico 0-6 en contra), logró clasificar al equipo al Mundial de Sudáfrica 2010 y allí cumplió la mejor actuación en la historia del seleccionado: fue 8° (mismo puesto que en 1966 pero con el doble de participantes) y tuvo contra las cuerdas a la futura campeona, España, en cuartos de final.
Después de aquel certamen, llegó nada menos que a la final de la Copa América 2011, aunque de una manera increíble: sin ganar ningún partido (empató los tres de fase de grupos y superó cuartos y semifinal por penales).
Desde que se fue el Tata, Paraguay no se ha vuelto a clasificar a un Mundial.
Como Messi: de Newell's al Barcelona
Tras aquel proceso exitoso en Paraguay, Martino volvió a Argentina para dirigir al club de sus amores, Newell's. Con un equipo que desplegó un gran fútbol, en su segunda temporada ganó nada menos que el título de Primera División: fue campeón del Torneo Final 2013, en el que dejó subcampeón a River.
Y volvió a tener una meritoria performance en la Libertadores: otra vez llegó a semifinales, y el hincha de Boca lo recordará bien porque eliminó al equipo -al que había vuelto Carlos Bianchi- en la fase de cuartos. Fue la única vez que el Virrey jugó una Copa con los Xeneizes y no alcanzó la final.
En la semi, el Newell's del Tata cayó con el Atlético Mineiro de Ronaldinho por penales de una manera que todavía duele en Rosario: ganó la ida 2-0, pero perdió por el mismo resultado en la vuelta con un gol a los 85 minutos y luego se derrumbó en los penales.
Su gran campaña en la Lepra lo condujo nada menos que al mismísimo Barcelona de España, aunque las altas exigencias de semejante club no le permitieron estar más de una temporada. Fue líder hasta la fecha 24 pero terminó como subcampeón en La Liga, y dolió porque -además- pudo haberla ganado en la última jornada, ante Atlético de Madrid. Diego Simeone le ganó el título a Martino al rescatar un empate en el Camp Nou.
El Tata se marchó envuelto en rumores de no poder construir una buena relación con Lionel Messi.
Los dolores con la Selección Argentina
Aquel paso corto por Barcelona y esos trascendidos sobre su vínculo con Leo no impidieron que las credenciales de Martino perdieran validez, y por eso llegó en 2014 a la Selección Argentina que había dejado Alejandro Sabella como subcampeona del mundo.
Martino fue capaz, nuevamente, de ensamblar un equipo con su estilo, protagonista, de buen pie, y que consiguió buenos resultados. Una vez más se quedó corto y por duplicado. Era la época en que, como decía Messi, a Argentina simplemente "no se le daba". En dos Copas América consecutivas (2015 y 2016), Martino condujo al seleccionado a la final y en ambas cayó invicta, por penales y ante Chile.
Los traspiés no solo fueron deportivos: el ciclo Martino se terminó abruptamente a mediados de aquel 2016, con un Messi que por entonces había dicho que renunciaría a la Selección y con una crisis institucional (había muerto Julio Grondona) que derivó en la histórica elección en la AFA que salió 38 a 38 por un erróneo voto de más. Todo aquello, sumado a los problemas que tenía la Selección, a la que ni siquiera le cedían los jugadores y cuyos dirigentes no tenían peso alguno (además de que se había puesto en marcha una "Comisión Normalizadora" para encauzarla), empujó al Tata al adiós: se fue luego de tener que empezar la preparación para los Juegos Olímpicos de Río con apenas nueve futbolistas.
Hasta la llegada de Scaloni, la de Martino había sido la última Selección capaz de competir: luego llegaron Edgardo Bauza y Jorge Sampaoli, quienes se fueron envueltos en críticas.
México, de mayor a menor
Luego de dos años con el Atlanta United de la MLS, con el que salió campeón, Martino se hizo cargo de otra selección: México. Llegó tras el Mundial 2018 y completó ese proceso mundialista siguiente, con un Tri que fue de mayor a menor.
Ganó la Copa Oro de la Concacaf en 2019, pero luego, como le había sucedido en Argentina, perdió dos finales con un rival continental: las de la Liga de Naciones y otra Copa Oro ante Estados Unidos, ambas de forma increíble. En la primera, le empataron a 9 minutos del final del tiempo reglamentario y le ganaron 3-2 con un penal en tiempo extra, a los 114 minutos. En la segunda, terminaron 0-0 los 90 minutos y en el 117 le marcaron el 1-0 final.
El Mundial Qatar 2022 fue el triste final. Por primera vez desde 1978, México no superó la fase de grupos. El equipo perdió totalmente su juego, no tuvo peso ofensivo ni solidez en el fondo y pasó sin gloria y con pena por el certamen asiático.