El lunes, en Ningbo, varios corazones se paralizaron cuando esa penetración habitual terminó con un grito de dolor que silención el estadio. Facundo Campazzo había encarado hacia el aro durante el tercer cuarto del amistoso frente a Rusia, y en el camino pisó a un rival. Gestos de dolor, salida rumbo al vestuario y preocupación a flor de piel.
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Este viernes, apenas cuatro días después, el alivio es absoluto. Porque se confirmó que el cordobés se recuperó de ese esguince de tobillo derecho sufrido ante los europeos, lo que permite tenerlo listo para enfrentar este sábado (a las 9.30) a Corea, en el debut de la Selección Argentina en el Mundial de básquet 2019. Sí, el conjunto nacional tendrá disponible a quien llega al torneo como la estrella principal del equipo.
Cierre de la práctica con buenas noticias: Campazzo respondió bien a las exigencias del cuerpo médico y estará a disposición de @ssergioh para el juego con Corea. pic.twitter.com/VoUI60EaOB
— CABB (@cabboficial) August 30, 2019
La sensación general después de ver caer a Campazzo deja en evidencia a la afirmación anterior. Cualquier lesión duele, molesta y modifica el mapa de cualquier equipo. Pero perder a Facu hubiera sido un golpe muy difícil de superar para esta renovada Selección. ¿Por qué? Porque el base de Real Madrid es el jugador más importante del juego del equipo. Sí, Luis Scola estará en su quinta Copa del Mundo con su jerarquía y experiencia para liderar. Sí, hay un equipo con una clara mentalidad colectiva. Sí, hay varios jugadores en el mejor nivel europeo. Pero esta equipo llegará tan lejos como lo pueda llevar Campazzo.
Es lógico. El base llega a China 2019 en el mejor momento de su carrera. Después de una temporada en la que se consagró a nivel internacional, siendo figura de Real Madrid. Sí, Facu tira del carro de, quizás, el club más importante del mundo. Fue pilar para llegar a otro Final Four de Euroliga, y fue el MVP de las finales de la Liga ACB, liderando un nuevo título de la Casa Blanca frente a Barcelona.
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🇦🇷 is all ready for the #FIBAWC! ⛩️ @facucampazzo looking fiiiine! 🤩 #ArgentinaGotGame pic.twitter.com/i181EbCn3r
— Basketball World Cup (@FIBAWC) August 29, 2019
Pero lo del pequeño gigante de 179 centímetros de altura va más allá de los números. Maduró su juego y su versión fuera de la cancha. Y la mejor manera de definirlo es que Campazzo es el eslabón perdido de la Generación Dorada. Se metió en la Selección en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 siendo un joven entre los pesados, y siete años después es líder absoluto después de una transformación genial para potenciar sus virtudes. Es un trabajador incansable que se preocupó por la mejora constante y predica con un ejemplo: buscar siempre la mejor versión posible, desde lo individual y lo colectivo.
Campazzo es muchísimo más que un base que puede ser de los mejores en China 2019. Es muchísimo más que un excelente generador de juego, más que un motor de intensidad absoluta en los dos costados de la cancha. Es el pilar de la ilusión de esta renovada camada que llegó al Mundia con el deseo de empezar a escribir su propia historia. Queda claro el movito del gran susto de hace unos días, ¿no?
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"Me siento bien. El esguince fue moderado, y estoy en buenas manos. Duele un poquito, pero estoy para jugar", comentó Facu en diálogo con José Montesano en TyC Sports. "Fue una recuperación rápida. Dolió el esguince en el momento, pero con nosotros hay gente muy buena trabajando, que saben cuidar al jugador", agregó antes de dejar en claro su mentalidad para volver: "Desde que llegué al vestuario tras la lesión sabía que tenía que ser positivo. Entraré a jugar como si no fuera nada. Estoy totalmente tranquilo".
#Básquet Facundo Campazzo, en @Sportia: "Llegamos mejor que al último Mundial". pic.twitter.com/ZPT8FSZSrl
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Será el segundo Mundial de Campazzo, quien también tiene dos Juegos Olímpicos en su espalda. Río 2016, incluso con Ginóbili, Scola, Nocioni y Delfino en el equipo, fue una prueba de cuánto vale para la Selección Argentina: fue el goleador (15,8 de promedio) y el mejor asistidor (5,8) del conjunto nacional. Ahora será el encargado de llevar adelante a los nuevos. Y hay confianza. "Somos un equipo con mucho talento ofensivo, lo hemos demostrado. Cuando queremos somos un muy buen equipo defensivo. Tenemos intensidad, concentración y carácter. Tenemos el poderío y la actitud para afrontar el Mundial", definió Facu, cuyo objetivo central va más allá de una posición.
"No nos pusimos nunca un puesto puntual a buscar. Nuestro objetivo principal es clasificarnos a Tokio, pero sobre todo ver una Selección que encuentre su mejor versión en el torneo", resaltó. Así es Campazzo. Siempre busca lo mejor. Así llegó a convertirse en el motor del juego de la Selección Argentina. Ese motor que estará desde el comienzo en China 2019.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
